martes, 30 de octubre de 2012

“Lo peor está por venir”

por José A. Delgado / jdelgado@elnuevodia.com
WASHINGTON - Los tentáculos de la supertormenta Sandy causaban anoche destrozos y graves inundaciones en el este de Estados Unidos, una región que con incredulidad trataba de amortiguar la furia de un ciclón de unas proporciones que no se veía en muchas décadas. En momentos en que el centro del fenómeno atmosférico tocaba tierra anoche, cerca de Cape May, en Nueva Jersey, también perdía su ojo y oficialmente su descripción como una tormenta tropical. Casi tres millones de viviendas estaban ya anoche sin electricidad en unos 11 estados y Washington D. C., mientras el agua alcanzaba niveles históricos en la parte baja de Manhattan, en Nueva York, y zonas costeras de Nueva Jersey, lo que provocaba inundaciones súbitas y muy peligrosas. En el condado de Queens, en Nueva York, una persona murió al caerle un árbol encima. “Lo peor está por venir”, dijo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, antes de que los vientos del huracán hicieran explosionar transformadores de energía eléctrica y derrumbaran árboles alrededor de toda la región. Mientras más se acercó el gigantesco huracán -que había sido rebautizado como la tormenta de Frankenstein-, más fuerza cobró, soplando vientos de 90 millas por horas y ráfagas de 115 millas por hora. Cuando el ojo tocó tierra, sin embargo, su intensidad había descendido a 80 millas por horas, según el Centro Nacional de Huracanes. Sandy, que fue un huracán categoría 1, no es el ciclón más poderoso que ha azotado a Estados Unidos, pero abarcaba tanto espacio y traía tanta lluvia que las autoridades le atribuyeron el potencial de ser uno de los más destructivos de las últimas décadas. Los vientos de fuerza de huracán se extendían 175 millas más allá de su centro. Los de tormenta llegaban a una distancia de hasta 425 millas, por lo que representaría aún hoy una amenaza para cerca de 50 millones de personas. Su presión, que alcanzaba los 940 milibares, la hizo, además, una de las más fuertes de la historia, provocando comparaciones con el huracán de 1938, que se denominó el Expreso de Long Island y provocó más de 680 muertes. “Nunca había visto un huracán tan inmenso”, dijo Ian Sears, meteorólogo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés), en declaraciones a CNN después de participar en un vuelo de reconocimiento dentro del ciclón. Como ejemplo de la furia del huracán Sandy estaba el hecho de que a pesar de entrar por el sur de Nueva Jersey, generó ráfagas de tormenta desde Virginia hasta Massachusetts. Las bajas temperaturas y la integración del ciclón con un frente frío provocaría intensas tormentas de nieve, sobre todo en West Virginia y algunas zonas de Virginia, indicó el Centro Nacional de Huracanes. Por segundo día consecutivo, el presidente Barack Obama, quien suspendió su campaña por lo menos hasta mañana, le advirtió a los residentes del este de Estados Unidos que esta era una emergencia muy seria. “Puede tener consecuencias fatales si no se actúa con rapidez”, afirmó Obama desde la Casa Blanca, al suplicarle a los estadounidenses que siguieran las directrices y recomendaciones de las autoridades locales, que manejaban la emergencia sobre el terreno. Al caer la noche se habían reportado inundaciones en localidades de Nueva York, Nueva Jersey, Maryland, Delaware, Virginia, Connecticut y Pensilvania, entre otros estados que el presidente Obama declaró en situación de emergencia. Prevén daños sin precedentes “Los daños que deje la tormenta pueden no tener precedentes”, dijo, por su parte, el gobernador de Connecticut, Dannel Malloy. Por segundo día consecutivo las grandes ciudades metropolitanas del este de Estados Unidos -como Nueva York, Washington D. C. y Filadelfia- estarán hoy virtualmente paralizadas, sin abrir las oficinas de gobierno, sin los servicios de transporte masivo, con las escuelas cerradas y con la amplia mayoría de los vuelos cancelados. Los conocidos malecones de Atlantic City, Nueva Jersey, y Ocean City, Maryland, habrían sufrido daños, según las autoridades de esas localidades. En la calle 57, en Manhattan, una grúa se tambaleaba desde el piso 80 de un lujoso edificio, después de haber colapsado la parte superior de la máquina. En la calle 82 de la zona de Chelsea, según la oficina del alcalde Michael Bloomberg, mientras, se derrumbó la fachada de una estructura, sin que causara daños a ninguna persona. Una persona desaparecida En aguas de Carolina del Norte, la Guardia Costanera pudo rescatar ayer a 15 de los 16 tripulantes de una réplica del velero HMS Bounty, que se utilizó recientemente para filmar la película “Pirates of the Caribbean” y quedó a la deriva en medio de la tormenta. El tripulante que no había sido encontrado tenía equipo para flotar en el mar, según uno de sus compañeros. La embarcación HMS Bounty suele atracar durante el invierno en el puerto de San Juan, donde ha sido una atracción turística. Coordinación efectiva “Los próximos días van a ser los más difíciles”, sostuvo, por su parte, el gobernador de Maryland, Martin O’Malley, en referencia a las inundaciones y el tiempo que puede tomar reparar los daños que sufra el sistema de electricidad. Al caer la noche, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, advirtió que las personas que comenzaban a quedar aisladas a causa de las inundaciones en su estado, debían buscar refugio en las partes altas, pues no tendrían posibilidad de ir a rescatarlos probablemente hasta la mañana de hoy cuando disminuyan los vientos. En la Casa Blanca, el presidente Obama confiaba en que los trabajos realizados por las autoridades federales y locales durante los días previos al azote del huracán hayan podido minimizar los daños y el riesgo para los ciudadanos. “Ha habido una coordinación extraordinariamente estrecha entre el Gobierno federal y los gobiernos estatales y locales. Así es que tenemos la seguridad de que los recursos están colocados de antemano para lograr una respuesta efectiva a las secuelas de la tormenta”, subrayó Obama.

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