domingo, 26 de abril de 2009

Admirable muestra de compromiso

Por Zenaida Ramos y Jorge L. Burgos
EL VOCERO
29 de abril de 2009 04:00 am

Puerto Rico tiene un futuro halagador en su gente joven que sube con deseos de superarse, estudiar y aportar lo mejor de sí y de su vida productiva. Son estudiantes que valorizan a sus pares, a su terruño y a su pueblo, y que trabajarán para fortalecer los aspectos positivos de la Isla y para modificar los negativos. (Ver vídeo)

Como ejemplos de ese sector admirable, EL VOCERO reunió en mesa redonda a 14 estudiantes que obtuvieron en septiembre y octubre de 2008 las puntuaciones más altas en la prueba del College Board, referidos en su mayoría por el Departamento de Educación.A punto de culminar el cuarto año en escuelas públicas o en colegios, los jóvenes se preparan para iniciar sus estudios universitarios en instituciones de prestigio en Puerto Rico o en los Estados Unidos.Durante el encuentro cordial y ameno presentaron una radiografía del Puerto Rico real, el de las calles de sus pueblos, y expusieron su visión positiva de la Isla, sus propuestas de cambio y cuáles son los problemas actuales.

Más allá, de señalar las situaciones que les tocan directamente, plantean sus posibles soluciones. Son voces con sentido y conciencia social; no individualistas, sino pertenecientes a un pueblo que contemplan con perseverancia y activismo.
Fundamental la educación para un mejor futuroLos estudiantes tienen fe en que Puerto Rico tiene un futuro próspero, siempre y cuando, la educación mejore, se recobren los valores, se protejan los recursos naturales y el puertorriqueño comience a creer más en sí mismo.Para lograrlo, cada uno pondrá su empeño.

Empero, la visión futurista tiene su base en la educación porque lograr el progreso dependerá de la manera en que podamos estructurar un sistema educativo que responda a las expectativas de la comunidad estudiantil, afirmó Gabriela Mora Lloréns.“Embelleces a un pueblo educando a las personas. Embelleces a un pueblo teniendo a jóvenes que no se frustren”, aseveró Karla Montañez Soto.La conciencia social es individualizada primero y luego colectiva. Así lo expresó Madeline Lamboy Benítez: “Para lograr una visión de futuro de la sociedad puertorriqueña se tiene que trabajar al individuo.

Los problemas que tenemos como grupo parten de cada persona. En la medida que se provoque un cambio de actitud, se podrá hablar de futuro”.Sin embargo, mucha gente considera que los años próximos son poco halagadores porque la juventud y la sociedad están perdidas, pero Diego López González y Paul A. Dickson Pesquera piensan lo contrario. “No creo que la juventud está perdida. Al contrario, la juventud es una de conciencia no sólo social, sino también política”, señaló Diego.

Paul afirmó: “Tenemos que comprometernos con nosotros mismos y superarnos en todo lo que podamos. Así podremos llegar a una mejor sociedad”.Sonya G. Méndez Castellanos visualiza optimista los años venideros. “El futuro de Puerto Rico yo lo veo bien brillante. Nosotros, los jóvenes, si hay uno que no tiene chavos para comer pues nosotros no lo dejamos que se quede con hambre. Esa solidaridad es como la luz de Puerto Rico. Si podemos ver todas esas muestras de solidaridad y ganas de ayudar el prójimo, pues mira sí hay luz al final del camino y vamos a salir de eso porque el puertorriqueño lucha y sale porque sale”.

Pero para reconstruir el País, los ciudadanos deben esforzarse, como aseveró Luis F. Campos Pujols, quien citó al líder político ponceño Pedro Albizu Campos: “La patria es valor y sacrificio... Nosotros tenemos que sacrificarnos para lograr y hacer lo que nosotros queramos. No es que nos den todo en bandeja de plata. Si nosotros queremos reducir la criminalidad, reducir la violencia, el maltrato, pues tenemos que trabajar”.Expresan sus preocupaciones y cómo resolverlasLa reestructuración del sistema educativo, la desintegración familiar, el crimen, la violencia y la carencia de valores fueron los señalamientos principales de los estudiantes, en torno a los problemas más apremiantes de la Isla.

Para Diego, la droga y el crimen arrastran gran parte de los jóvenes, debido a muchos factores que actúan en contra del bienestar de ellos. Responsabilizó, en gran parte, a la educación que se imparte en el sistema público educativo y la urgencia de evitar el ausentismo frecuente de algunos maestros.“El problema principal, desde mi punto de vista, es que la educación del sistema público es deficiente y no da las oportunidades que deben actuar como la solución a los problemas que tienen los jóvenes. Definitivamente, los problemas familiares afectan gravemente, pero la escuela es el vehículo para que ellos puedan superar su situación, mejorarse ellos mismos”, opinó Diego.No obstante, muchos reciben buena enseñanza de sus maestros ya sea del sistema público como privado.

Karla aseguró que ha sido afortunada en tener buenos maestros, pero también entien de que debe mejorar la oferta académica.“Los maestros deben estar un poquito más preparados. Necesitamos más preparación, más motivación... Queremos cosas diferentes que nos reten como estudiantes. Para que esta Isla sea mejor necesitamos estudiantes y personas educadas porque ahí se recobran los valores y muchas cosas que estamos perdiendo”.

Yiraida Borges Millete piensa que los maestros no tienen toda la culpa de los problemas sociales de la Isla porque más bien se debe a que los valores como el respeto “lamentablemente se han perdido.No solamente hay que mejorar la educación, también los padres tienen que involucrarse más. Estamos en una sociedad en que los padres trabajan tanto que no pueden dedicarles tiempo a los hijos y los hijos están prácticamente solos. Eso es un gran problema. Los padres deben involucrarse un poquito más en la vida de sus hijos”.
Luis agregó que “la base fundamental de todo es la familia. Todo lo que nosotros somos, todo lo que vamos a ser será influenciado por nuestra familia. Si nosotros tenemos una buena base en el futuro, vamos a ver buenos resultados.

Sin embargo, si tenemos un pasado un poco difícil pueden haber también buenos resultados, pero en la mayoría de los casos no se dan los buenos resultados porque han pasado por las diferentes dificultades y eso les ha afectado y nos lleva a una sociedad a seguir en lo mismo”.Sin embargo, Madeline considera que los problemas que enfrentan tanto los adultos como los jóvenes “no necesariamente son culpa de la familia o la escuela; es culpa de nosotros mismos porque si nosotros queremos hacer algo, lo que tenemos que hacer es estudiar y motivarnos”.

Refuerzan sus palabras el sentir de Waldemar Feliciano Vázquez, quien opinó que la causa de los problemas que enfrenta el País se debe a “una inferioridad mental que nosotros tenemos... Es un conformismo social en que vivimos porque todo el tiempo estamos reparando en los demás, en vez de enfocarnos en nosotros y velar las opciones que nosotros mismos nos podemos suplir. Cuando alcanzas tus metas, van a haber personas en el medio que se van a motivar ellas mismas. Así mismo sigues envolviendo la sociedad...”El progreso de la Isla se ha detenido porque, a juicio de Natalia S. Fernández Dávila, la sociedad puertorriqueña es “muy conformista. Con esta situación que estamos pasando, la economía, estamos esperando que venga una ayuda... Nosotros tenemos las oportunidades y muchas ventajas para salir adelante por lo que no veo cuál es el problema de muchos”.

Por tal razón, Paul sostuvo que “la gente tiene que superarse y buscar oportunidades de trabajo. Si no se mueven y no buscan, tampoco van a encontrar. Deben tirarse a la calle a buscar trabajo. Así van a poder encontrar cualquier cosa para trabajar y sacar dinero para sustentar a sus familias”.Canalizar las energías en actividades positivas, como el deporte y el trabajo comunitario, es la alternativa viable que ofreció Yiraida. “Hay mucha violencia. Es como si (los jóvenes) se sintieran encerrados y están buscando qué hacer. Quisiera que usaran esa energía para algo positivo. ¿Por qué tienen que irse a la calle a robar, cuando pueden mejor usar esa energía para ayudar a alguien más?”Resaltan los valores de su tierraLos estudiantes se sienten orgullosos de Puerto Rico y a su corta edad reconocen muchísimos aspectos positivos de la Isla.

Waldemar indicó que “como Isla somos únicos. ¿Qué otro país tiene todo lo que nosotros tenemos? Desde hermosas playas hasta el campo más boscoso. Aparte de ello, hay vida campestre, a la vez que también contamos con los desarrollos tecnológicos más modernos. Todo esto dentro de un marco de cuidado porque mientras unos países tienen avances tecnológicos, sus recursos naturales están descuidados como producto de su desarrollo.

Creo que en nuestro País aún existe un balance bastante salvable”. Indicó que aún cuando en estos momentos hay varias universidades en los Estados Unidos que tramitan su ingreso, con toda probabilidad regrese una vez graduado para establecerse en la Isla, al igual que Diego. De hecho, comentó que le gustaría criar a sus hijos en el País.La solidaridad entre el pueblo y otros países es otra cualidad sobresaliente de los boricuas y entre ellos quedó demostrado cuando José Lorenzo Matos no tenía transportación para llegar desde Aguada a EL VOCERO. Un maestro se lo informó a Waldemar, quien se ofreció a traer a José. Este destacó que “la unión en los momentos de adversidad es un distintivo de los puertorriqueños.

Somos un país que se une en los momentos de dificultad y cuando ocurre en otro país allá vamos y ayudamos. Y esa es una cualidad que nos distingue como pueblo. En otros países no se escucha tan frecuente un ‘buenos días’ como en el nuestro, donde al menos una persona los da en las mañanas. En cuanto a lo ambiental, encuentro que es más limpio”.En cuanto a si criaría a sus hijos en la Isla, José contestó que sí porque para él es un reto demostrar que “Puerto Rico lo hace mejor. No es necesario irse a los Estados Unidos a hacer una vida. Creo que con los cuatro millones que somos, hemos brillado en el mundo entero en todas las áreas que nos hemos propuesto”, señaló.

Erika recalcó que “nuestro País es uno de gente luchadora. Mi familia es una de ellas. En nuestro hogar la disciplina del trabajo es algo que nos caracteriza. Somos un pueblo de familias unidas.A nosotros nos une el deporte, la música y el arte. Esto es algo que dondequiera que haya un boricua se va a distinguir. Entiendo que en el ámbito de los jóvenes, tengo que aplaudir el que el Departamento de Educación implementara el programa de las 40 horas de servicio comunitario como requisito para graduación. Con ese trabajo, nace un espíritu de ayuda al prójimo que en algunos casos por no poseer ese contacto no teníamos.

Cuando comencé la escuela superior y me dijeron de ese programa, quedé encantada. Estuve en él y me provocó seguir. Esto también provocó el ser solidarios, que es otra característica de los puertorriqueños”.La herencia cultural es otro valor que nos distingue como puertorriqueños. En ese sentido, Pablo sostuvo que “los lazos culturales que nos unen como pueblo son muy fuertes en cuanto a música y arte. En la educación tenemos una Universidad del Estado que es reconocida internacionalmente y esto es algo que habla bien de todos”.Natalia está segura de que cuando las adversidades tocan al pueblo, “éste se levanta y volverá a los campos, a la agricultura si es asunto de alimentarse, así lo hará, y si es de recobrar su estabilidad así lo dispondrá”.

Asimismo, Luis expresó: “¡En Puerto Rico no hay una maravilla. Puerto Rico es una maravilla del mundo! La solidaridad siempre se ha visto. En Waldemar y José tenemos ejemplo de ella, cuando el primero supo de la necesidad del segundo, sin conocerlo le extendió una mano de ayuda. Para el mundo somos un puntito en el mapa, pero en la realidad trascendemos en todas las esferas”.Otro aspecto positivo que presentaron los jóvenes toca el dominio de la clase social media, la que permite una interacción amplia de los ciudadanos sin la división notable en otros países.Karla considera que en el País no hay una polarización de clases de ricos o pobres. “Aquí casi todos somos clase media amplia. Mi familia por parte de madre es cubana y allí se ve. Sí se nota que la clase media alta demuestra que se siente diferente al resto de la población”.Pero

Gabriela ripostó que antes se sentía una igualdad entre los estudiantes provenientes de las escuelas públicas y las privadas, donde los primeros encontraban en la UPR una alternativa para proseguir sus estudios.Sin embargo, ha observado que en los últimos tiempos ese comportamiento es distinto. “Creo que esta crisis social ha provocado el que cambie la realidad que tenían los estudiantes de escuelas públicas con relación a la UPR. Pienso que a pesar de que hay unos factores que nosotros no controlamos, podemos decidir cambiar como sociedad, que al poseer tantos valores como los recursos naturales, inteligencia y educación, el día que decidamos cambiar el camino de nuestro País, vamos a lograrlo y no creo que sea tan difícil”.

Francisco confía que en medio de esta crisis, la Isla se encamine hacia adelante. “Si yo volviera a nacer que sea en Puerto Rico. Ese es un sentimiento que uno lleva por dentro, y es una de esas cualidades que nos caracteriza. Los puertorriqueños amamos entrañablemente este terruño”.Jóvenes talentosos, similares a estos estudiantes encomiables, trabajarán unidos por la sociedad. Como bien dijo Gabriela: “El futuro de Puerto Rico son todos los que estamos en este encuentro tipo mesa redonda, que somos jóvenes preocupados por el futuro de nuestro País”.

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