¿De lo espiritual a lo secular?

lunes, 1 de febrero de 2010
Bárbara J. Figueroa Rosa
Primera Hora

Hace 30 años los rituales de muerte en la Isla estaban regidos por lo que la Iglesia dictara. En cambio, en la última década los actos de velorio y entierro reflejan, en su mayoría, una expresión de diversidad secular.
Ésa fue la reflexión que hicieron a Primera Hora un sociólogo y un antropólogo forense, al echarles una mirada a las singulares tendencias que predominan en muchos velorios en Puerto Rico, los cuales se han convertido en un evento en el que el protagonista es el arte.
Camisetas, vídeos, fotos y la música predilecta del difunto son algunas de las adaptaciones que cada día se hacen más frecuentes como una manera de “recordar” de una forma particular y personalizada al ser que muere.

“Vemos muchos casos de proyección del muerto -con mensajes en camisas o en los carros como 'te recordaremos siempre' o 'nunca te olvidaremos'-, y eso no es otra cosa que un reflejo de que el ritual se ha convertido en un evento social que se ha culturizado. Es un comportamiento que puede causar malestar e incomodidad en muchos, como pasó con el muchacho que quiso ser velado parado o con los que quieren que se velen con su cervecita en la mano”, dijo el antropólogo forense Edwin Crespo Torres.

El también profesor universitario explicó que esta transformación social es parte de la evolución de un pueblo y lo mismo sucedió en el siglo XIX cuando el producto tecnológico de la época, la cámara fotográfica, era utilizada en los velorios.
“Todo el mundo comenzó a retratar a los muertos... y al principio causó impacto porque para aquel entonces ese ritual estaba bien arraigado al asunto esclesiástico y se tenían que seguir unos cánones y respeto al muerto”, dijo, explicando que en excavaciones antropológicas se ha confirmado que “nuestros antepasados retenían, como parte del ritual de muerte, algunas partes del cuerpo de su ser querido como una forma de recordarlo”.

El sociólogo Salvador Santiago, por su parte, vio con buenos ojos el hecho de que las personas celebren rituales de muerte o casamiento basados en sus creencias, más allá de estándares religiosos.
“Es magnífico que la gente esté orientada a crear sus propios rituales en nombre de la diversidad secular, porque nos permite tener más expresión creativa y eso es algo que tenemos que entender y respetar”, dijo.
Como ejemplo, mencionó que lo mismo ha sucedido con los casamientos -tradicionalmente celebrados en las iglesias-, los cuales se efectúan en lugares tan curiosos como en los aviones.
“Definitivamente, es un avance tener control de nuestras celebraciones y eventos importantes de la vida, siempre y cuando no se viole la ley”, agregó.

Los profesionales consultados destacaron, como dato singular, que los velorios creativos en la Isla están ligados a un entorno social y socioeconómico.
“Está limitado a ciertas generaciones - especialmente entre niños y jóvenes que mueren inesperada o trágicamente- y en las clases sociales medias y bajas”, dijo Crespo al explicar que la clase alta mantiene aún un matiz conservador en el evento mortuorio.