viernes, 7 de septiembre de 2007

Dependencia fatal

viernes, 7 de septiembre de 2007
Rosa Escribano
Primera Hora

A lo largo de la historia el tema de las adicciones, en general, ha acaparado el interés de muchas personas. Por eso, no sorprende la cantidad de investigaciones realizadas con miras a descubrir el porqué de este comportamiento y el modo de superarlo.
Pero, más allá de los numerosos estudios y descubrimientos en torno a esta conducta, todavía hay quienes manifiestan ciertas interrogantes. ¿Quiénes están más propensos a desarrollar comportamientos adictivos? La posibilidad de ser adicto, ¿se hereda? Y, ¿por qué resulta tan difícil la rehabilitación?

Una enfermedad
Una de las dudas más comunes referente a la adicción es la de si se trata de una enfermedad o de un comportamiento voluntario. Al respecto, el psiquiatra Ramón Parrilla, director médico del First Hospital Panamericano, aclara que “se trata de una enfermedad porque hay un elemento de compulsión”. Y, aunque en psiquiatría este término se utiliza para clasificar la dependencia hacia una sustancia (como el alcohol y las drogas), cada vez se hace más popular definir como adicciones los comportamientos compulsivos que llevan a una necesidad obsesiva hacia una actividad o un hábito (como la adicción por los juegos de azar, la Internet, el sexo, el sobre comer y comprar, entre otros). Lo que lleva a que algunas disciplinas los denominen como adicciones es la similitud que guardan con el perfil de un paciente alcohólico o drogodependiente. Parrilla señala que “hablamos de un comportamiento que se distingue por la falta de control de la persona hacia el objeto deseado”. Igualmente, “se observa que la persona pone en riesgo su salud y su estabilidad laboral y familiar, todo por involucrarse en ese comportamiento al punto de que se hace esclavo del mismo”.

¿Se hereda?
El psiquiatra señala que “se ha encontrado que sí hay una predisposición genética a desarrollar una conducta adictiva”. Al menos, “así se ha visto con las drogas y el alcohol”, especifica el doctor. De hecho, uno de los estudios más famosos se realizó en Europa en la década de los setenta. A través del mismo, “se observó que los hijos de padres alcohólicos, que fueron dados en adopción, tenían 4 veces mayor predisposición a desarrollar alcoholismo en comparación con la población general”, detalla el doctor. Incluso, “estudios han demostrado que la tolerancia al alcohol en hijos de alcohólicos es distinta a la de aquellos cuyos padres no padecen esta enfermedad”, añade el psiquiatra.

Otra observación que ha llevado a concluir que “existe una predisposición a ser adicto concierne a la guerra de Vietnam, en la que muchos soldados se expusieron a narcóticos como la heroína”, señala Parrilla. Sin embargo, se descubrió que los que desarrollaban la adicción eran, principalmente, los que ya tenían predisposición a la misma.
Cabe destacar que “no podemos hacer a un lado otros factores que facilitan el desarrollo del comportamiento adictivo, como el entorno donde se desenvuelve esa persona y cuán expuesta está al objeto de adicción en sí”, añade el doctor.

Determinante la edad
Por otro lado, el psiquiatra resalta que el grupo de la población más susceptible a ser adicto es el de los adolescentes. La razón para esto recae en el hecho de que, además de estar expuestos a la presión de grupo, “otras condiciones psiquiátricas -como la depresión y el trastorno bipolar- los hacen más susceptibles a caer en adicciones, en comparación con los adultos”. A la misma vez, se ha encontrado que cuando se trata con éxito la condición psiquiátrica en cuestión, “existe la gran probabilidad de que disminuya el uso de sustancias controladas”, especifica el galeno. Sin embargo, en adultos no necesariamente sucede así. “Hay que tener en cuenta que mientras más tiempo se ha estado expuesto a la adicción, más difícil es erradicarla”, aclara el doctor.
Por otro lado, “se ha observado que el hombre tiene mayor propensión a desarrollar una conducta adictiva en comparación con la mujer”, especifica Parrilla. Solamente existe una excepción y es la que concierne a la adicción al cigarrillo, “que, en años recientes, se ha equiparado con la del hombre”, advierte.

El camino a la rehabilitación
Aun cuando una persona adicta reconozca las consecuencias fatales de su conducta -que, incluso, pueden llevarla a la muerte-, uno de los aspectos que más llama la atención es la dificultad para una rehabilitación. “La adicción es una enfermedad de múltiples recaídas”, menciona el doctor. Para empezar, “es importante la aceptación de parte de la persona enferma”, declara. Sin embargo, éste es uno de los pasos más complejos para el adicto. “No resulta agradable tener que aceptar que algo me ha dominado, en vez de ejercer yo dominio sobre ello”, explica. También, a las personas “se les hace difícil por el estigma social, por la idea de que aceptar ser adicto posiblemente conduzca a un rechazo”.

A su vez, otro factor que puede obstaculizar el éxito de una rehabilitación es que el adicto “no se haya dado cuenta del impacto negativo que la condición tiene sobre sí mismo y su entorno, aun cuando quienes lo rodeen traten de ayudarlo a avanzar en ese proceso de aceptarlo”, analiza el psiquiatra. Por eso, se observa que “muchas personas tienen que ‘tocar fondo’ para llegar al punto de reconocer su condición”, añade.

También, el apoyo de seres queridos representa un elemento determinante para superar el problema. “No es lo mismo una persona que tenga la ayuda de sus familiares, que una que esté sola, que se sienta abandonada”, señala a manera de ejemplo. Del mismo modo, el compromiso del paciente de asistir a los diversos grupos de apoyo (Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, etc.) contribuye con el proceso de rehabilitación.

Por otro lado, Parrilla enfatiza que toda persona con un problema de adicción o un comportamiento compulsivo debe entender que “no basta la voluntad para una recuperación”. Por el contrario, “es importante un reconocimiento del problema, el interés de querer superarlo y buscar ayuda profesional para iniciar el proceso de rehabilitación”.
El Dr. Ramón Parrilla es director médico del First Hospital Panamericano. Para más detalles, llama al 787-739-5555. Para conocer tu centro de apoyo más cercano, llama a la línea de ayuda y orientación del hospital al 1-800-981-1218.

Más sobre este comportamiento
El Dr. Ramón Parrilla, director médico del First Hospital Panamericano, comparte información recopilada de numerosos estudios concerniente a la conducta adictiva.
Se estima que el 22 por ciento de la población puertorriqueña es adicta al tabaco (específicamente, el cigarrillo).
Datos recientes apuntan a que entre un 12 y 14 por ciento de los puertorriqueños son alcohólicos.
En Puerto Rico, la cantidad de pacientes adictos (no de usuarios) a drogas ilegales apenas alcanza un 4 por ciento, lo que representa menos de una tercera parte en comparación con las drogas legales (el cigarrillo y el alcohol).
Estadísticas revelan que en Estados Unidos se registran, aproximadamente, 400 mil muertes al año como consecuencia del cigarrillo, mientras que los decesos relacionados con las drogas ilegales llegan a 2 mil al año.
Se estima que la cantidad de muertes relacionadas con el alcohol, en Estados Unidos, asciende a 100 mil.
Entre las enfermedades psiquiátricas se ha observado que la esquizofrenia suele estar acompañada del abuso de algunas drogas. Se estima que el 80 por ciento de estos pacientes utiliza tabaco y que un 45 por ciento abusa de otras sustancias.
El alcoholismo se refleja, mayoritariamente, en la población masculina. Sin embargo, se ha observado que las manifestaciones de esta enfermedad son más severas en la mujer que en el hombre.

Curiosamente, se estima que para un alcohólico la pérdida más devastadora es la del empleo, lo que suele motivarle más a buscar tratamiento.
Un estudio de psiquiatría con pacientes alcohólicos, realizado en Estados Unidos, encontró que este tipo de persona necesita de 1 a 3 años de sobriedad para regresar a su personalidad premórbida (la que tenía antes de ser alcohólico).

Daños al cerebro
La Dra. Brenda Deliz, neuróloga y profesora asociada de la Sección de Neurología de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico, menciona varios datos concernientes a ciertas reacciones en el cerebro como producto de ciertas adicciones.
A través de radiografías se ha visto que se manifiestan cambios en el tamaño cerebral. Por ejemplo, en alcohólicos activos se han observado muchos casos de pérdida de volumen de masa cerebral. “Antes, se pensaba que era un efecto tóxico del alcohol, causando pérdida de neuronas”, señala Deliz. Pero, en la actualidad, se piensa que este efecto pudiera ser reversible si se deja de consumir alcohol.

Del mismo modo, cualquier parte del cerebro puede verse afectada por los daños causados por ciertas drogas si se toman en cuenta los daños asociados con deficiencias nutricionales, eventos cerebrovasculares y cambios de adaptación cerebral.
Puesto que la química del cerebro se altera con el uso de ciertas sustancias, esto influye, en cierta medida, en la dificultad para una rehabilitación, “ya que el cerebro que ahora está tratando de dejar la droga no es el mismo que cuando empezó”, destaca la doctora. “Hay que tener en cuenta los cambios, a nivel bioquímico (de neurotransmisores), que ocurren con el uso sostenido de las drogas”, aclara la doctora.

Algunos de estos daños son reversibles, pero, todo dependerá, en gran medida, del tipo de drogas y el al que el cerebro haya estado expuesto a las mismas.
Para citas con la Dra. Brenda Deliz, puedes llamar al 787-758-7910. También, puedes comunicarte a la oficina del Grupo Neurológico Santos-Deliz al 787-782-7700.
Dónde buscar ayuda
Existen varias instituciones donde puedes recibir orientación en torno a cómo manejar diversos comportamientos adictivos.

Alcohólicos Anónimos
Caguas: 787-704-1634
Arecibo: 787-878-1544
Aguadilla: 787-882-4538

Assmca - Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción
San Juan: 787-763-7575

Centros de salud mental de Assmca
Caguas: 787-744-1771
Aguadilla: 787-891-3000 ext. 2061
Mayagüez: 787-834-8686 ext. 2265
Arecibo:- 787-878-3557 ext. 39
Bayamón, Unidad psiquiátrica para niños y adolescentes: 787-740-1925
Río Piedras, Hospital de Psiquiatría: 787-766-4646
Ponce: 787-844-0101

Clínica Interdisciplinaria de Psiquiatría Avanzada (San Juan) 787-721-2040

Community Cornerstone
Yauco: 787-992-0043, 787-992-0044
Ponce: 787-651-0030, 787-651-0031

First Hospital Panamericano
Cidra: 787-739-5555

Línea de apoyo y orientación: 1-800-981-1218

Centro Panamericano de:
Bayamón: 787-778-2480, 787- 778-2425
Caguas: 787-286-2510, 787-286-3964
Hato Rey: 787-758-4845, 787- 758-4556
Humacao: 787-285-1900, 787-285-1910
Manatí:- 787-854-0001
Ponce: 787-284-5093, 787-812-0997

Hospital Psiquiátrico Metropolitano
Cabo Rojo: Línea de apoyo y orientación (24 horas) 787-851-0833

Narcóticos Anónimos
Río Piedras: 787-763-5919, 787-637-9901

Overeaters Anonymous (Comilones Compulsivos)
Información para toda la Isla: 787-783-6745

San Juan Capestrano Trujillo Alto: 787-760-0222

Línea de apoyo y orientación (24 horas): 1-888-967-4357

Teen Challenge 787-758-6440

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