viernes, 6 de febrero de 2009

Geografía del placer

viernes, 6 de febrero de 2009
Janet González Bolívar
Primera Hora

Para mejorar su vida sexual y hacerla más excitante, muchas parejas se lanzan a la aventura de explorar nuevas regiones de placer en el cuerpo. Más allá de las conocidas áreas ultrasensibles a los toques y caricias -como los genitales-, existen muchas otras que cumplen un papel vital en la excitación sexual. Las orejas, las axilas, el abdomen y hasta los pies son algunas de estas llamadas zonas erógenas, consideradas por muchos como lugares magníficos para gratificar a su pareja.

“Las zonas erógenas son esas áreas que, cuando son acariciadas, hay una respuesta placentera porque la piel tiene unos receptores que responden al tacto”, explica la sexóloga Gloria Mock. “Y entonces, esas áreas, en particular, son más sensitivas que otras porque tienen más terminaciones nerviosas”, detalla.

La también sexóloga Lourdes Soto, decana asociada de la Escuela de Profesiones de la Salud del Recinto de Ciencias Médicas, destaca que muchos puertorriqueños no sólo desconocen la totalidad de sus zonas erógenas, sino que no saben cómo tocarlas adecuada y exitosamente. “Son de conocimiento popular, pero no es que conocen su cuerpo. Las personas saben que existen algunas de ellas, pero no es que tengan el conocimiento sexual de la respuesta que pueden lograr si las utilizan y estimulan de la manera adecuada”, subraya la especialista, quien tiene una vasta experiencia profesional como educadora sexual certificada.

De pies a cabeza
Aunque se han identificado unos puntos de excitación específicos en la anatomía femenina y masculina, el cuerpo entero se puede convertir en una fuente de satisfacción. Según revela Soto, la búsqueda de nuestros “botones eróticos” se puede iniciar en cualquier parte -incluidas las menos pensadas, como párpados y cuero cabelludo-, y se pueden estimular mediante roces, caricias, suaves masajes y besos.

En este punto, la especialista aclara que no hay una receta única para acrecentar los niveles de placer, por lo que cada pareja debe ir identificando las formas de excitación que más le funcionen.
“Tienes que aprender a acariciar y a dejarte acariciar. Al inicio, siempre tienen que ser toques suaves, no rudos. El toque del clítoris, por ejemplo, para muchas mujeres es bien estimulante, pero para otras resulta bien traumático porque si se manipula de forma muy agresiva o con un roce muy severo, lo que produce es una quemazón que nada tiene que ver con excitación ”, advierte la Dra. Soto.

La experta plantea, además, que muchas personas experimentan una suerte de debate moral en la cama: cuestionan si afecta su pudor el que le toquen ciertas áreas durante el acto sexual. Algunas de estas zonas “prohibidas” son el ano y, en el cuerpo masculino, las tetillas (por estar ligadas al erotismo homosexual).

Jugando a excitarse
Para encender apropiadamente los botones eróticos, los especialistas aconsejan a las parejas a explorar sus cuerpos. El juego erótico, ése que se da mientras se van descubriendo y estimulando las zonas erógenas, resulta grandioso cuando haya comunicación entre los compañeros. De esta forma, apunta la Dra. Mock, la pareja conocerá cuándo las caricias aumentanla satisfacción y cuándo no cumplen su cometido.

Como guías generales, los puntos de excitación deben estimularse con las yemas de los dedos, las manos, la lengua, los labios, la nariz y, en el caso de los hombres, con el pene erecto. Las cosquillas, lejos de causar sensaciones placenteras, apagan el deseo sexual.

La Dra. Lourdes Soto es educadora sexual certificada y decana asociada de la Escuela de Profesiones de la Salud del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR. Para información, escribe a educadorasexual@yahoo.com. La Dra. Gloria Mock es sexóloga con práctica privada. Para citas, llama al 787-760-4595.

Hombre
1 Pene: Su punta, conocida como glande, es el área de mayor sensibilidad. Al estimular esta zona, usa las manos o los dedos. De igual modo, pueden realizar suaves lamidos, dando pequeños golpes con la punta de la lengua, haciendo círculos encima de la cabeza del pene.
Nunca muerdas el glande ni le hinques las uñas.

2 Escroto y testículos: Es una parte extremadamente sensible. En su excitación máxima, cuando el escroto se endurece, puedes pasarle suavemente la lengua o acariciarlo con los dedos.
Nunca apliques mucha presión, pues resultaría muy doloroso.

3 Perineo: Está entre el escroto y el ano, y es sensible a las caricias suaves. Puedes darle vigorosos masajes poco antes de llegar al orgasmo.

4 Ano: Con su gran número de terminaciones nerviosas, es uno de los puntos más eróticos.
Un estímulo apropiado en esta área podría elevar altamente el nivel de placer.

5 Próstata: Muchos hombres heterosexuales se rehúsan a explorar esta zona, considerada como el punto G masculino y una gran fuente de placer erótico. Para estimularla, penetra el ano con el dedo pulgar o algún juguete sexual.

6 Ingle: Especialmente sensible en los hombres. Recórrela con los dedos y masajea suavemente desde la cadera al interior del muslo. Continúa pasando los dedos en dirección al pene hasta llegar a la parte inferior de los testículos. Por último, presiona el perineo varias veces.

7 Espalda: Está repleta de terminaciones nerviosas. Desliza suavemente las uñas a lo largo de la espalda, haciendo movimientos lentos y delicados.
Para una experiencia superplacentera, acaricia el área con una pluma.

8 Pezones: Son sumamente sensibles, especialmente cuando él está excitado. Se pueden besar, lamer, mordisquear o pellizcar suavemente.
Como algunos hombres son más sensibles, asegúrate de que esto no le moleste.

9 Ombligo: La mayoría disfruta las caricias realizadas en esta zona con los labios y las yemas de los dedos.


Mujer
1 Clítoris: Es el área más sensible del cuerpo femenino y su única función es dar placer. Debe estimularse suavemente y sin precipitación. Se aconseja lubricarlo con saliva y tocarlo con los dedos -con todos y no sólo con uno o dos-, con la palma de la mano y con el extremo del pene erecto. En este último ejercicio, el miembro debe rozar el clítoris con un movimiento de arriba hacia abajo, y viceversa.

2 Labios de la vulva: La entrada de la vagina -incluyendo los labios exteriores e interiores- es rica en terminaciones nerviosas y reaccionará con intensidad a caricias con los labios, la lengua, el glande del pene, los dedos, etcétera.
En ciertas mujeres su estímulo pudiera llevar al orgasmo.

3 Punto G- Aunque hay quienes dudan de su existencia, los sexólogos lo ubican en la parte frontal de la vagina -descrita como una protuberancia en la pared vaginal- . Su estímulo se puede lograr con la penetración del pene o de un dedo.
Muchos expertos aseguran que el orgasmo que se logra estimulando este punto es más intenso que el del clítoris.

4 Perineo: En esta zona, situada entre la vagina y el ano, confluye una densa red de terminaciones nerviosas, volviéndola muy sensible. Para estimularla, se recomienda presionar o masajear con las manos, manteniendo los labios vaginales cerrados.

5 Pezones: Los senos son altamente erógenos, en especial el área del pezón y la areola. Una señal de excitación es cuando el pezón se pone erecto, a través de lamidos, la succión y el mordisqueo.
El placer que se deriva de este estímulo varía de mujer a mujer, sé cauteloso.

6 Nuca y cuello: Una zona muy propensa a producir excitación cuando se besa, lame, acaricia o, incluso, se sopla suavemente. Si se erizan los vellos en la piel -la llamada piel de gallina-, lograste tu cometido sexual.

7 Muslos: Por su proximidad al área genital, la parte interior de los muslos es muy sensible cuando la mujer ya está excitada. En ese momento -cuando la sangre se desvía a esta zona y su temperatura aumenta-, los muslos responden al más mínimo roce, caricia, beso, toque o mordisco.

8 Glúteos: Las nalgas cuentan con terminaciones nerviosasque pueden estimularse por medio de palmadas y fricciones.

9 Espalda: Durante el juego sexual, pasa las uñas de arriba hacia abajo por toda la espalda para estimular los nervios de la columna y encender la pasión.
Al usar las uñas no la arañes

No hay comentarios:

Publicar un comentario