La basura no es destino para ninguna obra

lunes, 30 de noviembre de 2009
Leysa Caro González
Primera Hora

Por años la familia Michelangeli ha confeccionado majestuosas e imponentes esculturas en madera. Pero hasta ahora la única que ha sido lanzada a la basura es Tierra soñada, donada a la Isla en el 1994.
Muchas de estas creaciones han sido ubicadas en plazas y calles, expuestas a los cambios del clima. Sin embargo, “están intactas” gracias al trato que se le dio a su confección y al mantenimiento que se le ha dado para su conservación.

Las hijas del fenecido artista compartieron las imágenes de algunas de esas piezas que han estado expuestas al exterior y no han tenido el deterioro que sufrió Tierra soñada, un regalo a Puerto Rico por parte de la familia Michelangeli.
Fue develada en diciembre de 1994 en el Muelle 4 en San Juan y en algún punto entre el 2003 y 2004 fue retirada y botada, porque dizque representaba un peligro para las personas que iban al área.

Entre las obras de la familia que han sido ubicadas en espacios exteriores se destacan unos caballitos en madera, muñecas, marionetas, figuras míticas y muebles. Su materia principal es el pino, material “suave y flexible”.no hay excusa
A pesar de las particularidades del pino a la hora de crear estructuras, la realidad es que se trata de una madera que, por su naturaleza, no es resistente al clima tropical de Puerto Rico, sino a un clima templado.

Aunque esto obviamente pudo representar un problema a la hora de lograr la preservación de Tierra soñada, el final que ésta tuvo no tendría porqué haber sido el que fue, aseguró el conservador de esculturas Ángel Santiago.
Éste aclaró que, a pesar de que desconoce los detalles que rodearon la creación de la obra, el abeto, una especie de pino con el que se confeccionó la pieza, no era el apropiado para este clima. No obstante, no cambia “el hecho de que la pieza no se podía descartar”.

“Nosotros no descartamos ninguna obra que entra al laboratorio del Museo (de Arte de Puerto Rico) porque esté deteriorada. No va a recuperar su valor original, pero sí se puede llevar lo más cerca posible a la intención del artista, dejando saber siempre que ha sido restaurada”, señaló.
Hay muchos factores trascendentales que pudieron haber determinado por qué la obra se deterioró en tan poco tiempo: la madera no era la adecuada, no recibió el cuidado que necesitaba o no fue colocada en el lugar adecuado por estar expuesta a las inclemencias del clima.

A la hora de exponer una obra al clima que sea, dijo, es importante conocer el tipo de madera, el tiempo de curado de la misma, si se usó el tronco o se ensambló la pieza y procurar que no tenga contacto con la tierra. “La madera puede estar indefinidamente en el exterior, pero dependerá del tipo de madera y el seasoning que se le dé”, señaló.