viernes, 24 de julio de 2009

Arreglos millonarios a La Fortaleza

viernes, 24 de julio de 2009
Mariana Cobián / Primera Hora


El Gobernador lleva alrededor de un mes sin usar su oficina en La Fortaleza.
El despacho oficial tiene los muebles y la alfombra cubiertos con plásticos, y un gran boquete adorna el techo, justo al lado de la lámpara central.
Tremendo susto pasó Luis Fortuño cuando, sentado en su escritorio, vio cuando un pedazo del plafón de yeso del techo cayó sobre uno de los sofás ubicados en el centro del salón que, afortunadamente, estaba desocupado.


Personal del Palacio de Santa Catalina relató que el Primer Ejecutivo salió asustado, procurando a la administradora, Velmarie Berlingeri.
“El susto fue bastante grande”, comentó Berlingeri sobre la reacción de su jefe.
La prioridad de arreglar el acondicionador de aire pasó a un segundo plano.
La arquitecta Maritere Irizarry explicó que, una vez ocurrió el incidente, se comunicaron con el Instituto de Cultura Puertorriqueña y con la Oficina Estatal de Conservación Histórica para poder verificar qué causó el problema. Se dieron cuenta de que se rompió el codo de la bañera del baño de los hijos de Fortuño, localizado justo encima de la oficina. La reparación tiene un costo de $32 mil y se espera que termine la semana que viene.


El presidente del Patronato del Palacio de Santa Catalina, Manuel H. Dubón, indicó que por lo regular la fundación –avalada por orden ejecutiva en 2002 para levantar fondos para la adquisición de mobiliario y obras de arte– no interviene en el mantenimiento pero, “llegamos hace dos semanas (a la presidencia) y nos encontramos con esta emergencia”.
“Antes de estar decorando y pintando, esto tiene prioridad”, indicó Dubón en un recorrido con la prensa.


Todos los cuatrienios se gastan millones de dólares en arreglos a la mansión ejecutiva. En esta ocasión, evalúan además cuánto costará el arreglo de filtraciones en distintos puntos, incluido el Salón de los Ex gobernadores, donde la pintura de Rafael Hernández Colón se afectó por el agua que baja por la pared.

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