lunes, 11 de febrero de 2008

Gana terreno la cremación

lunes, 11 de febrero de 2008
Libni Sanjurjo Meléndez
Para Primera Hora

Florece singular forma de decir adiós.

Contrario a la cremación, el rito de enterrar los cuerpos de los seres queridos es considerado la forma más tradicional de despedirse de aquellos a los que la vida se les extinguió.
Sin embargo, ya son muchos los que consideran la opción de la cremación para ellos o sus allegados.

La cremación comenzó a practicarse en Puerto Rico durante la década de los 80 y parece que llegó para quedarse. Al menos así lo demuestra la tendencia alcista en las estadísticas.

Durante los primeros años, las cremaciones eran escasas debido a la creencia de que ese método de disposición de cadáveres descartaba el tradicional velorio y de que era prohibido por la Iglesia Católica -lo fue hasta la década de los 60-, recordó Carlos E. Rodríguez Pardo, presidente del crematorio Celestium en Carolina.

Precisamente, este crematorio inició operaciones en el 1987, convirtiéndose así en pionero de esta industria. Durante su primer mes sólo hizo tres cremaciones, subrayó el empresario. Hoy, el crematorio incinera entre 120 y 130 cuerpos mensualmente.

A juicio de Rodríguez Pardo, los servicios funerarios dentro y fuera de Puerto Rico estaban “sacando provecho económico de un momento difícil, donde el ser humano es vulnerable”. “A las personas se les hacía pensar que cuanto más dinero gastaran, más querían a la persona”, dijo el empresario a PRIMERA HORA.

Pero el acceso a la información, explicó, ha contribuido a que cada día más personas adopten la idea de la cremación.

Hace como unos diez años, aproximadamente, comenzó a observarse una tendencia alcista en esta práctica, según María Conte, directora de Patología del Instituto de Ciencias Forenses, agencia que desde 1985 autoriza o deniega cremaciones.

En el año fiscal 2005-2006 el Instituto recibió 3,053 solicitudes de permisos de cremación. En el año fiscal 2006-2007 el número aumentó a 3,228.

Y, el inicio de 2008 apunta a que “estaríamos promediando más este año que los anteriores”, dijo la patóloga a este diario.

Según Conte, esto obedece a que desde el pasado enero el Instituto ha recibido 366 solicitudes, por lo que el número anual podría elevarse a 3,600 si continúa el promedio de 300 por mes. “Cada año hay más casos. La tendencia estadística es clara al aumento en los números. Así que lo que nosotros esperamos es más casos todos los años”, subrayó.

En los Estados Unidos, de hecho, se proyecta que en el 2010 el número de cremaciones será practicado en el 39.1% de los fallecimientos. Datos de Cremation Association of North America (CANA) para el 2006, revelan que la cifra ascendió a 33.5%.

Mientras, en siete países del Viejo Mundo las cremaciones fueron practicadas en el 2001, en sobre el 50% de sus fallecimientos, según CANA. En otros lugares, como España, el 20% de las más de 300,000 personas fallecidas en el 2005 fueron incineradas, informó EFE.

Hoy, algunas de las principales razones esbozadas para favorecer esta práctica por encima del rito de la sepultura son el hecho de que es más económica que el entierro y que promueve el ahorro de tierra, mencionó Rodríguez Pardo.

“El factor económico es un factor determinante para muchas familias porque la cremación abarata en más de un 70% un servicio fúnebre”, destacó.

Amplia gama de servicios
Actualmente, los servicios de cremación son ofrecidos en Celestium, en funerarias que subcontratan crematorios, o funerarios que tienen sus propias cámaras de cremación, que suman seis en la Isla.

En abril se les unirá el crematorio que la funeraria Ehret reabrirá en Carolina tras ser cerrado a causa de la aprobación de la Ley Núm. 55 -del 1 febrero de 2006-, que estableció que las instalaciones para cremar cadáveres ubicarán en áreas con zonificación industrial.

En su caso, la tendencia también es alcista. En el 2006, el servicio de cremación subcontratado por Ehret representó el 25.42% del total de los ofrecimientos otorgados por la funeraria. Ello contrasta con los años anteriores ya que los números eran menores en el 2005 (20.44%) y 2004 (12.49%), dijo el gerente general, Robert Molina.

Sin embargo, Molina vislumbra que “el sepelio tradicional va a continuar existiendo”.
“Yo no creo que en Puerto Rico lleguemos al 50% de la cremación (como en otros países). Esto es una cuestión más tradicional, de la importancia que aún sigue teniendo para la familia puertorriqueña reunirse y apoyar al resto de la familia en un momento como ése”, opinó Molina.

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