miércoles, 19 de agosto de 2009

Alcohol pone a pensar a muchos

miércoles, 19 de agosto de 2009
Arys L. Rodríguez Andino
Primera Hora

En bailamos todos o rompemos la radiola podría resumirse la opinión de representantes de comerciantes que consideran injusto excluir a hospederías de una medida que limitaría las horas de venta de alcohol.
Según datos de la Policía, repetidos por el gobernador Luis Fortuño en su mensaje del lunes, el alto nivel de consumo de alcohol a altas horas de la noche es responsable, en gran parte, de delitos violentos y de muertes en las carreteras.

La solución -según él para atender el problema de raíz- es prohibir el expendio de bebidas alcohólicas en comercios después de las 12:00 de la medianoche de lunes a jueves y después de las 2:00 de la mañana, viernes y sábado. No quedó claro cómo regirá el horario del domingo.
Para el presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Pedro Malavé, esa medida no solucionaría nada porque el vínculo de la criminalidad es, más bien, con el narcotráfico.
“Dudo que pueda tener un resultado porque el problema no es el alcohol, sino las drogas y las armas ilegales”, analizó Malavé, quien adelantó que batallarán contra la medida cuando llegue a la Legislatura.

Además, el hecho de que los hoteles queden fuera del proyecto le parece injusto y discriminatorio.
“Esa medida considera que el borracho irresponsable tiene una estrata social, y no es así”, manifestó.
Aunque no respalda que se promueva el consumo exagerado de alcohol, Malavé considera que lo importante es educar para que las personas tomen decisiones sabias.
“Se trata de la libertad de las personas. No todo el que está en un pub es un borrachón. Entonces, qué vamos a hacer para evitar el crimen, ¿que todo el mundo se quede en su casa?”, formuló el presidente del CUD.

De acuerdo con el comerciante, la medida promovería la proliferación de negocios clandestinos en “las marquesinas de las casas”. “Estoy seguro de que muchos listos en este país van a hacer eso y eso no contribuye al erario”, declaró.
El presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico (CCPR), Jorge Galliano, expresó que el organismo que dirige tradicionalmente ha respaldado que no se regulen los horarios comerciales y mucho menos que se establezcan diferencias, pero prefirió no ofrecer una declaración del todo oficial.
“Si se regulan los horarios eso no es la solución, podría ser algo transitorio. Lo mejor sería desarrollar el sentido de responsabilidad en la sociedad”, recomendó.

Aunque la CCPR no está “de espaldas a la situación que vive el país”, y sus integrantes entienden que el Gobernador debe tomar ciertas posturas, en su momento analizarán la medida y sus consecuencias.
Para el representante popular José “Conny” Varela el anuncio de Fortuño le hace justicia a una medida que él intentó pasar en el 2003.

Aunque es de los que cree que la prohibición debe incluir a las hospederías, el proyecto es una manera de seguirles los pasos a los códigos de orden público vigentes en algunos municipios.
“Yo creo que debe ser uniforme para todos, pero esto es una medida mayormente para proteger a nuestra juventud. Este país está al garete y no hay orden ni disciplina”, afirmó el legislador, quien aseguró que en Caguas hay más tranquilidad y mejor convivencia social desde que se implantó el código de orden público que limita las horas de venta de alcohol.
Con la efectividad de la restricción coincidió el sociólogo Salvador Santiago, quien aseguró que la medida ha sido exitosa en otros países.

Lo que sí objeta es que las hospederías queden excluidas.
“La ley debe ser para todo el mundo, no para las barritas solamente porque entonces el mensaje es que, si yo soy rico y puedo pagar $8 por una cerveza, pues me voy a un hotel. Yo sí puedo beber y salir borracho”, observó el también psicólogo.
El problema con el consumo de alcohol, según Santiago, es que quien determina cuánta bebida se toma es el dueño del establecimiento.
“Yo he estado en países donde avisan del último round porque cierran en 15 minutos. El mensaje debe ser que todos debemos ser responsables”, reiteró.

Santiago sí cree que el ambiente en las barras puede fomentar el consumo exagerado de alcohol.
“El consumo está mediatizado en ambientes de bebelata y poca sobriedad, pero la medida tiene que ser para todo el mundo porque, si no, trae resentimiento”, finalizó.

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