23 de abril de 2009 04:00 am
Ha sido más que notable el envolvimiento de distintos sectores de la opinión pública en la celebración del Día del Planeta Tierra. Desde el gobierno, los municipios, las entidades privadas, todo el mundo ha llevado a cabo actividades como celebración de este día, haciendo exhortaciones a conservar los recursos naturales.La celebración evidentemente es terreno fértil para eventos de relaciones públicas, para resaltar la imagen de determinadas organizaciones, las que ahora se llaman amigas del ambiente.
Ese gesto es encomiable, es bueno que en todos los sentidos se tenga conciencia de la importancia del medioambiente y como el ser humano depende de sus recursos para su supervivencia.Celebrar los recursos que tenemos y fomentar su protección no debe ser asunto de un solo día al año y sí una misión que debe estar presente en cada paso que se dé en el desarrollo de infraestructura, en la toma de decisiones que tienen impacto en la flora, en la planificación de nuevas estructuras, de nuevas comunidades.
Como parte de las actividades que se llevan a cabo para celebrar la naturaleza, se ha procedido con importantes siembras de árboles y plantas. Esas siembras son importantes y rendirán el fruto deseado siempre y cuando se les de seguimiento, las atenciones y cuidados necesarios para que prosperen como es deseado. De nada vale invertir en la adquisición de arbolitos, si luego al pasar de las semanas se ven sucumbiendo a los embates del mismo medioambiente, del lugar en donde fueron plantados y de los inescrupulosos que no escatiman en destruirlos.
La educación sobre la importancia de cuidar los recursos naturales es fundamental para que algo tan simple como no destruir un árbol sea parte de las convicciones de los más jóvenes.
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