viernes, 24 de julio de 2009

Víctima de una sala que no supo tratarla

viernes, 24 de julio de 2009
Arys L. Rodríguez Andino / Primera Hora


De todas las salas de emergencias adiestradas para seguir el protocolo con las víctimas de agresión sexual, “María”, una joven violada en mayo pasado, fue llevada a una que no estaba preparada para atenderla.
No se sabe por qué, pero los tres policías varones que atendieron su querella la llevaron a emergencias en Centro Médico, donde el primer contacto de insensibilidad lo tuvo cuando le dijeron que tomara un número.
Conoce de forma interactiva los componentes del "rape kit"


María Rebecca Ward, directora del Centro de Ayuda a Víctimas de Violación (CAVV), explicó que lo primero que debe hacer el personal de sala de emergencias al recibir una víctima de agresión sexual es llevarla a un cuarto privado, separada del resto de los pacientes.
“No sé por qué la llevaron a Centro Médico. Hay otras salas que son las que están adiestradas para recibir a las víctimas”, declaró Ward.


Aunque no condena del todo que hayan sido varones los que atendieron el caso de la joven, Ward reconoció que es preferible que haya alguna mujer.
“Habría que auscultar con la unidad especializada a ver qué es lo que está pasando. Los policías deben estar adiestrados y capacitados. Además, si tienen dudas (con el protocolo), pueden llamar a la línea de ayuda”, declaró la directora del CAVV).


Según Ward, en su oficina se auditan las 65 salas de emergencia adiestradas en el protocolo para las víctimas de agresión sexual y en todas saben que siempre debe haber personal preparado para atender los casos.
En el Centro Médico esas salas son las del Pediátrico, el Municipal y el Universitario, a donde debieron referir a la joven agredida.


Además de los preventivos de embarazo y de infecciones de transmisión sexual que reciben las víctimas de violación, el hospital debe activar inmediatamente una trabajadora social para que maneje la parte emocional.
“Todas las salas de emergencia deben tener trabajadora social. Si es fuera de las horas laborables, entonces deben tener una on-call. Si hay una víctima, la tienen que activar”, reiteró Ward, quien destacó que un caso de agresión sexual es prioridad en una sala de emergencias.
Diez horas pasaron antes de que María recibiera los preventivos, esenciales para que la víctima no tenga consecuencias de salud.


Parte del retraso en la atención de la joven se debió a que no tenían el rape kit, equipo de colección de evidencia de agresión sexual que puede ser determinante en el esclarecimiento de un caso de violación.
“Nosotros distribuimos los kits a todas las salas de emergencias. Definitivamente, decidieron atenderla ahí, pero no creo que sea el lugar que nosotros adiestramos. No entiendo qué pasó aquí”, cuestionó Ward.


Aunque lo apropiado para Ward sería que Ciencias Forenses analizara la evidencia recopilada en cada rape kit , la realidad es que lo hacen cuando Justicia les dice que verá el caso.
“Lo ideal sería que los analizaran todos porque (los violadores) pueden aparecer, aunque sea por otro delito”, analizó.

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