Adictos al Celular

viernes, 4 de diciembre de 2009
Francisco Rodríguez-Burns
Primera Hora

Algunos puertorriqueños lo consideran tan necesario como el plato de arroz y habichuelas que les sirven a sus hijos. Pese a la recesión económica, los consumidores no escatiman en el gasto que supone un contrato familiar de teléfono celular con múltiples funciones digitales al entender que el mismo compone una parte necesaria y fundamental de su convivencia social.
A pesar del arraigo que aún sostienen los medios tradicionales en la sociedad puertorriqueña, el móvil ha obtenido mucha más penetración como herramienta de comunicación y trabajo, aunque entre las generaciones más jóvenes su potencial de crecimiento avanza a pagos agigantados.

Según demuestran los estudios de dos importantes firmas de investigación, Estudios Técnicos y OMD, siete de cada 10 puertorriqueños tiene un teléfono celular; y su utilidad (como alarma, calculadora, computador, cámara y organizador) lo convierte en un medio dinámico que establece nuevos paradigmas sociales. Para una cantidad cada vez mayor de puertorriqueños, el celular es un status symbol que se ha convertido en una “extensión de su personalidad”.
“Jóvenes dicen que no pueden vivir sin su celular” , dijo la asesora de investigación de OMD, María Isabel Casas, en una conferencia de la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadeo. “Se ha convertido en una extensión de sus vidas. El celular es su manera de proyectarse como personas”, añadió.

Igual que ha pasado con otros productos, como el reloj y los vehículos, una gran mayoría de boricuas asocian avance tecnológicos con su estatus social.
Pero cabe destacar que existen marcadas diferencias generacionales en torno a la utilidad del celular. La gente mayor tiende a utilizar el teléfono sólo para hacer llamadas, mientras que para las generaciones más jóvenes la Internet retoma espacios cruciales por los mensajes de texto y las redes sociales, como Facebook y MySpace. También hay claras distinciones entre los sexos. Por ejemplo, las mujeres fundamentan su utilidad por la seguridad que puede proveer a su familia y personas en caso de una emergencia. Los hombres, por otro lado, son más propensos a utilizar su celular como una herramienta de trabajo que puede aumentar su productividad.

Otros indicadores, que se reflejan en el análisis de Estudios Técnicos, apuntan a que el uso del celular continuará en aumento. Se cree, además, que podrá jugar un papel fundamental en las próximas elecciones del 2012, al igual que sucedió con las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos, como un medio efectivo de comunicación para los partidos políticos.
“El efecto de Facebook es algo extraordinario y ha asumido mucha importancia”, sostuvo el vicepresidente de Estudios Técnicos, Luis Rodríguez Báez, al comentar sobre los múltiples usos que se les están dando a las plataformas de red social a través del aparato.

Según el estudio de OMD, que entrevistó a un grupo de familias en su hogar para establecer las tendencias del mercado de la industria, los puertorriqueños utilizan el celular para integrarse en su círculo social, estar conectados con otros medios informativos y, hasta cierto grado, definir su sentido de individualidad.

Los profesionales gravitan hacia la adquisición de la Black- Berry, teléfono que se ha convertido en sinónimo de productividad, mientras otro segmento sustancial prefiere el iPhone de Apple. De hecho, se indica que el último ha establecido precedentes importantes en cuanto a las funciones que los consumidores esperan en su celular. “El fenómeno creció demasiado de rápido, quizás, mucho más rápido de lo que pudimos entender”, sostuvo el director general de OMD, Rubén Rodríguez Cid.

Pese a los avances del medio, uno de los principales retos que enfrenta la industria de medios es poder anunciarse a través de las plataformas digitales.
“La publicidad tradicional no funciona en nuestra era de tecnología. Tenemos que hablar de una publicidad de contenido integrada”, dijo Rodríguez Cid.