jueves, 18 de octubre de 2007

Denuncian abuso de poder en Yauco

jueves, 18 de octubre de 2007
Alex David
Primera Hora

Un grupo de agentes ha sembrado el temor entre vecinos del residencial Santa Catalina de Yauco, quienes alegaron la fabricación de casos en su contra.La tensión se ha elevado al punto que varios han radicado recursos para frenar lo que consideran un continuo abuso de poder.Entre éstos están Marisol Torres y su hijo Alexander Vargas, quienes a nueve años de mudados del barrio Susúa, nunca imaginaron confrontar problemas con las autoridades. Para ellos, igual que para sus vecinos, el 6 de julio fue uno para olvidar.

“Hubo varios allanamientos y me tocó a mí… había unos guardias frente al portón de mi casa diciendo ‘ábreme o te doy con esto’ y me señalaban un arma grande”, relató Torres. Afirmaban que tenían una orden de cateo que, insistió, nunca mostraron. “Cuando yo abro, entran y le pregunto a una agente qué es lo que pasa y ella me contestó: ‘No te importa, so canto e pu…’ y me metió tres puños en la cara”, aseguró la mujer. Dijo que otro agente empujó a su hijo y le impidieron ver el registro. Torres mantuvo que al concluir, un oficial expresó: “Vámonos pa’l ca… que aquí no hay nada”.

Sin embargo, a poco de hablar con otros oficiales presuntamente volvió a entrar por algo que se le quedó adentro.Fue entonces que gritó que había hallado una bala y marihuana que nunca le enseñaron.A ambos les radicaron cargos por posesión de drogas que están pendientes de vista preliminar. Torres y su hijo recalcaron que no tienen récord delictivo, pero sí tuvieron problemas con los mismos agentes en el 2005.

La yaucana relató que en ese año los oficiales la llamaron a la puerta y alegaron que vieron entrar un individuo al que perseguían. Al rechazar la alegación, dijo que entraron por la fuerza y la misma agente tomó a su hijo menor por el cuello y supuestamente le colocó un arma en la cabeza antes que otro uniformado asegurara que no era el que buscaban.Al cuestionarlos, dijo que fue esposada y golpeada, al igual que sus dos hijos.Aunque radicaron varios cargos a la familia, el caso se cayó por incomparecencia de los agentes a ratificar las denuncias.“Desde entonces (un agente) nos tiene persecución, nos alumbraba todas las noches el apartamento con la luz blanca y gritaba amenazas”, dijo Alexander, estudiante universitario de farmacia.

El abogado defensor Lawrence Latorre aseguró que “estas personas son víctimas de otras inescrupulosas que están más pendientes de las estadísticas que de que se haga justicia”. Otro intervenido el mismo día fue el pastor Axel Montalvo, a quien se le atribuyó posesión de un arma y drogas y cuyo caso, reseñado por este diario, está pendiente.

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