martes, 11 de diciembre de 2007

Confundida la ciudadanía con uso de Alerta Amber

martes, 11 de diciembre de 2007
Sara M. Justicia Doll
Primera Hora

Cuestión de educación.
Desde que fue activada en Puerto Rico por primera vez en el 2004 la Alerta Amber, se estima que el sistema ha logrado recuperar al menos unos diez menores secuestrados en circunstancias diversas.

Pero, a tres años de su activación todavía hay confusión entre la ciudadanía sobre cómo y cuándo debe operar la Alerta Amber.

“Tenemos un poco de confusión porque hay gente que entiende que la alerta se debe activar cuando hay niños desaparecidos y privación ilegal de la custodia, pero hay unos requisitos específicos que se tienen que cumplir. Que el desaparecido sea menor de edad, que haya una descripción del secuestrador y del vehículo donde se pudo llevar al menor, que se entienda que la vida del menor está en peligro inminente”, explicó la directora de la División de Robos a Bancos de la Policía, la teniente Nívea Collazo.

En el caso de la bebita Shakira Maldonado López, rescatada con vida el domingo tras haber sido secuestrada en circunstancias aún bajo investigación, no se activó la Alerta Amber porque el caso no llenaba los requisitos, como por ejemplo que no había una descripción del secuestrador.

En Puerto Rico se han registrado casos de secuestro que han estremecido a la sociedad. Lo fue el de Crystal Leann Anzaldi, rescatada tras siete años desaparecida. Lo fue el de la pequeña Odalys Cruz, a quien se la llevaron del hospital Ryder de Humacao y apareció más tarde. Lo sigue siendo el de Rolandito Salas Jusino, que lleva ocho años desaparecido.

La Alerta Amber no existía en ese entonces.
El caso que inauguró la activación del sistema Amber fue en el 2004 cuando desapareció una infante recién nacida secuestrada en su cuna, que apareció cuatro horas más tarde en un pastizal del callejón Los Caleros en Isabela, cerca de su residencia.

Collazo informó que en el 2005 fueron referidos 28 casos de presuntos secuestros a la División de Robos de la Policía. Ese año se activó la Alerta Amber en cinco ocasiones. De esas cinco veces, una de las instancias el secuestro fue infundado y la persona fue procesada por proveer falsa información a la Policía.

El 14 de marzo de 2005, una infante de tres años fue secuestrada por su padre luego que éste entrara a la fuerza en la residencia que compartía con su compañera consensual, ubicada en el sector Panaini en Vega Baja.

El 10 de abril de ese mismo año, Lamec Betancourt Cintrón mintió a la Policía al decir que su hijastra de siete años había sido secuestrada en un restaurante de comida rápida en Carolina.
El 20 de junio de ese año se registraron dos activaciones de Alerta Amber en un mismo día, según narró Collazo.

Jaime Miranda Bonet, de 24 años, vecino de Toa Alta, fue ingresado a la cárcel después de que se le encontrara causa por secuestro de un menor de tres años, hijo de una compañera sentimental.
Ese mismo día, en horas de la tarde, se reportó el secuestro de una madre junto a sus tres hijos. Había sido el padre de dos de los menores, Pedro Miranda Muñiz, de 24 años, en hechos ocurridos en San Lorenzo.

El 4 de noviembre del 2005, José M. Vázquez Cortés, de 38 años, secuestró a su sobrina de 16 años, quien sufre retardo mental y abusó de ella.

Cuando se activa la Alerta Amber la Uniformada, el Negociado Federal de Investigaciones Especiales (FBI), la Interpol, Aduana y el Servicio Nacional de Meteorología, emisoras radiales y televisivas se ponen de acuerdo en la transmisión de la alarma.

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