miércoles, 10 de octubre de 2007

Devasta el cáncer del seno

miércoles, 10 de octubre de 2007

Leysa Caro González / Primera Hora


Llega al cuerpo humano de forma silente e igualmente es su desarrollo.
Sus consecuencias, sin embargo, son estruendosas, explosivas, a tal punto que desgarran lo más profundo de la fibra humana.
A algunas mujeres las marca tanto emocional como físicamente para siempre. Para otras, representa la muerte.


El cáncer de mama continúa acabando con la vida de miles de mujeres. Anualmente, en la Isla fallecen más de 1,500 mujeres víctimas de cáncer de seno en su etapa invasiva.
En el 2003, las estadísticas más recientes recopiladas por el Registro de Cáncer, se registraron 1,753 nuevos casos de este tipo de cáncer. De éstos, 282 se diagnosticaron en su etapa inicial y 1,471 en etapa invasiva.


“El cáncer de seno es el más común entre la población femenina para un 34.4% de todos los casos detectados de esta condición. Una de cada tres mujeres diagnosticadas con cáncer padecen de cáncer de mama”, alertó la doctora Nayda Figueroa, directora del Registro de Cáncer.
Un estudio comparativo realizado por investigadores de la Escuela Graduada de Salud Pública y el Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico reveló recientemente que la incidencia de cáncer en las mujeres en Puerto Rico aumentó entre 1992 y 2002.


Según la investigación, la incidencia en Puerto Rico en este periodo aumentó en un 2.9%. Mientras que en el grupo de hispanos en los Estados Unidos incrementó en un 0.89% y entre los blancos no hispanos en un 0.49%. Los índices de mortalidad descendieron en todos los grupos.
La doctora Figueroa aseguró, sin embargo, que actualmente el panorama está estable, de acuerdo con los números recopilados.


“Las estadísticas se han mantenido más o menos iguales desde principios de los años 70. En el 2003 hubo una baja en el número de casos nuevos en comparación con las estadísticas del 2002”, indicó.
No bajen la guardia
La aparente estabilidad que se ha experimentado no es señal para bajar la guardia. Por el contrario, las campañas de detección temprana deben continuar, alertó.
Hay muchas variables a las que se les puede atribuir lo inalterable que se han mantenido los números de casos nuevos que han fluctuado entre los años 2000 y 2003 en los 1,700. Figueroa se lo atribuyó a un aumento en la práctica de exámenes.


Otros estudios a nivel internacional se lo han atribuido a una reducción en el uso de hormonas en las mujeres entre los 50 y 60 años.
cáncer y muerte
Contrario a Estados Unidos, en Puerto Rico no se ha visto una baja en los índices de mortalidad, indicó Figueroa.
En el 2004, un total de 414 mujeres murieron por cáncer de mama en etapa invasiva. En el 2003 fueron 384. “La mortalidad de cáncer de mama no ha variado a pesar de que ha aumentado un poco la tasa de mamografías”, dijo.


Lo complicado del cáncer de seno, contrario a otras enfermedades, es que muchos de los factores de riesgo no se pueden controlar. “Hay una serie de cosas que lo que hacen es aumentar la producción de estrógeno como la menarquia temprana, la menopausia tardía, el tener hijos después de los 30 años y el historial familiar”, indicó.


“[...] Así que la prevención principal es la detección temprana, que es la que se hace a través de la mamografía y el autoexamen”, señaló. Las investigaciones continúan, pero Figueroa dijo que uno de los análisis más importantes que se realiza es el Estudio de Hermanas, del cual la primera dama Luisa Gándara es portavoz. Es el único estudio a largo plazo para mujeres entre 35 y 74 años, cuyas hermanas tienen o padecieron cáncer seno.

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