jueves, 5 de junio de 2008

Complicaciones hasta la tumba

jueves, 5 de junio de 2008
Wilma Maldonado Arrigoitía
Primera Hora

Arecibo.- El sobrepeso de Elma Zaira Zeno Núñez complicó su traslado para autopsia, su embalsamamiento y los servicios fúnebres que incluirán el diseño de un ataúd especial.

La arecibeña, de 38 años de edad y paciente de obesidad mórbida, tuvo que ser transportada en el mismo vagón en que murió en el Hospital Metropolitano Dr. Cayetano Coll y Toste, en Arecibo, arrastrado por un camión del Cuerpo de Bomberos hasta el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para fines de autopsia, ya que el médico que la atendió no certificó su muerte por el poco tiempo que la paciente estuvo en la instalación hospitalaria.

Para trasladar a la paciente de 800 libras de peso desde su casa hasta el hospital hubo que colocar un panel debajo del colchón donde descansaba y moverlo con la ayuda de 20 hombres, según el director interino de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencia (OMME), David González, quien trabajó en ese traslado.

Para evitar de nuevo ese esfuerzo, la paciente fallecida fue transportada en ese mismo vagón hasta el ICF, donde ayer en la tarde evaluaban si sería sometida a una autopsia o a un examen clínico para certificar las razones de su muerte.

Abigail Marrero, oficial de prensa del ICF, explicó que el Instituto contaba con el equipo necesario para trabajar con esta paciente. Sin embargo, reconoció que era la primera vez que trabajaban con un cuerpo de este peso, a pesar de que habían tenido otros con obesidad mórbida.
Los servicios fúnebres
En tanto, en la funeraria Cristo Rey, en Arecibo, hacían ayer los preparativos para ofrecer los servicios fúnebres.

Entre las complicaciones que se les presentó, pero resolvieron, fue la ejecución del embalsamado y conseguir el ataúd debido al peso de la difunta, explicaron Carmen y Roberto Jiménez, directores de la funeraria.

A través de un fabricante de ataúdes consiguieron que se confeccionara uno en madera lo suficientemente resistente. Todavía los dueños de la funeraria tenían que resolver cómo sería el traslado de la difunta hasta el campo santo porque desconocían si podrían hacerlo en un coche fúnebre.

“En 20 años que llevo en esto jamás había visto un caso igual”, relató Carmen, quien también hacía gestiones para conseguir ropa de la talla de la difunta.

Nilsa Núñez, tía de Elma Zaira, hizo ayer las gestiones en el cementerio del barrio Bajadero para preparar el terreno para el entierro de su sobrina, ya que se requiere el uso de maquinaria, según dijo.

La tía y José Zeno Núñez, hermano de Elma Zaira, realizaban ayer todas las gestiones porque la mamá y el papá de la joven fueron hospitalizados por complicaciones de salud tras el deceso de su hija.

Se suponía que los restos de la arecibeña estuvieran expuestos hoy en capilla ardiente, pero el cuerpo no pudo ser llevado hasta el Instituto de Ciencias Forenses. Se espera entonces que mañana mismo sea expuesta y enterrada.

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