lunes, 17 de agosto de 2009

Un asunto de confianza

lunes, 17 de agosto de 2009
Rosa Escribano
Primera Hora

Sería ideal vivir la vida con la plena certeza de que jamás seremos víctimas de engaño alguno. Creer a ciegas en todo lo que nos dicen mientras sentimos la seguridad de que no nos mienten. Pero el mundo real nos ha enseñado que este panorama no siempre es posible.
Sin embargo, saber inspirar confianza y aprender a evaluar la confianza en los demás es muy importante. ¿Cómo podemos desarrollarla? ¿Hasta qué punto es aceptable confiar?

Materia de seguridad
El psicólogo Carlos Sosa explica que la confianza “es un estado emocional en el que se manifiesta seguridad, ya sea en uno mismo, en una persona o en una cosa”. Es importante desarrollarla en vista de que “cuando uno está seguro o siente seguridad se puede producir en el organismo cierto equilibrio que nos produce un estado de bienestar, de comodidad”. Por el contrario, la falta de ello “nos hace sentir nerviosos, ansiosos y nos lleva a buscar ese grado de estabilidad que guarda relación con la seguridad”.

La confianza se puede evaluar en diversas dimensiones. “A nivel físico, se refiere a cuando el cuerpo está bien, cuando funciona equilibradamente porque hay unas necesidades satisfechas”. En un ámbito psicológico y social, “nos lleva a depositar sentimientos de seguridad en lo que nos rodea; esto abarca las relaciones interpersonales; a creer en su palabra”, explica el doctor.

Fundamental la experiencia
El acto de confiar y el nivel que demostremos en ello es aprendido. “Influye la seguridad con la que nos hayamos desarrollado, la experiencia según el ambiente en que nos criamos”. Por ejemplo, si nuestras necesidades han sido satisfechas adecuadamente y contamos con los recursos que las satisfacen, “desarrollamos esa capacidad de confiar”, tanto en los demás como en nosotros mismos.

Si se trata de alguien con una crianza en la que los adultos le fallaron en ciertas circunstancias, en que se le dificultó lograr metas, en que ha sido víctima de decepciones, es típica una actitud de desconfianza, según aclara Sosa.
Por otro lado, el psicólogo analiza que hay veces en que la falta de confianza puede surgir por sucesos reales. “En la actualidad, hay personas que temen perder el trabajo por dificultades económicas”. Y los eventos que hablan sobre desempleo y despidos “abonan a que muchas personas no se sientan protegidas”.

Sin embargo, un nivel de confianza -y autoconfianza- saludable te ayudará a analizar las posibilidades desde un punto de vista más objetivo y en el que te sientas seguro de que puedes salir adelante más allá de las dificultades.

Para confiar con sensatez
- Es importante que aprendas a creer en ti mismo para que otros logren ganar confianza en ti.
- Tu comportamiento es determinante para que crean en tu palabra. ¿Cumples con lo que prometes?
- Tu conducta y tus valores deben ser consistentes para facilitar que otros confíen en ti.
- A la hora de confiar en otros, dales la oportunidad de cumplir con su palabra. Es válido buscar referencias y evidencias.
- Es importante saber dónde poner límites y, del mismo modo, no excedernos en la confianza que depositen en nosotros.
- Observa su comportamiento. Identifica claves no verbales para entonces dudar sobre la veracidad de lo que dice, tales como tono de voz, expresiones faciales, etc.
- Para no caer en la desconfianza extrema, hay quienes aconsejan pensar bien de todo el mundo hasta que se demuestre lo contrario.

¿En qué profesionales confías?
Una encuesta realizada este año por la compañía de mercadeo GfK Group en 16 países europeos reveló los siguientes resultados:
Mayor confiabilidad
Bomberos 92 %
Maestros 85 %
Empleados del servicio postal 81%
Doctores 81 %
Soldados de las fuerzas armadas 81 %

Menor confiabilidad
Profesionales de mercadeo 39 %
Banqueros 37 %
Gerentes 33 %
Publicistas 28 %
Políticos 18 %

**Según una encuesta en la que nuestros cibernautas opinaron sobre 10 grupos profesionales, los farmacéuticos tienen la mayor confianza del público con un 25.74% de los votos. A éstos les siguieron bomberos y maestros. Entre las profesiones menos confiables, con cero votos, se encuentran los políticos y policías. Los abogados, por su parte, obtuvieron un 3.96% de los votos.

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