miércoles, 28 de septiembre de 2011

Chemito Soto: “Líder de ganga”

por Francisco Rodríguez-Burns

El hijo del alcalde de Canóvanas, José “Chemo” Soto, ocupó posición de liderato dentro del organigrama criminal de una poderosa organización de narcotráfico que ayer fue desarticulada por las autoridades con operativos que se realizaron en Puerto Rico y Los Ángeles, California.


El vástago del Ejecutivo Municipal figura en la sexta posición del pliego acusatorio que emitió el Gran Jurado federal el pasado 23 de septiembre contra 28 individuos, algunos de ellos de ascendencia mexicana. Según las autoridades federales, Christian Soto Mujica, mejor conocido como “Chemito” o “Che”, era uno de tres líderes puertorriqueños de la pandilla que mantenía una cadena de distribución de marihuana entre México, California, Florida y Puerto Rico.

La acusación federal recoge las operaciones de la banda durante el 2010 y, según algunos estimados conservadores, ésta generó cerca de $5,000,000 mediante la venta de marihuana en ese periodo. Las autoridades aseguran que la organización criminal estuvo en funciones antes de los hechos alegados en la acusación del Gran Jurado.

Arrestan al hijo de Chemo Soto
Pero los cabecillas del grupo son mexicanos con vínculos en carteles de ese país. Éstos coordinaban gran parte de los cargamentos de drogas que se enviaban a los Estados Unidos.

“Es una organización poderosa y sofisticada y muy peligrosa. Se desmanteló el grupo que enviaba la marihuana a Puerto Rico desde México”, sostuvo el director de la Administración federal Antidrogas, Javier Peña, al detallar que se incautaron $185,000 entre las personas que se arrestaron, entre California y Puerto Rico, y 60 libras de marihuana.

Como muchas otras organizaciones criminales, la ganga estaba dispuesta a recurrir a la violencia para proteger su negocio. Chemito, quien tenía aspiraciones políticas y quería ocupar un escaño en la Cámara de Representantes por el PNP, fue arrestado con una AK-47 y dos pistolas. Las autoridades investigan si éste tenía una licencia para algunas de las armas incautadas.

“Los acusados poseían y cargaban armas de fuego como parte de sus actividades narcodelictivas. De hecho, en una ocasión, varios acusados discutieron la posibilidad de secuestrar y asesinar a un individuo, quien ellos creían les había robado uno de los paquetes de marihuana”, sostuvo la jefa de la Fiscalía Federal, Rosa Emilia Rodríguez Vélez.

Veintitrés de los 28 acusados, incluyendo el cabecilla de la organización de la banda, Tony Godines Lupián, fueron arrestados durante el día de ayer. El hijo de Chemo, junto con otros acusados, desfilaron ante el magistrado federal Bruce McGiverin, quien ordenó su ingreso inmediato al Centro Metropolitano de Detención de Guaynabo y fijó la vista de fianza y lectura de acusación para el próximo viernes.

La banda utilizaba el Servicio Postal de Estados Unidos para el envío de paquetes, algunos de los cuales llegaron a residencias de la urbanización Flores de Montehiedra. De hecho, varias de las casas estaban desocupadas y, en otras, sus dueños estaban de viaje cuando arribaba el cargamento.

El director de la División Doméstica de Narcóticos de la Fiscalía Federal, José Capó Iriarte, indicó que los narcos “interceptaban” los paquetes antes de que los residentes del complejo pudiesen reclamarlos.

“Los residentes de Montehiedra no tienen nada que ver con esta conspiración. Meramente las personas acusadas utilizaban sus direcciones para poder enviar los paquetes”, aclaró.

Mucha de la droga que llegaba a otros destinos privados se distribuía en la zona norte del país y en residenciales públicos, incluyendo Manuel A. Pérez. Los acusados también enviaban grandes cantidades de dinero en efectivo a sus compinches en California. En ocasiones, algunos de los acusados viajaban a Estados Unidos para entregar el dinero personalmente.

Los acusados enfrentan un mínimo de 10 años de cárcel y un máximo de condena perpetua por cargos de conspiración de poseer con intención de distribuir “no menos de mil kilogramos de marihuana en Puerto Rico”. Los mismos también enfrentan otro cargo por conspirar para utilizar el Servicio Postal para distribuir sustancias controladas.

Dos sujetos que presuntamente formaban parte de la organización criminal, Alex J. Ramos Mediavilla, quien fue identificado como otro de los líderes puertorriqueños, y Javier Torres, mejor conocido como “Barra”, también enfrentan otro cargo por someter información falsa a la DEA. Según el pliego, éstos certificaron a la agencia que $42,342 que fueron confiscados el pasado 26 de junio “no era producto de actividades ilegales a sabiendas de que eran producto del narcotráfico”.

Los acusados enfrentan una alegación de confiscación de $5 millones. Los federales retienen una propiedad de Chemito en el condominio Alborada, de Canóvanas, entre otras residencias y negocios en Loíza, Carolina y Río Grande.

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