martes, 22 de mayo de 2012

Menos acceso de los pobres a programa preuniversitario

WASHINGTON - Por los recortes en fondos federales, unos 500 estudiantes de escasos recursos económicos de escuela secundaria en Puerto Rico perderán acceso, a partir de junio, a programas de apoyo dirigidos a guiarles hacia una carrera universitaria. La situación ocurre en momentos en que también los estudiantes se enfrentan al peligro de que se duplique en julio la tasa de interés para los préstamos universitarios subsidiados por el Gobierno federal y a la determinación del Congreso de reducir de 18 a 12 semestres el acceso a las becas Pell. En el caso del programa preuniversitario conocido como “Upward Bound”, la reducción de fondos ordenada por el Congreso alcanza casi la mitad de su presupuesto en la Isla (de $5.4 millones baja a $3 millones anuales) y ha provocado que el Departamento de Educación federal deje sin financiamiento a 8 de las 18 iniciativas de Puerto Rico. Los casi 500 estudiantes menos que recibirán los beneficios significan el 10% del total -5,000- que quedará sin esos servicios en Estados Unidos y los territorios. Tres de los programas de Puerto Rico se quedarán sin fondos a partir del mes próximo. Los otros cinco, desde el 1 de septiembre. “Los que más se perjudican son los estudiantes pobres”, dijo Luz Elena Sánchez, directora de los proyectos Upward Bound en Puerto Rico, vinculados al programa TRIO. Los programas Upward Bound sirvieron este año fiscal federal en la Isla a 1,281 estudiantes de limitados recursos económicos y/o que tienen padres que no han alcanzado un bachillerato universitario. Por medio de Upward Bound se les ofrece tutorías, experiencia de laboratorios de ciencias, matemática, literatura y consejería. “También se les prepara para el exámen de College Board y pueden recibir ayuda para la admisión a la universidad”, dijo Sánchez, quien resaltó que la reducción de fondos puede dejar sin trabajo a cerca de 80 personas, entre maestros, trabajadores sociales y personal de apoyo. Las regiones afectadas por la eliminación de programas son Carolina (3 centros de servicio), Bayamón (2), Barranquitas, Arecibo y Aguadilla. En Carolina, los programas funcionaban desde el recinto de la Universidad de Puerto Rico (UPR), la Universidad del Este y el centro Aspira. Los dos de Bayamón tenían como sede la Universidad Metropolitana (UMET) y la Universidad Central. Upward Bound también había funcionado en los recintos de la Universidad Interamericana de Barranquitas y Aguadilla, así como en el campus de Arecibo de la Pontificia Universidad Católica. El programa seguirá activo en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico,en Ponce; la UPR en Río Piedras; la UPR en Humacao; la Universidad del Turabo; la Universidad del Sagrado Corazón (USC); el centro de servicios LULAC; Caribbean University y la Universidad Interamericana en San Germán, Fajardo y Ponce. Tras concluir reuniones en Washington, incluso en la oficina del comisionado residente Pedro Pierluisi, a quien describió como un defensor de estas iniciativas, Sánchez indicó que es importante presionar al Congreso para que incremente la asignación de fondos a Upward Bound, que es uno de los ocho programas federales TRIO diseñados para estudiantes de pocos recursos económicos. En el caso particular del Recinto de Río Piedras de la UPR que ella tiene a su cargo, Sánchez sostuvo que su propuesta de 2011-2012 ofreció servicios a 65 estudiantes, con un presupuesto de $5,000 por estudiante. Para el próximo año escolar, deberá ofrecer servicios a 85 estudiantes, con un financiamiento promedio que no superará los $4,200. Sánchez advirtió además que tradicionalmente Upward Bound ofrece servicios a entre 10% y 15% más de los estudiantes que originalmente son asignados al programa. “No solo se les prepara académicamente, sino también emocionalmente”, dijo. El comisionado Pierluisi, por su parte, afirmó que la aceptación de las propuestas de Upward Bound en Puerto Rico (55%) está por encima del promedio en Estados Unidos y que tres de la instituciones que no recibieron fondos –la Inter de Barranquitas, UMET de Bayamón y Aspira– pueden apelar la determinación en su contra. “Puerto Rico no es tratado de manera desproporcional a los demás estados”, indicó Pierluisi. La tendencia a recortar asignaciones para programas sociales, como consecuencia del énfasis en reducir el déficit fiscal federal, también le puede quitar fondos a alguna de las tres iniciativas en la Isla del programa Ronald McNair, que ayuda a estudiantes a alcanzar su grado doctoral y lleva el nombre de uno de los astronautas que murió en la explosión del transbordador Challenger, en 1986. La determinación sobre el futuro de los programas Ronald McNair, según Sánchez, se conocerá durante el verano. Recorte a Upward Bound En 2011-2012 los programas Upward Bound en Puerto Rico dieron servicio a 1,281 estudiantes, con un presupuesto de $5.4 millones. En 2012-2013, con unas asignación de $3 millones, el servicio se limitará a 801 estudiantes.

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