lunes, 15 de junio de 2009

Sufrir innecesariamente

Por Roberto Trigiall
Especial para ESCENARIO
15 de junio de 2009 04:00 am

Para un mejor entendimiento es importante hacer una distinción entre el dolor y el sufrimiento. Cuando se habla de dolor, generalmente se está refiriendo a todo lo que se vincula con lo físico, pudiendo ser un dolor de muelas, un malestar estomacal, etc. En cambio el sufrimiento, se encuentra estrechamente relacionado con las emociones, sentimientos, imágenes y pensamientos.

Se puede ver que el sufrimiento es algo muy personal y de tipo cualitativo. Cada persona lo va a sentir a su manera, por eso es muy difícil poder cuantificarlo. Pero existe un tipo de sufrimiento que se caracteriza por ser innecesario, dado que puede evitarse. Este tipo de sufrimiento se alimenta de situaciones o hechos del pasado, como así también anticipa un futuro sombrío y sufrido.

En el sufrimiento innecesario, los individuos se enredan en la búsqueda de situaciones pasadas que hayan generaron mucho sufrimiento, produciendo una reactivación del mismo. En última instancia es un volver a sufrir, pero hoy. Cuando se proyecta o se anticipa un futuro con mucho sufrimiento, se está adelantando algo que no se sabe si va a ocurrir, aunque a la mente no le importa si va o no va a suceder, dado que vive esa anticipación del futuro como si fuera un hecho.
En las situaciones señaladas de sufrimiento innecesario hay una constante que es: “No vivir el aquí y ahora”. El sufrimiento innecesario no puede subsistir en el aquí y ahora, dado que necesita de sufrimiento pasado o anticipación imaginaria de sufrimiento futuro. En el aquí y ahora de cada persona la situación es muy diferente, debido a que si algo le molesta es posible iniciar alguna acción, pero pelear contra un pasado que ya no está, o intentar combatir algo que todavía no sucedió, es como querer agarrar el viento con las manos.

Al focalizarse en el presente, se caen algunos sufrimientos innecesarios, que sólo servían para esclavizar y sacar una energía vital. Es mejor recordar que el pasado ya no está, aunque se pueda recurrir a él cuando sea necesario en el presente, dándole el valor apropiado. El futuro no vino todavía y todo lo que se pueda pensar sobre lo que va a venir, forma parte del mundo imaginario de cada individuo.

Sugerencias:
1) Aprenda a soltar el pasado, es fundamental - soltar o morir para el pasado, no significa olvidar lo sucedido, sino que se sigue reviviendo una y otra vez.

2) La felicidad es una actitud y no un resultado - algunos dicen “cuando me case seré feliz”, o “cuando tenga mi primer hijo” o “cuando termine la universidad”, y así siguen buscando la posibilidad de ser feliz. Lograr los objetivos es muy bueno, pero la felicidad está en la actitud y no en cumplimiento de todos los objetivos. Se puede ser feliz, aunque todas las metas no se hayan cumplido.

3) Las historias gustan más que la verdad - a la mente de mono parlanchina le encanta más las historias que conocer la verdad. Recuerde que la verdad libera, pero la mente no le quiere libre, por el contrario le quiere como sus esclavos. A ella le encanta enredarse en mil y un historias.

4) Es importante saber dónde poner la atención - si deposita la atención en pensamientos tóxicos, tendrá cada vez más pensamientos tóxicos. La atención funciona como una lupa, agrandando aquello donde se deposita.

5) El tiempo no pasa, es uno mismo quien pasan a través del tiempo Aproveche cada minuto como si fuera el último, debido a que no hay posibilidad de vivir lo que se fue.

Recuerde que preocuparse, es anticiparse a algo que todavía no sucedió, pero ocuparse es actuar en el momento adecuado. Por eso en la medida que se ocupe con lo que le sucede en el aquí y ahora, muchos de sus sufrimientos innecesarios empezarán a abandonarle. Es evidente que podrá seguir planificando actividades, pero sin quedar atrapado en sufrimientos pasados ni en preocupaciones por el futuro. El autor es Psicólogo, Escritor y Conferencista Internacioal. Escritor de los libros Psicomeditación y Psicobelleza

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