sábado, 15 de mayo de 2010

El derrame: sin efecto directo en el Caribe

15 Mayo 2010
El derrame: sin efecto directo en el Caribe
La Corriente del Golfo hace que las posibilidades sean casi nulas



Miembros de la Guardia Nacional mientras intentan proteger el litoral de Luisiana.Por Mario Alegre Barrios / malegre@elnuevodia.com

Pese a la catastrófica magnitud del derrame petrolero en el Golfo de México que desde hace 25 días mantiene en jaque la salud ecológica a lo largo de una parte del litoral sureño de Estados Unidos, las posibilidades de que esa “marea negra” afecte directamente el Caribe son prácticamente “nulas”, según expresó a El Nuevo Día el doctor Jorge Corredor, catedrático en Ciencias Marinas del Recinto Universitario de Mayagüez.

“Es muy poco probable que el derrame nos afecte directamente en el Caribe... diría que las posibilidades de que eso ocurra son casi nulas”, aseveró. “Esto se debe fundamentalmente a que la Corriente del Golfo fluye en forma de lazo desde Yucatán y al llegar a la península de la Florida gira al norte en 180 grados”.

No obstante, el doctor Corredor señaló que los efectos de un suceso como el derrame producido por la explosión en la plataforma Deepwater Horizon siempre son devastadores, aunque aún es un tanto temprano para saber con precisión cuál será su saldo.

“Es muy difícil decir ahora cuáles van a ser las consecuencias finales de este derrame y todo depende en buena medida de la cantidad de petróleo que llegue a los ecosistemas costeros, que son los más vulnerables”, explicó. “Dentro de la gravedad de la situación, ha sido una suerte que todavía no haya habido impactos masivos en esas zonas, pero eso podría cambiar en cualquier momento”.

Los peores en la historia

Aunque se ha hablado consistentemente del derrame del tanquero Exxon Valdez -11 millones de galones de petróleo- como referente de los mayores percances de naturaleza similar jamás ocurridos, lo cierto es que la historia registra algunos otros que son considerados los peores por su magnitud.

El mayor tuvo lugar en 21 de enero de 1991 en el Golfo Pérsico, precisamente en el marco del recordado conflicto bélico en esa región, cuando las fuerzas iraquíes destruyeron cientos de pozos, refinerías y buques.

Los cálculos más conservadores fijan los derrames combinados por estos actos en 160 millones de galones de crudo; los más osados, en la sobrecogedora cantidad de 420 millones de galones.

El segundo se materializó entre el 3 de junio de 1979 y el 23 de marzo de 1980, en el pozo Ixtoc 1, en el Golfo de México, donde una explosión ocasión que se vertiesen al mar unos 130 millones de galones de petróleo.

El 19 de julio de 1989 los tanqueros Atlantic Empress y el Aegean Captain chocaron a 10 millas de la costa de Trinidad y Tobago en medio de una tormenta y arrojaron al océano alrededor de 90 millones de galones de crudo.

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