miércoles, 13 de enero de 2010

Complejo el camino para salir del ciclo

miércoles, 13 de enero de 2010
Arys L. Rodríguez Andino
Primera Hora

Ante la mirada externa parece incomprensible, pero que una víctima de violencia doméstica se “escape” para evitar comparecer en el caso que se sigue contra su agresor puede responder al ciclo de maltrato al que ha estado sometida y al temor de que el sistema no la apoye.
Amárilis Pagán, directora ejecutiva del proyecto Matria, explicó que estadísticamente está comprobado que una mujer puede entrar y salir del ciclo de violencia doméstica ocho veces antes de darle el cierre final al patrón de maltrato.

“La complejidad es que hay una relación afectiva de por medio y toda la construcción social te lleva a creer en el amor romántico y la esperanza de que va a cambiar, reforzada además por los medios que presentan novelas donde las protagonistas pasan de todo y siempre acaba bien”, expresó la abogada.
Hasta en películas de muñequitos, como en La bella y la bestia, un ogro se puede convertir en un príncipe amoroso.

En el caso de Guilean García Vargas, quien se fue de la casa junto a los hijos que son testigos de la brutal agresión a la que fue sometida, Pagán manifestó que “si la Policía y la fiscalía hacen su trabajo en la etapa inicial, no la necesitan para procesarlo a él”.
“Cuando hay un asesinato, el muerto no se levanta para testificar. El problema que hay es que la Policía tiende a menospreciar los casos de violencia doméstica y no trabajan la escena del crimen. En sus mentes muchas veces lo ven como un caso menor”, analizó.

Aunque no quiso especular sobre las razones que pueda tener García Vargas para huir, Pagán destacó que las víctimas muchas veces temen que el caso se caiga aun si testifican.

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