lunes, 15 de diciembre de 2008

Diversión terapéutica

lunes, 15 de diciembre de 2008
Alejandra Jover Tovar
Primera Hora

A la hora de regalarle un juguete a un niño, muchas personas escogen lo último de la moda, como los videojuegos o las figuras de acción. Sin embargo, pocos se dan cuenta de que este tipo de regalo puede no ser el más indicado para menores con problemas de aprendizaje, síndrome de Down o autismo.

Estos niños y niñas tienen necesidades especiales, ya que muchos carecen de las destrezas necesarias para realizar tareas motoras o sufren de problemas sensoriales que les impiden disfrutar de estos juguetes. Como resultado, terminan frustrados o desinteresados con los obsequios.

Por fortuna, esta Navidad ningún niño tiene que privarse de un juguete que le estimule y le divierta al mismo tiempo. En la tienda Let’s Giggle, en el sótano de homespot, en el Paseo Covadonga, en San Juan, hay una gran cantidad de juguetes educativos para todas las edades, que son perfectos tanto para niños con un desenvolvimiento normal como para aquellos que necesitan una atención más personalizada.

Simpleza y entretenimiento
Teresa González, dueña de Let’s Giggle, tiene un bachillerato en psicología y educación infantil y, además, es abogada con sobre 10 años de experiencia en relaciones de familia. Gracias a ello, aprendió que una gran mayoría de los problemas familiares radica en el hecho de que los padres no comparten lo suficiente con sus hijos. Y, precisamente, en su establecimiento la clave es compartir.

“Creo que, a través de los años, nos hemos expandido más hacia la era de lo electrónico, pero hay que tener un balance y recordar cómo fuimos criados, corriendo bicicleta y haciendo actividades regulares”, señala González. “Quizás, ahora, los niños han perdido esa capacidad y por eso tenemos otros problemas secundarios”, indica.

Let’s Giggle no es sólo una juguetería, sino un centro educativo en el que los niños pueden jugar y afinar sus destrezas, así como desarrollar su imaginación. En el local hay un área llamada Pretend Play, en la que los menores se disfrazan o juegan en un barco que se encuentra en el centro del establecimiento. Además, brindan clases de karate y yoga adaptadas para las distintas condiciones de aprendizaje. Los menores también podrán disfrutar de talleres de cocina o arte, de acuerdo con la disponibilidad y el calendario de actividades de la tienda.

“Está comprobado que los niños por donde más aprenden es a través del juego”, indica la empresaria. “Los terapistas usan juegos y siempre les digo a los papás que también tienen que continuar en casa lo que los terapistas hacen”, recalca González.

Let’s Giggle cuenta, además, con una sección para despertar los sentidos. De hecho, respecto a la población autista, en particular, González afirma que la práctica de deportes es primordial, siempre que sea personalizada. “Los niños autistas se benefician mucho con deportes como el karate, el ballet o el tenis, y el progreso que hemos visto en estos niños es impresionante. Además, los integramos a la clase con niños regulares y éstos aprenden que hay niños que no son iguales a ellos y desarrollan paciencia y compasión”, señala la empresaria.

De todo, para todos
Los juguetes y actividades que encontrarás en Let’s Giggle pueden ser disfrutados por niños tan pequeños como de tres años de edad, aunque algunos sacarán más provecho de ciertos artículos. A continuación, mostramos seis juguetes que, de acuerdo con González, son ideales para estimular el desarrollo motor y sensorial y muy favorecedores para la población autista:

1- Discover Rig-Secret Safari: Hecho con materiales 100 por ciento reciclados, este divertido carrito no usa baterías, pero cuenta con una luz que se enciende según el niño empuja el carro. Además de estimular el movimiento y la vista, el vehículo cuenta con figuritas relacionadas con diversas aventuras: safari, los Himalayas, el Ártico, el Amazonas o Australia. De acuerdo con la aventura, el carro emite los sonidos correspondientes.

2- Busy Zoo: Este juguete cuenta con múltiples actividades para estimular varios sentidos y se usa mucho en las terapias. Los niños desarrollan destrezas motoras finas, además de aprender sobre los números y los colores.

3- Kitty Keyboard: Este instrumento musical estimula el sentido auditivo y el habla, ya que cuenta con un micrófono que permite que el niño grabe su voz y la pueda escuchar.

4- Twilight Lady Bug: Esta simpática mariquita es ideal para decorar el cuarto infantil y, al encenderse, proyecta en el techo las constelaciones celestiales. También está disponible en forma de otros animales.

5- Melody Express Musical Train: Este artículo ganó la distinción Juguete del Año en el 2008, y tiene la particularidad de que, cuando cambias las vías por las que corre el tren, reproduce diferentes canciones. Con este trencito, estimulas varios sentidos a la vez.

6- Penelope Peapod Doll: Este bebé se convertirá en la compañera inseparable de cualquier niña, ya que es suave, blanda al tacto y se puede cargar como una cartera.

* Let’s Giggle está en el Paseo Covadonga #52, en la marginal del Departamento de Hacienda, detrás del Capitolio, #52. Para más información, llama al 787-993-0525.

¿Qué es el autismo?
Lo primero que debes saber sobre el autismo es que no es una enfermedad (por lo tanto, no tiene cura), sino un trastorno del aprendizaje que se puede tratar. El autismo se suele diagnosticar en la infancia temprana y dura durante toda la vida de la persona, pero aún no se sabe qué lo causa.

Los tratamientos incluyen terapias conductuales y de comunicación, además de medicamentos.

Los principales síntomas del autismo afectan la comunicación y la interacción social. Algunos de los signos son:
Presentan problemas del habla.
No miran a los ojos cuando se les habla.
Prefieren que no los abracen o toquen, a menos que sean ellos los que inicien el contacto.
Tienen problemas para comprender sus sentimientos o los de otros.
Pueden manifestar ecolalia, una conducta que consiste en repetir lo que se les dice, como un eco.
Tienen problemas para manifestar sus necesidades.
Exhiben conductas compulsivas como repetir una frase una y otra vez.
Agitan los brazos para demostrar alegría o se hacen daño para demostrar que están descontentos.
Exhiben conductas repetitivas como mecerse o golpearse la cabeza.
Hacen sonidos vocales.
No demuestran emoción alguna.

Estos síntomas se pueden dar en distintos grados, dependiendo de la persona, dado que no todos los autistas se comportan de la misma manera. El único que puede determinar el grado de autismo de un niño o una niña es un profesional de la salud.

Para más información, visita www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/autism.html

Esencial atenderlo a tiempo
Las necesidades de un menor con autismo son distintas a las de un niño regular, porque no percibe los estímulos exteriores de la misma forma.

Según explica Jessica Ortiz, terapeuta ocupacional del Instituto Filius, en el caso de los niños autistas, “los estímulos no se procesan adecuadamente y no tienen control de esas sensaciones, porque están percibiendo todo al mismo tiempo”.

De acuerdo con la terapeuta, la integración sensorial es la base para el desarrollo de destrezas perceptuales, motoras y de habla y comunicación.

Cada niño es distinto
Luego de una evaluación médica, se determina qué tipo de tratamientos requiere el niño, de manera que pueda ir reforzando sus destrezas.
“En la terapia ocupacional, se trabaja con todos los sentidos”, explica Ortiz. “Se usan plasticinas con olor a frutas, juguetes que tienen sonidos, instrumentos musicales, juguetes que tienen luces, y también trabajamos con texturas, balance y equilibrio. Básicamente, el enfoque sensorial es a través del juego”.

La terapia de un menor autista puede durar años e involucra también a la familia. “No nos podemos poner esa limitación de que tiene el diagnóstico, y ya”, insiste Ortiz. “Hay que trabajar día a día con los niños, y si pudo comer solito o vestirse, hay que celebrarlo. Lo importante es ver los logros cada día”.

*Jessica Ortiz es terapeuta ocupacional en el Proyecto de Autismo Infantil en el Instituto Filius. Para más información, llama al 765-1351 o visita www.instituto-filius.org.

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