lunes, 14 de abril de 2008

Práctica desde tiempos antiguos

lunes, 14 de abril de 2008

Francisco Rodríguez-Burns / Primera Hora


Mediante instrumentos rudimentarios y técnicas ancestrales, antiguas civilizaciones practicaban procedimientos reconstructivos con algún éxito para restablecer el funcionamiento de varias partes del cuerpo. Hoy día la cirugía plástica, que se utiliza tanto para procedimientos estéticos como funcionales, es una de las prácticas más especializadas del campo de la medicina.
Tal y como se refleja en algunos jeroglíficos egipcios, prácticas para moldear y acomodar la nariz por una fractura datan desde 3,000 a 4,000 años antes del nacimiento de Cristo (AC).

La sociedad que construyó las pirámides también desarrolló diferentes técnicas para tratar úlceras y tumores que eliminaban o reducían cualquier protuberancia en la piel. Por su lado, el antiguo pueblo indio aprendió 500 años AC a utilizar colgajo frontal para reparar la nariz, técnica que se emplea hoy día y que consiste en expandir una porción de piel sana para cubrir heridas. Para la misma época los chinos reparaban labios fisurados con agujas e hilo de caballo.
Las diferentes técnicas sirvieron de base para confeccionar una gama de procedimientos que se refinaron con diferentes avances médicos.


Por ejemplo, durante la Primera Guerra Mundial se emplearon nuevos procedimientos para la reconstrucción facial en soldados destacados en trincheras que habían sufrido devastadoras heridas por metralla o punzadas de bayoneta.


Pero no fue hasta las décadas de los 70 y 80 que se reconoció el ángulo mercadeable de las operaciones. El agrandamiento de busto, por ejemplo, entró en boga por el creciente interés de las mujeres por obtener la inalcanzable meta de lograr el cuerpo perfecto.
Pero, aún hoy día, gran parte de los cirujanos plásticos realizan operaciones reconstructivas en víctimas de accidentes o en personas que padecen de alguna deformidad. Existen cubiertas médicas para costear las operaciones, pero las grandes ganancias estriban en los procedimientos estéticos que cada vez se practican más a hombres.


Las operaciones estéticas han reportado un aumento considerable durante los pasados años debido, principalmente, a numerosos programas televisivos sobre el tema.
Según reflejan estadísticas de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, en Estados Unidos se registraron cerca de 12 millones de operaciones en el 2007, lo que representa un aumento de siete por ciento en comparación con el 2006 y un alza de 59 por ciento desde el 2000. Además, según se desprende de los reportes de la entidad, se llevaron a cabo cerca de 5.1 millones de procedimientos reconstructivos.


“Estas estadísticas sostienen que los americanos están comprometidos con verse y sentirse bien”, indicó el presidente de la organización, Richard A. D'Amico.
En busca de un sueño
Tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos los cirujanos plásticos pueden tener hasta 15 años de estudio. Pero, aunque la profesión es sumamente regulada, cada operación conlleva su riesgo.
Ante los altos precios, no son pocos los puertorriqueños que se someten a operaciones en la República Dominicana, así como en países latinoamericanos, pero la atención mediática de operaciones fracasadas ha servido como un disuasivo de operarse en un país extranjero.


Entre los casos más sonados figura el de la puertorriqueña Dhelmaliz Ríos Rivera, quien murió por una cirugía practicada por el doctor Edgar Contreras. A éste también se le culpa por la muerte de otras pacientes, entre ellas la periodista dominicana Isabel Vargas, quien residió en Puerto Rico por 20 años.
Los médicos puertorriqueños desalientan esa práctica por el seguimiento que requiere cualquier paciente que se somete a una operación estética.

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