lunes, 21 de junio de 2010

Bienestar de sus hijos como norte

Bienestar de sus hijos como norte Por Yamilet Millán Rodríguez
EL VOCERO
Sábado 19 de Junio de 2010 04:00


El Grupo de Apoyo al Adulto con Impedimentos Inc. (GRAPI) ha servido para compartir las inquietudes, problemas y momentos difíciles que han vivido con sus hijos. EL VOCERO / Ingrid Torres
Se comportan como una familia, ríen todos juntos, lloran si hay que llorar y han logrado como colectivo lo que muchos padres de hijos con discapacidad mental anhelan, que sus vástagos sean parte de esta sociedad sin limitaciones.



El Grupo de Apoyo al Adulto con Impedimentos Inc. (GRAPI, por sus siglas en inglés) es una corporación sin fines de lucro integrado por padres que promueven el desarrollo social, emocional y físico con actividades y experiencias dirigidas a integrar a sus hijos en la comunidad.



“Todo comenzó de una inquietud. Cuando llegaba el verano no podíamos integrar a nuestros hijos en los campamentos de verano. Formamos el grupo y los fines de semana realizamos actividades para el disfrute de todos”, expresó la presidenta de GRAPI, Vivian Santiago.



El grupo les ha servido para compartir las inquietudes, problemas y momentos difíciles que han vivido con sus hijos. “La mayor aportación de este grupo es que compartimos nuestras experiencias y dificultades con padres que vivimos lo mismo y eso es algo grandísimo”, manifestó una de las madres que integra el grupo, Livia Cabrera.



El apoyo que reciben entre sí estos padres trasciende cualquier limitación. Por ejemplo, Daisy González tuvo que ser operada y sus compañeros del grupo “le sirvieron como taxi”. Además, “tanto yo como mi hijo hemos recibido mucho apoyo emocional”.



Por su parte, María de Lourdes Hernández expresó “que si no existiera el grupo no hubiera tenido lo que tengo hoy. Es un grupo maravilloso y ha sido una experiencia formidable”.



Mientras, Héctor Santiago dijo que en GRAPI se comparten las vivencias lo que convirtió el grupo en “una gran familia”. “Es una buena experiencia para cada uno de ellos porque comparten juntos y se velan unos a los otros”, agregó.



En el campamento de verano los jóvenes participan de actividades como ir al cine, turismo interno, visitan la bolera, viajan en lanchas, entre otras cosas. Durante la semana estos jóvenes laboran en establecimientos de comida rápida demostrando su independencia.



“Estos jóvenes necesitan respeto y vivir con dignidad. Las personas hay que educarlas para que no les cuarten su derecho a participar de las actividades que realiza la sociedad en general”, manifestó Santiago.



Según la presidenta de GRAPI, el sueño de los padres es construir un complejo de viviendas asistida y talleres de trabajo para la población con retardación mental para que un equipo multidisciplinario les brinde el apoyo necesario.



Insistió en que esta población quedará desamparada cuando falte su familia inmediata y pasarán bajo la custodia de agencias gubernamentales y serán ubicados en las instalaciones que estén disponible.



El complejo de vivienda consistiría en facilidades para personas que requieran asistencia y supervisión continua. Además, viviendas para personas con alto nivel de funcionamiento que requieran menos supervisión y áreas de esparcimiento común para toda la población como: cancha, gimnasio, piscina y áreas verdes.

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