martes, 22 de diciembre de 2009

Temor le impedía denunciar a su agresor

martes, 22 de diciembre de 2009
Maribel Hernández Pérez y Darisabel Texidor
Primera Hora

“¿Éstas eran las Navidades que tú querías?
Así gritaba el carpintero José Meléndez Cintrón mientras apuñalaba con saña a su ex esposa en presencia de cuatro de los hijos de la mujer, quien sobrevivió a la salvaje agresión.
Meléndez, que tenía un grillete electrónico tras ser acusado por violencia doméstica el 2 de septiembre, al creerla muerta, se ahorcó utilizando una manguera.

El ama de casa Josefa Sosa Medina, de 40 años, a pesar de que vivía con miedo por las constantes amenazas de su ex pareja que quería una reconciliación, jamás pensó que fuese a ser salvajemente apuñalada porque existía una orden de protección, algo que había manifestado a su familia, natural de Isabela.
Sosa Medina se recuperaba ayer en la Unidad Estabilizadora del Centro Médico, en Río Piedras, de las 38 puñaladas recibidas en el abdomen, las extremidades superiores y otras, las cuales le perforaron hasta los pulmones.

“Yo hablé con ella, me decía: 'Yo pienso que no voy a pasar de ésta'. Pero, le dije: 'Ten fe en Dios, que por los hijos tuyos tú tienes que ser fuerte'”, respondió su prima Lissette Sosa.
La víctima no sabe que su agresor se privó de la vida, lo que cree es que se encuentra encarcelado donde ya no le podrá hacer daño.

El domingo por la mañana, Meléndez Cintrón fue visto por vecinos ingiriendo bebidas alcohólicas. Luego, estacionó su auto en la calle antes de la residencia de la mujer.
Cuando los vecinos del lugar le increparon qué hacía por el lugar, éste les indicó que estaba buscando camarones.
El carpintero aprovechó para entrar que a eso de las 10:32 a.m. la hija mayor salió a echar unas sábanas a lavar y dejó la puerta abierta.

Pero, la hija le hizo frente.
“Él vino amedrentándola con una pistola, asustando la nena, que le dijo: 'Eso es de embuste', y se metió en medio. La nena le tiró la pistola de embuste y vino él y apuñaló a la madre”, narró Lissette.
Su hija de 18 años, Carmen Antonetti Sosa, reveló que tras hacerle frente al agresor buscó ayuda de sus vecinos, los que de inmediato la ayudaron.

“Trató de agredirme también y, yo como vi eso, me alejé, salí corriendo y pedí ayuda. Gracias a la ayuda de los vecinos allí que llamaron que pudimos traerla aquí (Centro Médico) a tiempo. Todo el mundo cooperó”, dijo la jovencita.
Los vecinos de la calle A de la comunidad Santa Ana del barrio Puente Jobos, de Guayama, se encontraban ayer consternados tras la tragedia y recordaron que en esa casa hace 12 años una mujer se suicidó.

Dominga Aguirre, una vecina inmediata, reveló que fueron los gritos del hijo menor de la víctima, que le pedía a su padre que no la lastimara, los que la alertaron.
“No es fácil ver a una mujer con tantas puñaladas. Esos niños vivirán con ese doloroso recuerdo”, expresó con tristeza Aguirre, quien confía en la recuperación de la mujer.

Al momento de la agresión estaban presentes sus hijos de cuatro, siete, 11 y 18 años.
El menor, que es el único hijo procreado por la pareja, es el que más se afectó.
“De momento sale preguntando: 'Y mami, cuando vaya a salir del hospital, papi tiene que estar con el cuchillo'”, dijo.

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