lunes, 12 de mayo de 2008

El riesgo de imitar

lunes, 12 de mayo de 2008
Rosa Escribano
Primera Hora

Si existe un sueño muy compartido por miles de niños, niñas y adolescentes en el mundo, es el de convertirse en alguien similar a ese artista favorito, jugador famoso o modelo de revista. De ahí que muestren gran admiración e interés en seguir de cerca sus vidas.

La realidad es que la tendencia a querer imitar a las personas que admiramos no resulta nueva, y más aún si se trata de una figura famosa. Sin embargo, esto puede provocar cierta preocupación para muchos padres cuando ese modelo a seguir refleja un comportamiento reprochable o inapropiado. En este sentido, ¿cómo los padres pueden manejar positivamente sus inquietudes? ¿Deben mostrarse muy restrictivos?

Conducta que preocupa
La lista de escandalosos incidentes parece no tener fin. El pasado año Paris Hilton fue a la cárcel por cargos relacionados con conducir bajo la influencia del alcohol. Britney Spears ha sido acusada de ser una madre irresponsable, además de sufrir problemas de adicción a drogas. La cantante y actriz Miley Cyrus, famosa por su personaje Hannah Montana, fue criticada recientemente por posar semidesnuda para la revista norteamericana “Vanity Fair”. Y como si fuera poco, hace unos días la actriz Lindsay Lohan fue acusada de robar un abrigo de piel. No obstante, siguen figurando como favoritas para muchas niñas y adolescentes.

El psicólogo clínico de niños y adolescentes, el Dr. Enrique Gelpí Merheb, expone que por lo general “lo que admiran de ellos es la fama y ser el centro de atención”. También, “buscan originalidad, aceptación, todo lo que buscan a lo largo de su desarrollo, especialmente, durante la adolescencia”.

Por otro lado, el doctor menciona el alto grado de influencia que tienen “varios canales de televisión de programación infantil, que trabajan con estrategias comerciales para glorificar a estos artistas”. Igualmente, los diversos medios de comunicación con su constante publicidad dirigida a cubrir el mínimo detalle de intimidad de muchas de estas celebridades.

A su vez, el doctor aclara que esta inquietud no sólo se limita a estas celebridades de la nación norteamericana. También se extiende a varios de los exponentes de la música, incluyendo los del género del hip hop y el reguetón. “No son todos, pero hay algunos que a través de sus canciones o de sus vídeos musicales presentan un estado donde el hombre es el que está en una posición de poder, con varias mujeres peléandose por él y con carros excesivamente caros”, señala a modo de ejemplo. En este sentido, “no podemos perder de perspectiva que hay una influencia visual, por lo que presentan los vídeos, y cognitiva, por los mensajes que transmite”, lo que también ejercerá cierto grado de influencia en la población que los sigue.

Más que una moda
A su vez, el psicólogo aclara que el afán de imitar va más allá de ser una moda. “Sí existe un bagaje teórico e investigativo que demuestra que ese tipo de aprendizaje negativo se puede dar por imitación”, expone Gelpí Merheb. En este sentido, hace referencia a las teorías del psicólogo canadiense Albert Bandura, que comenzaron a difundirse en la década de los sesenta. Este experto realizó varias investigaciones para conocer más sobre lo que se denominó aprendizaje observacional o a través de la observación. En sus investigaciones encontró que los niños del estudio que fueron sometidos a imágenes o programación violenta demostraron un comportamiento agresivo cuando se encontraron con una situación similar a la expuesta. “Y estamos hablando de una época en la que el medio predominante era la televisión”, menciona el doctor. “Hoy día los niños y los jóvenes están expuestos a otros medios como la Internet y los teléfonos celulares”.

Sin embargo, el doctor menciona con énfasis que “tenemos que entender que aprender por observación es un proceso natural y saludable dentro del desarrollo de los seres humanos”. De hecho, “nos da la oportunidad de adquirir un buen comportamiento y de imitar conductas admirables”. Cabe aclarar que “este proceso tiene mucho que ver con los roles de las personas que ese niño identifica como importantes para él”. Por lo general, durante los primeros años “esta persona es el padre, la madre o encargado”. Posterior a eso, se añade el maestro y los amigos, entre otras figuras. Y luego, conforme va creciendo “y se expone a otro ambiente y gana más libertad, el niño pasa a modelos externos”. Precisamente, “ahí es que muchas veces pueden entrar las figuras de los artistas”.

Cómo puede afectar
Para empezar, el doctor resalta que “cuando los papás en sí no fueron modelos positivos para esos niños, entonces están en mayor riesgo de ser afectados por la influencia de estas personas (celebridades)”. Además, “hay que aclarar que no se trata de una reacción causa y efecto”, enfatiza el doctor. “No es que de manera automática se da que si mis padres no fueron un buen ejemplo, yo tampoco lo seré”. De ahí su insistencia en decir “que están en mayor riesgo en comparación con alguien que no estuvo expuesto a ello”. A esto cabe añadir que el grado de influencia será mayor “si se trata de un niño con sentimientos de abandono, de rechazo; que no tiene claro sus valores”.

¿Posible evitarlo?
Muchos padres se cuestionan si es aconsejable interferir en mayor medida para evitar que sus hijos se expongan a la publicidad de estas estrellas con una conducta cuestionable. “Vivimos en una sociedad en que por más que tratemos de evitarlo, ellos (los niños y adolescentes) se van a exponer de todas formas”. Además, “no se trata de amordazar ni de ser puritano, sino de supervisar y enseñar buenos valores”. Claro que hay que entender que trabajar en esta meta “suele ser difícil porque implica un compromiso constante con la crianza de nuestros hijos, tanto a corto como a largo plazo”. Y en este aspecto observa que “a veces muchos padres yerran con la idea de que la transición de su niño hacia la adolescencia es un montón de tiempo, pero la realidad es que no lo es”. Por eso “inculcar buenos ejemplos y valores es algo que hay que trabajar desde que nacen”.

El Dr. Enrique F. Gelpí Merheb es psicólogo clínico especializado en niños y adolescentes. Para citas, llama al 787-726-0184. Para talleres de manejo de conducta difícil y cualquier otro tema relacionado con niños y adolescentes, puedes comunicarte a Pro-Parents Seminars al 787-645-1781.

Qué puedes hacer

El Dr. Enrique Gelpí Merheb menciona varios consejos para aprender a manejar la preocupación de muchos padres respecto a la influencia negativa que algunas celebridades puedan ejercer en los hijos.

Antes de exigir, recuerda que como padre o madre, eres tú quien tienes que empezar por ser un modelo social positivo para tu hijo.

Muchas de las figuras famosas son criticadas por proyectar una imagen de vanidad. Por eso, desde pequeños, procura desarrollar en tus hijos algún tipo de compromiso social. Esto puede ser la importancia de reciclar o hacer donaciones -por pequeña que sea la cantidad- a entidades benéficas, por ejemplo.

Enséñales el valor de la empatía, de aprender a ponerse en el lugar del otro y comprenderlo.
Oriéntalos para que aprendan a manejar apropiadamente la frustración y el enojo, de manera que no caigan en el riesgo de buscar alternativas negativas “para compensar eso que no tengo o que no puedo hacer”, señala el doctor.

Es importante enfocarse en el reconocimiento constante de los buenos actos de tus hijos.
A la hora de establecer disciplina, procura ser firme con las normas.

Una de las críticas que menciona el doctor es que “tienes a niños pequeñitos con papás que son los primeros en fomentar que se vistan igual que muchas de estas figuras famosas”. Y en ocasiones, “lo que empieza como algo inocente a veces termina como un modelo social negativo”. En este sentido, es importante que el adulto evalúe cuándo avalar esta conducta en los hijos conforme al nivel de madurez del pequeño.

A veces pasa que quien ha sido un ídolo de tus hijos es sorprendido por primera vez en un acto inapropiado. En este caso, “primero, el adulto debe poner en perspectiva que eso no tiene por qué pasarle a mi hijo”. Segundo, más allá de endiosarlos, “recuérdale que ese artista famoso no es perfecto”. Y tercero, “usa esa experiencia negativa para que el niño analice las consecuencias de obrar mal, que sea consciente de que esas figuras están ahí y no tengo por qué imitar todo lo que hacen”.

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