jueves, 29 de abril de 2010

El caso del niño tímido

El caso del niño tímido
jueves, 29 de abril de 2010
Carmen Graciela Díaz / Para Primera Hora
Lo llevas a una fiesta, y tu hijo no se despega de ti. O matriculas a tu niña en unas clases de baile y a ella no le apetece compartir con los demás, ni mucho menos que la dejes sola por un ratito.

Ante ese panorama, es natural que te sientas con las manos atadas, ya que lo que más deseas es el disfrute y la felicidad de tu hijo. Pero ojo, según el psicólogo de niños y adolescentes Enrique F. Gelpí Merheb, no toda timidez significa una alerta.

“La mayoría de los niños pueden ser tímidos al principio, en lo que van cogiendo confianza, desarrollan destrezas interpersonales y se van soltando”, informa Gelpí sobre esa timidez inicial, que es normal en el desarrollo. De hecho, cuando el carácter del niño está ligado a la timidez, Gelpí precisa que “entre los cuatro a siete años” se pueden ver ciertos cambios en el niño que desde pequeño tiene la timidez típica.

Es clave recordar que la personalidad de cada cual se proyecta desde la infancia y que hay chicos más propensos a la timidez que otros. “Todos los niños son diferentes [...] y hay algunas personas que nacen con unas capacidades sociales de introversión que encuentran que la mejor manera de lidiar con los problemas es ensimismándose”, plantea la psiquiatra de niños y adolescentes Karen Martínez.

Pero cuando el ser retraído provoca alguna disfunción que va más allá de timidez extrema, puede tratarse de un trastorno. Gelpí ilustra que las alarmas surgen a través de “rasgos de ansiedad” o cuando “las reacciones del niño no son las típicas -según la edad o la situación- si se comparan con otros niños”.

Gelpí identifica que cuando el niño “tiene miedo a estar solo, no puede entrar al baño de la casa sin que el padre esté al lado, se esconde si llega cualquier persona o adulto, pierde el contacto visual y no contesta preguntas” ya la timidez está pasando a otro nivel que requiere acción.

¿Qué hacer?

De tener una preocupación respecto a un niño que presenta las señales de una timidez extrema, según Martínez, es clave que éste sea evaluado por un profesional de salud mental. De esta manera, la psiquiatra apunta, “se descarta que haya un diagnóstico que requiera un tratamiento específico”.

“Si el niño no tiene ningún diagnóstico, pero la timidez le sigue afectando, con un proceso de psicoterapia se puede ayudar a que este niño adquiera las destrezas sociales necesarias para poder interaccionar”, enfatiza Martínez, quien es catedrática auxiliar del Departamento de Psiquiatría del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

Entre las repercusiones que pueden acontecer si la timidez extrema no se trata a tiempo, el psicólogo Gelpí entiende que “puede desencadenar en un trastorno de ansiedad por separación, fobias, depresión, aislamiento, dificultades en destrezas interpersonales y problemas ante los cambios”.

Martínez remata acotando que “mientras más temprano podemos identificar estos trastornos, mejor es la respuesta al tratamiento porque los cerebros tienen mucha habilidad de cambiar en la niñez y en la adolescencia”.

Para seminarios y talleres con el psicólogo Enrique F. Gelpí Merheb, llama al 787-645-1781, y para citas, comunícate al 787-726-0184. A la psiquiatra de niños y adolescentes Karen Martínez, la consigues a través del 787-766-0940.

Para lidiar con la timidez de tus hijos

Si identificas que el niño es tímido, hay que reconocerlo y entender que le tomará más tiempo adaptarse.

Exponlo poco a poco a las experiencias que le dan ansiedad para que coja confianza.
Refuérzale su autoestima y dale mucha seguridad.
Intégralo en actividades donde haya otros niños.
Acompáñalo a que experimente lo que le causa ansiedad.

Fuente: Dr. Enrique Gelpí Merheb, psicólogo de niños y adolescentes

Timidez versus ansiedad

Podría catalogarse como tímido el niño que...
Prefiere jugar por sí solo
No le gusta mucho interaccionar con otros
No es de los que hablan abiertamente
No es de los estudiantes que alzan la mano y hablan en clase sin temor

Podría haber una “disfunción” cuando...

Lo llevas a un cumpleaños donde hay gente conocida y, comoquiera, se queda con su mamá
No lleva a cabo las actividades normales de su edad
En la escuela no puede hacer sus trabajos debido a la timidez; nunca le contesta a la maestra, no puede dar un reporte oral
Su timidez no lo deja funcionar

Fuente: Dra. Karen Martínez, psiquiatra de niños y adolescentes

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