miércoles, 14 de octubre de 2009

¿Terapia colectiva o tempestadv emocional?

miércoles, 14 de octubre de 2009

Carmen Graciela Díaz

Para Primera Hora


En las protestas sociales a lo largo de la historia, y debido al abanico de situaciones por las que se convocan, sus participantes modulan sus expresiones a tono con las causas que defienden y aquellas que denuncian.
Mañana, la marcha de un sinnúmero de boricuas para protestar contra el despido de miles de empleados gubernamentales pondrá de manifiesto que Puerto Rico, lejos de protestar en silencio, utilizará el grito para denunciar los efectos de estos despidos.

La socióloga Marcia Rivera comenta sobre esta marcha pública que “el derecho a protestar es fundamental al buen funcionamiento de un sistema democrático de gobierno, aunque a veces parezca que divide a la gente. En ausencia de canales de diálogo reales, la protesta es instrumento idóneo para impulsar otra visión de lo que puede ser Puerto Rico”.
Mientras las masas inundan las calles, cada individuo debe autoexaminarse con el fin de considerar qué efectos psicológicos puede enfrentar –para bien o para mal– antes, durante y después de ejercer su derecho a protestar. “Las personas que están pasando por la crisis (de haber sido cesanteados) y sus familiares sienten muchas veces, cuando están en un grupo como éste, que tienen un sistema de apoyo, de cohesión”, explica el Dr. Javier Piazza, de Servicios Psicológicos Raigambre. Según Piazza, ese sentir se traduce en alivio por una situación compartida entre esos desconocidos.

Sin embargo, en marchas como éstas, en las cuales las emociones como el coraje y la desilusión están a flor de piel, evitar caer en la violencia es un reto y responsabilidad común. El psicólogo expone que “cada uno debe revisar su diálogo interno para prever consecuencias”.
Esto, para esquivar el poner en riesgo la vida de cada cual y su respectivo núcleo familiar. Ante ese panorama, Piazza recomienda observar el ambiente y si éste se carga es vital que la persona opte por retirarse.
Y es que marchar en el espacio público requiere ciertas medidas de cuidado mientras se hace claro el mensaje colectivo. “Si la protesta no es infiltrada para generar provocaciones, debe transcurrir sin incidentes y debe servir para transmitir el sentir de la población sobre las actuales políticas públicas”, asevera Rivera.

Los resultados de la marcha, de otra parte, pueden representar consecuencias psicológicas tanto en el psiquismo individual como en el colectivo. En este aspecto, diversos escenarios posibles afloran sujetos a los resultados de la marcha.
De acuerdo con Piazza, si la protesta se torna violenta habrá individualmente efectos en cada persona; si el individuo participa o no, puede crearse un trastorno por estrés postraumático. “Por otro lado, si logra un efecto positivo, también se siente que ‘fui parte de este logro histórico’”, aclara el psicólogo.
No obstante, cada uno de los asistentes debe plantearse con anterioridad cuáles son sus objetivos para lanzarse a protestar. Ése, sin duda alguna, es uno de los principios unificadores de una marcha.

“Para ser efectiva, la protesta debe tener objetivos claros. En el caso de la que se ha convocado, se pone en evidencia el repudio a políticas públicas tendientes al desmantelamiento del aparato gubernamental, a la privatización indiscriminada de servicios públicos, y a una visión donde el mercado es conductor de la economía y la sociedad”, asegura Rivera.
Toda protesta representa luchas de poder complementadas a una decisión que cada cual debe tomar para conducirse con mesura en sus expresiones y emociones.
“Si miramos la historia de la humanidad, vemos que prácticamente todos los pueblos del mundo han utilizado alguna vez, o muchas veces, el recurso de la marcha, del paro nacional, o de la concentración como una herramienta para dejar sentir una voz colectiva”, informa Rivera. “Cuando otros mecanismos institucionales fallan, la marcha de protesta sirve para articular un pensamiento, un sentir, que afecta o es compartido por muchas personas”, puntualiza la socióloga.

Se concurra o no en la protesta, la lección que debe quedar ante este evento es que, pese a las banderas y los ideales que cada cual defienda, el respeto ante la diversidad de opiniones y la preservación del bienestar de todos deben primar.
Si vas...
Participar del paro nacional de mañana obliga a que cada individuo reflexione sobre su autocontrol. Ir o no estriba en si en realidad estás preparado emocional y físicamente para ello.
Debes ser consciente de la misión que tienes para asistir a la marcha (hablar de tus derechos o abogar por un cambio para Puerto Rico)

Evita la agresividad en cualquier lugar o situación
No es recomendable que una persona con tendencia a deprimirse o problemas de manejo de coraje acuda a un evento de esta índole
Las personas con ataques de ansiedad tampoco deben ir, ya que pueden caer en una crisis en medio de la caminata
Vela los niveles de coraje que tienes porque hay mucha gente molesta con este panorama
Sé realista y maduro en tu toma de decisiones; si vas y te van a agitar más de la cuenta, eso podría conducirte a un acto que va en tu propia contra

Recuerda que participar de una actividad como ésta, siempre es una experiencia que quedará como una marca, positiva o negativa; lo importante es cómo lidiarás con eso después

Fuente: Dr. Javier Piazza
Para una cita con el psicólogo Javier Piazza, puedes llamar al 787-292-0205.

No hay comentarios:

Publicar un comentario