lunes, 28 de diciembre de 2009
Francisco Rodríguez-Burns
Primera Hora
A pesar de las cuantiosas multas que el Gobierno emite anualmente por violaciones a los estatutos de seguridad laboral en el lugar de empleo, la cantidad de muertes relacionadas con accidentes del trabajo no deja de ser objeto de alarma y sorpresa para las autoridades.
Solamente durante el pasado año fiscal federal se reportaron 16 fatalidades y la mitad de ellas acontecieron en obras de construcción. De hecho, a esta industria se le atribuye la mayoría de los casos fatales.
Durante los pasados cuatro años no se ha podido establecer una tendencia clara en torno a la cantidad de muertes registradas, pero éstas se han mantenido relativamente altas a pesar de la baja significativa en la fuerza laboral, particularmente en la industria de la construcción. Durante el 2008 se registraron cerca de 30 muertes.
A pesar del alto número de fatalidades, el programa de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional del Departamento del Trabajo (OSHA) asegura que la empresa privada ha encaminado algunos esfuerzos para proveerles más seguridad a sus empleados. No obstante, pocos son los patronos que han implantado un programa de prevención de accidentes.
“El patrono y el empleado tienen que cumplir con unas responsabilidades. En ese sentido, nos dirigimos por buen camino, pero tenemos que trabajar con el problema”, reconoció la secretaria auxiliar del programa, Gladys Mercado.
Solamente durante el pasado año fiscal federal, que se extiende desde el 1 de octubre hasta el 30 de septiembre, la agencia inspeccionó las instalaciones de unas 1,355 compañías y encontró violaciones en la mayoría de ellas. El monto de las multas emitidas ascendió a $2.4 millones.
Las fallas detectadas en las obras pueden provocar caídas, electrocución, golpes de maquinaria o que el obrero quede atrapado. Pero muchos otros trabajadores puertorriqueños se han visto seriamente afectados por la exposición al plomo y el asbesto, entre otras sustancias peligrosas, por la falta de equipo protector.
Los patronos pueden enfrentar multas ascendentes a $70,000 por fallas por negligencia que se podrían haber corregido. Todas las multas se canalizan a través de la oficina federal de OSHA.
“En algunas fatalidades, las multas han resultado ser bastante altas. El patrono se expone a una multa de $5,000 si no reporta la multa dentro de las primeras ocho horas de la muerte”, indicó Mercado.
Las multas que enfrentan los patronos podrían aumentar significativamente debido a varios esfuerzos dirigidos por la administración de Barack Obama para aumentar la cantidad de inspectores de las oficinas de la agencia. El Presidente también se ha expresado a favor de medidas legislativas que contemplen más sanciones contra las compañías que no les proveen un ambiente seguro a sus empleados.
La administración demócrata también ha solicitado revisar legislación para impedir que patronos reincidentes impugnen la imposición de nuevas multas.
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