miércoles, 3 de diciembre de 2008

Niños en papel de padres

miércoles, 3 de diciembre de 2008
Leysa Caro González
Primera Hora

Para la fiscal Gretchen Pérez Catinchi, con más de 12 años de experiencia en la investigación de casos de maltrato de menores, uno de los principales factores de riesgo para incurrir en esta conducta delictiva es la urgencia con la que adolescentes y jóvenes se convierten en padres.

Cada vez son más, lamentó, las parejas de jovencitos que deciden convivir, comienzan a sostener relaciones sexuales sin los cuidados necesarios y terminan convirtiéndose en padres a una edad en la que se supone aún estuvieran jugando con videojuegos o jangueando con los panas.

“Yo entiendo que son factores que a veces influyen en este tipo de delito, pero también tenemos muchachitos y muchachitas que se hacen padres que no tienen la madurez necesaria”, indicó la fiscal sobre el estudio doctoral de Santiago Rivera Santos.

La investigación del estudiante de psicología destacó como factores de riesgo la pobreza, el desempleo, el reporte historial de salud mental, el historial delictivo y el uso de sustancias controladas.

La fiscal coincidió con los hallazgos reseñados por Rivera Santos, pero agregó el embarazo de adolescentes como otro de los grandes factores de riesgo que ve en los casos que atiende en el Tribunal de San Juan.

“Cuando te vas a la edad de los padres, confirmas que tienen de 19 a 21 años”, indicó tras hacer la aclaración de que al tribunal sólo llegan aquellos casos en que los padres son mayores de edad, pero “la realidad social es que algunos son padres desde los 14 años”.

Pérez Catinchi ve un aproximado de 12 casos mensuales de abuso de menores. La cifra es más que preocupante si se toma en consideración que sólo se trata de la zona de San Juan y que hay otros fiscales que investigan este tipo de incidentes.

Se trata, explicó, de parejas de jóvenes que no sólo carecen de la madurez necesaria, sino que tampoco poseen estabilidad económica, ya que no tienen una educación que les permita obtener un trabajo con el que puedan mantener el hogar. Muchos dependen de las ayudas gubernamentales. Mientras, otros buscan la forma fácil de conseguir el dinero.

“Muchos piensan que los niños son como muñequitos pero, cuando comienzan a llorar, pierden la paciencia y se dan cuenta de la realidad. Entonces, encuentras niños solos en la casa. El padre posiblemente esté en la esquina y la mamá en la casa de la vecina”, indicó la fiscal.

Pérez Catinchi, sin embargo, prefiere no juzgarlos de antemano, porque entiende que algunas de las conductas asumidas por estos padres adolescentes es simple y sencillamente lo que conocen, a lo que estuvieron acostumbrados. “Uno los ve en el shopping, gritándoles a los niños o hablándoles malo, pero ellos no entienden que eso está mal, porque a eso es a lo que están acostumbrados”, dijo.

Indicó que ha investigado casos de familias de clase baja como de altos recursos económicos. En este último tipo de casos, en ocasiones, puede estar involucrado el alcohol. “Pierden el control”, dijo la fiscal, quien trabaja para la División Especializada de Casos de Maltrato de Menores, Violencia Doméstica y Delitos Sexuales.

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