Dramática Defensa del clero

Dramática Defensa del clero
En la Misa Crismal se renuevan las promesas sacerdotales y se bendice el crisma o aceite consagrado que se utiliza para algunos sacramentos católicos. A la derecha, el arzobispo Roberto González Nieves, quien defendió con fervor su religión. (Primera Hora / Andre Kang)
jueves, 1 de abril de 2010
Francisco Rodríguez-Burns / Primera Hora
Ante los miembros de su arquidiócesis, el arzobispo Roberto González Nieves la emprendió contra los medios de comunicación internacionales y locales al asegurar que se ha desatado una “campaña mediática de ataques sistemáticos y despiadados” contra el sacerdocio y el Sumo Pontífice a raíz de los casos de pedofilia que supuestamente fueron encubiertos por Benedicto XVI y otros prelados de Alemania e Irlanda.

Durante la celebración el martes en la noche de la Misa Crismal, en que se renuevan las promesas sacerdotales y se bendice el crisma o los aceite consagrado que se utiliza para algunos sacramentos católicos, el máximo representante de la Iglesia Católica Romana en Puerto Rico le pidió a su feligresía que se libre de miedo por los señalamientos que ponen en entredicho la reputación de la alta cúpula católica en torno a su manejo de los casos de abuso sexual. Subrayó, además, que el Papa ha reconocido las fallas de su iglesia en torno a los últimos escándalos destapados por la prensa.


“Donde abunda el pecado, sobreabundan las gracias. Estamos aquí para dar gracias a Dios por el don del sacerdocio”, sostuvo el Arzobispo ante unos 300 sacerdotes, diáconos consagrados, monjas, y la feligresía que participaron de la misa celebrada en la iglesia María Auxiliadora de Cantera el pasado martes por la noche. “Extendemos nuestras manos si confiamos en Jesús. La tempestad no nos hará daño” , añadió el Arzobispo.

Las declaraciones de González Nieves son a raíz de una serie investigativa de The New York Times que apunta a que Benedicto XVI pidió el tratamiento médico de un sacerdote pedófilo que eventualmente abusó de unos 200 niños sordos hace tres décadas. Se ha revivido la polémica del celibato por otros casos de abuso sexual que fueron encubiertos por la Iglesia Católica en Irlanda.

Durante su sermón, el prelado puertorriqueño evocó la protección de Jesús ante los señalamientos dirigidos contra la Iglesia y pidió que la feligresía depositara su confianza en el Hijo de Dios. El Arzobispo señaló que los pecados cometidos por muchos sacerdotes han arrojado una sombra sobre el clero. “Todos nosotros estamos sufriendo las consecuencias de los pecados de nuestros hermanos”, añadió.

González Nieves estructuró su defensa del Papa con referencias a su carta pastoral a los fieles de Irlanda y en las bondades y las obras de los sacerdotes.

En su misiva, el Sumo Pontífice se mostró “profundamente consternado por las noticias concernientes al abuso de niños y jóvenes indefensos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda, especialmente sacerdotes y religiosos”.

El Papa había reconocido “graves errores” en la respuesta a las acusaciones. “Reconozco que era muy difícil comprender la magnitud y la complejidad del problema, obtener información fiable y tomar decisiones adecuadas en función de los pareceres contradictorios de los expertos”, sostuvo el Pontífice al dirigirse a los obispos de la Iglesia de Irlanda.

La iglesia de Cantera estaba llena a capacidad. De hecho, muchos de los feligreses tuvieron que sentarse en el piso de algunas de sus alas mientras se procedía con la ceremonia solemne. Varios sacerdotes ayudaron a administrar la hostia durante los últimos momentos de la misa. Pero a pesar de la devoción que profesaban los católicos, algunos de los feligreses expresaron sorpresa por la manera en que la Iglesia ha manejado los crímenes cometidos contra los niños.

“No se deben tapar los casos y el que comete el delito debe pagar con todo el peso de la ley. Ése es el malo, el que comete el crimen”, sostuvo el empleado retirado de la Telefónica Juan Meléndez, de 72 años de edad, mientras se procedía con la ceremonia.

Otros, sin embargo, consideran que la Iglesia ha tomado cartas en el asunto desde que se comenzaron a destapar las conspiraciones que se habían urdido para esconder los abusos sexuales.

“Ahora se está atendiendo el asunto de frente. Estas situaciones provocan dolor”, indicó el empleado público Edwin Molina, de 32.