jueves, 23 de abril de 2009
Maribel Hernández Pérez
Primera Hora
Abandonados a su suerte, un par de hermanitos de dos y tres años eran dejados solos, sin comida y encerrados en una habitación por su madre, quien en ocasiones salía a trabajar durante la noche en un club exótico.
La triste vida que llevaban los niños, que nacieron con problemas respiratorios, salió a relucir el martes por la noche cuando vecinos de la calle 42 de la urbanización Sierra Bayamón, que durante los pasados meses sospechaban del maltrato y negligencia del que eran objeto, llamaron a la Policía al escuchar los gritos del mayorcito.
“No tienen muebles, el colchón donde estaba el mayorcito tenía excremento de animales, estaba sentado a oscuras y el otro estaba bien dormido, hicimos ruido y no se despertó”, explicó el agente Juan Melecio del cuartel de Bayamón Norte, quien fue el patrullero que llegó primero a la casa.
Fue necesario que con la ayuda de los vecinos se forzara una ventana para poder lograr acceso a la casa y 45 minutos después llegó la madre de los menores, identificada como Joangeliz Laureano Méndez, de 21 años, alegando que salió a llevarle comida a un hermano.
Sin embargo, en su residencia no había ningún alimento en la nevera y había pasado largo tiempo sin cocinar, según observó Melecio.
La perilla del cuarto de los niños estaba amarrada con unas tiras a otra puerta porque, según la madre, los menores se salían de la residencia, dijo Melecio, quien declaró que había mucho calor y peste en el hogar.
El casero de la mujer, Harry Figueroa, quien le arrendó la casa hace seis meses, indicó que desde el primer mes que comenzó a vivir allí notaron la conducta negligente de la mujer.
Hace dos meses los menores fueron dejados solos y salieron de la residencia con los biberones en las manos. En esa ocasión fueron recogidos por una vecina.
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