miércoles, 20 de julio de 2011

Alex Soto sí estuvo en la habitación

Sara M. Justicia Doll

Ayer en la mañana, el travesti Alex Soto reconoció que estuvo el fin de semana en la habitación del hotel La Concha donde ayer fue hallado el cadáver amordazado y esposado de Arístides Vázquez Ortiz, pero negó saber cómo ocurrió el incidente y rechazó que allí se hubiesen efectuado orgías sexuales.

“No entiendo cuáles son las actividades de orgía que se están mencionando en el periódico y de actos sexuales, en realidad, porque allí no hubo nada de eso. Si hubiese habido orgías sexuales, me hubiese quedado allí, no me hubiese ido, pero no, nada de eso”, expresó Soto ayer en la mañana en entrevista radial (WKAQ).

En la conversación con la emisora de radio, Soto dijo que conocía hace tiempo a Giovanni Mercado, el hombre que figura como pieza de principal interés en la pesquisa policiaca.

Fue Mercado quien alquiló la habitación 522 el 9 de julio. Soto compartió con el grupo de hombres desde el viernes hasta el lunes, cuando se marchó a las 11:00 de la mañana porque tenía compromisos de trabajo. El travesti tenía su propia habitación en La Concha, pues iba a asistir a unas actividades en lugares cercanos.

“Giovanni es la persona la cual alquiló la habitación, un amigo mío de Ponce que conozco hace par de años. El tipo no es de hacer ese tipo de bromas ni ese tipo de cosas”, sostuvo.

A los demás los conoció por medio de Giovanni.

“Yo lo conocí a él (Arístides) el sábado cuando estábamos compartiendo la actividad de Piñones. A Joshua lo había conocido anteriormente, como una semana atrás... y lo volví a ver el sábado”, indicó.

Joshua es el joven que resultó herido y que fue encontrado con vida por la mucama de la hospedería el lunes en la tarde.

Los últimos momentos
Soto recordó que antes de marcharse, Arístides y Joshua estaban bien y se disponían a comer.

“Cuando yo me fui, ‘Arí’ estaba ordenando unos club sandwich a la habitación. Incluso, me acompañó hasta el pasillo porque yo iba con unos paquetes en la mano. Me acompañó hasta el pasillo para despedirse de mí”, comentó.

Soto aseguró no haber visto nada raro durante los días en que compartió con los hombres en el hotel.

“Mientras yo estuve allí, no hubo ningún tipo de conducta extraña. Estamos hablando de que yo me acosté pensando que todo estaba bien y me levanto con esto tan terrible. Es algo como que no encaja la historia”, manifestó.

“Qué pudo haber pasado, no tengo la menor idea”, añadió.

A Soto le preocupa lo que se diga de él.

“Que estén diciendo cosas que no son, pues es preocupante porque hay una imagen de por medio”, señaló.

su entrevista duró horas
Soto llegó ayer al mediodía al Centro Metropolitano de Investigaciones (CEMI), en Hato Rey.

No entró a la instalación por la puerta principal, sino por una entrada trasera, evadiendo a los medios de comunicación.

Las autoridades lo entrevistaron por espacio de cuatro horas. A eso de las 4:00 de la tarde, el fiscal de la escena, Eduardo Rebollo, salió y atendió a la prensa.

Simultáneamente, Soto salió a toda prisa. Afuera lo esperaba un carro con la puerta abierta.

Se limitó a decir “con permiso, con permiso”, mientras lograba montarse en el carro para irse.

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