martes, 23 de marzo de 2010

Fuga de fugas en Corrección

miércoles, 10 de marzo de 2010
Rosita Marrero / Primera Hora

Otro que se fuga.

“Un confinado que trabajaba en una brigada de ornato dentro de la Cárcel Regional de Bayamón se evadió de la institución”, informó ayer el secretario de Corrección, Carlos Molina Rodríguez.

Molina Rodríguez identificó al reo como Alexis Rivera Marrero, de 42 años, quien cumple una sentencia de 57 años de prisión.

Rivera Marrero, que estaba en custodia mínima desde el 30 de noviembre de 2009, cumpliría el máximo de su sentencia el 30 de agosto de 2019, por robo, Ley de Armas y tentativa de asesinato, entre otros.

Molina Rodríguez explicó que Rivera Marrero ingresó al sistema correccional en diciembre de 1988.

El confinado, se indicó, pesa unas 170 libras, tiene el cabello y los ojos marrones, tres tatuajes –una cara de mujer en la pierna derecha, otra cara de mujer con pelo largo en la pierna izquierda y un tribal en el brazo izquierdo.

La Unidad de Arrestos Especiales del Departamento de Corrección y Rehabilitación inició la búsqueda del recluso en unión con la Policía.

El anuncio del Secretario no sorprende a nadie, ya que según el portavoz de la Alianza Correccional Unida del Norte (ACU), Erick Caraballo, las fugas son el pan nuestro de cada día.

“Hubo una fuga hoy”, había anticipado Caraballo a este diario, antes que Molina lo anunciara.

En el 2009, indicó el dirigente sindical, ocurrieron cerca de 30 fugas en el área norte, en Bayamón, en Ponce, Arecibo y El Zarzal en Guayama.

Son varios los factores que producen las fugas, como las de confinados que participan en las brigadas de ornato y mantenimiento que ha estado implementando Corrección, con confinados que, según dijo el propio Molina a Primera Hora, son de mínima seguridad.

El problema, indica Caraballo, es que se desplazan oficiales de custodia para escoltar a estos confinados en la calle. ¿Y qué sucede? Se crean huecos en las penitenciarías que cubren con menos guardias correccionales, lo que representa un problema de seguridad en todas las instituciones.

“Donde menos guardias correccionales hay en este momento es en una vivienda de 259 confinados”, dramatizó Caraballo.

Una bomba de tiempoLos pronósticos que se hacen a viva voz es que la situación va a explotar y es cuestión de tiempo.

Se trata no sólo de la seguridad de los presos, ya que la ausencia de oficiales de custodia puede incidir en un aumento de la violencia por parte de los confinados, como se alega que ocurrió en el caso de la reclusa viequense Vivian Marie Rivera Acevedo, en la Cárcel de Mujeres de Vega Alta. Se asegura que cuando le dieron la paliza mortal, no había guardias en sus puestos. Si los había, “ se hicieron de la vista larga”.

La seguridad no es sólo para los presos, sino también para los oficiales de custodia , que se encuentran solos entre reclusos que pueden tornarse violentos contra ellos.

En el caso de los confinados en la calle, la seguridad es también para el pueblo, ya que los reclusos en las brigadas que se fugan pudieran representar alguna peligrosidad.

La ley 7 y la seguridadAunque en Corrección se detuvieron los despidos que se suponía que ocurrieran en noviembre, unos 152, ya comenzaron a ponerse en efecto, lo que según Caraballo aumentará el problema de seguridad en las cárceles.

Caraballo indicó que ya comenzaron las cesantías de empleados civiles, por lo que “ya están buscando guardias penales para sustituirlos”.

Se comenzaron a repartir cartas en áreas administrativas, mencionándose 28 en la oficina de administración, que incluye puestos civiles de secretarias, 50 en Salud Correccional, ocho técnicos sociopenales y 32 empleados de la Administración de Instituciones Juveniles.

“Los enfermeros transitorios se fueron ya”, dijo Caraballo.

“Esta mañana se fugó un confinado de las brigadas, Alex Rivera Marrero, de la 1072 de Bayamón. Molina ha estado diciendo que todos los puestos están cubiertos y tienen oficiales de más, y que hay seguridad de más, y que todos los puestos están cubiertos”, señaló.

“ La realidad es que es falso lo que dice Molina, porque utilizando como ejemplo la 1072 de Bayamón, una institución de más de mil confinados, apenas se están montando los turnos de oficiales correccionales con tan sólo 18 oficiales, dejando puestos vacíos y creando turnos que el oficial de custodia tiene que doblar todos los días”, mantuvo.

Además, la seguridad sigue afectándose cuando Molina pretende sacar oficiales para custodiar brigadas, agregó.

“Ahora llegaron las cartas de civiles, cesantías por la Ley 7, y ya están buscando oficiales para ocupar esos puestos y también para las brigadas de mantenimiento y ornato del Departamento de Recursos Naturales y la Autoridad de Carreteras”, apuntó.

El líder laboral comentó que sale caro al Estado mantener a un confinado en la calle haciendo limpieza.

No obstante, señaló que no se oponen a la rehabilitación de los confinados.

“La Administración tiene un problema grave con la Ley 7 y tienen un problema grave enviando confinados y oficiales correccionales a la calle”, advirtió.

“Las cárceles se están quedando sin oficiales para puestos claves sensibles en los que debe haber oficiales correccionales 24 horas”, afirmó.

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