lunes, 12 de mayo de 2008

Grave problema la rehabilitación

lunes, 12 de mayo de 2008
Leysa Caro González
Primera Hora

Cuando el rapero Mexicano 777 salió de la cárcel, en el 1991, pensó que finalmente había logrado la libertad que tanto anhelaba. Pero, tan pronto los barrotes se abrieron y colocó un pie fuera descubrió que su verdadero encierro acababa de iniciar.

"¿Qué hice? Irme al punto y traquetear, claro que sí, porque esa niña tenía que beber leche, porque esa niña necesitaba pampers”
Mexicano 777 / Rapero

Quizás, como la mayoría de los reclusos, Israel Perales Ortiz, nombre verdadero del cantante, salió en busca de una nueva vida. Tenía una hija pequeña y deseaba hacer las cosas bien para ofrecerle un mejor porvenir.

Trató y trató, pero se encontró con todas las puertas cerradas gracias a un sistema, que según él, en lugar de ofrecerles a los convictos una verdadera esperanza de vida, los estigmatiza por el resto de sus días por haber violado la justicia. “Cuando salí de la cárcel, en el 1991, nadie me daba trabajo y yo tenía mi hija. Llegó un momento dado en que yo buscaba y buscaba y decía: 'Dios mío un trabajito, aunque sea barriendo, y ni eso aparecía”, relató el cantante, quien participó de una mesa redonda realizada por PRIMERA HORA a raíz de la violencia que nos afecta.
Escucha las soluciones que presentó el panel

Su certificado de conducta decía que era un “delincuente”, así que las probabilidades de que alguien le diera trabajo eran casi inexistentes. “Cuando te presentas a pedir trabajo, porque tienes un hijo o una hija, te piden el certificado de buena conducta e inmediatamente leen eso (que eres un delincuente) y te dicen: 'Te llamamos y te quedas esperando'”, indicó.
Y, ¿qué hizo Mexicano para seguir adelante con su vida? Volver al punto, confesó sin reparo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario