Un 60% de los encuestados dijo que es importante el amor para tener sexo.
martes, 13 de mayo de 2008
Mabel M. Figueroa
Primera Hora
Los infieles son más, cada vez más.
Pegarle cuernos a la pareja ya no parece mantenerse como un secreto a muerte y, de hecho, esta práctica ha mantenido una tendencia alcista, especialmente entre los hombres puertorriqueños.
“La infidelidad crece”, concluyó la encuesta que realizó PRIMERA HORA sobre la hábitos sexuales en Puerto Rico.
Y sí, así parece ser cuando más de la mitad de los entrevistados hizo esa confesión.
Específicamente, el 63% de los encuestados admitió serle o haberle sido infiel en alguna ocasión a su pareja. Esta tendencia mostró un aumento en comparación con el estudio que se llevó a cabo en el 2002, que reveló que el 53% echaban una o varias canitas al aire.
Los más infieles: los hombres.
Es más, el 66% reveló que su pareja le había sido infiel, cifra que en el 2002 llegó a un 55%.
Lo que parece increíble es que, paralelamente, un gran 60% dijo que es importante estar enamorado para tener sexo —en el 2002 fue un 57%.
Esta incidencia de sexo con amor es mayor entre las mujeres que respondieron la encuesta.
Hogar, escuela, tv y amigos
La vida sexual de los puertorriqueños parece comenzar en los adolescentes a los 16 años, reveló la encuesta. Y son el hogar, la escuela, la televisión y los panas las universidades para aprender sobre la vida sexual.
Es importante que la mayoría —el 44%, de entre los 25 y 34 años— haya aprendido sus lecciones sobre el sexo responsable en sus propios hogares. El segundo lugar— con un 42%, entre los adultos y las mujeres— lo ocupa la escuela, universidad o centro de estudio. Otro 38% dijo que en la televisión fue que aprendió de sexo y un 33% con amistades o una pareja.
Otro dato relevante es que tres de cada cinco de los entrevistados aseguró que la comunicación entre padres e hijos sobre este tema se “mantiene estable”.
La mayoría del 77% contestó que el sexo es parte de nuestra naturaleza, aunque en el 2002 fue un contundente 81%.
Esto, a su vez, trajo cambios leves sobre la actitud ante el sexo. Por ejemplo, los que piensan que el sexo sólo es bueno para reproducirse aumentó de 4% hace seis años a 23% en 2008. Eso mismo se nota entre los que creen que el sexo es un pecado castigado por Dios: 4% en el 2002 vs. 19% este año.
Es un cambio notable.
Aunque el 91% de los entrevistados no era virgen, el 9% sí lo era, sobre todo entre los 18 y 24 años.
¿Por qué son vírgenes todavía?
Convicciones o creencias religiosas fue la respuesta principal. El temor a contraer enfermedades sexuales resultó ser un punto secundario entre este grupo.
Pero, no es que no hagan nada: los besos y las caricias son los juegos sexuales que usan para satisfacerse.
Enfermedades y anticonceptivos
La encuesta reveló una leve alza —de 9% a 15%— entre los boricuas que admitieron haber padecido de alguna enfermedad sexuales.
Esto va estrechamente ligado a que mientras en el 2002 el 85% de los entrevistados dijo estar preocupado por contagiarse con una enfermedad sexual, en la de este año esa cifra bajó a un preocupante 65%.
Las mujeres mostraron más preocupación de contagio que los hombres y sólo un poco más de la mitad de los entrevistados admitió que pide a su pareja o usa condones para protegerse de enfermedades sexual.
El condón es el rey de los anticonceptivos, los que un 67% de los encuestados dijo que usaba.
La iglesia, otra vez, tiene influencia en la vida sexual de los boricuas, cuando un 44% confesó que toma en consideración las recomendaciones religiosas a la hora de usar o no métodos anticonceptivos. En consecuencia, reza el estudio, un 43% cree que la Iglesia debe “inmiscuirse” en este tipo de decisiones.
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