jueves, 23 de junio de 2011

“El día más especial de mi vida”

Mejor consejo no le pudo dar el ex triple campeón Félix “Tito” Trinidad, el rey de las caravanas, al armador José Juan Barea para enfrentar su recibimiento en Puerto Rico.

“Que se lo disfrute, que siga hacia adelante y que Dios lo bendiga”, dijo el ex boxeador, quien llegó hasta el aeropuerto Luis Muñoz Marín para felicitarlo personalmente, raro no verlo como protagonista de un desfile, conquistador de masas en su época de gloria. Esta vez le pasó la batuta al orgullo de la Sultana del Oeste.

Barea siguió la recomendación de Trinidad, y se la gozó más que en Dallas.

“Cuando yo les cuente en Dallas, que les dije que vinieran, lo que pasó aquí no ven van a creer. Esto es mucho mejor. Aquí saben hacer caravanas de verdad”, expresó el mayaguezano.

Se hizo un miércoles, mitad de semana, día de trabajo, a 10 días de Barea ser factor en el primer campeonato de los Mavericks en la historia de la franquicia. Pero parecía que el triunfo había sido ayer.

Miles de puertorriqueños se desbordaron en las calles de la ciudad metropolitana para recibir un saludo, un adiós, del joven de 26 años que mantuvo a la Isla atenta durante la final de la NBA.

“Increíble, no tengo palabras para expresar cómo me siento. Creo que cuando me vaya a Mayagüez, en mi casa tranquilo, me ponga a pensar de lo que paso hoy (ayer)… es más de lo que yo esperaba”, manifestó Barea luego de presenciar todos los saludos que grabó en su memoria.

Barea llegó a las 1:15 p.m. a Puerto Rico, y se presentó ante la prensa 45 minutos después para el saludo protocolar con el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño (quien le entregó una bandera sellada de la monoestrella y la de Estados Unidos); el alcalde de Mayagüez, José Guillermo Rodríguez; el secretario del DRD Henry Neumann; el presidente del Comité Olímpico David Bernier; y el presidente de la Federación de Baloncesto, Carlos Beltrán.

Vestido como camiseta azul con la imagen de un anillo y las palabras ‘World Champs’ , pantalones cortos y tenis, Barea aguantó sus palabras ante la insistencia de la prensa, mientras cientos de fanáticos esperaban a las afueras del Salón del Gobernador.

Allí estaba Rey Marte, maestro de Yabucoa, junto a su hijo en espera de poder captar la salida de Barea.

“Acuérdate del esfuerzo que realizó ese individuo, con 5′ 11”de estatura se metió entre todos los grandes. Los mató. Barea marea como dicen por ahí”, expresó.

Cerca de las 2:30 p.m. Barea se montó en la caravana y comenzó a repartir sonrisas, palmadas de corazón, cientos de ‘gracias’, y un no sin ganas a varias personas que intentaban conseguir un autógrafo ante el candente sol que sobrepasaba los 95 grados Fahrenheit.

No faltó su acompañate en sus mejores momentos: una gigante bandera de Puerto Rico.

Estuvo solo sin su novia, la ex Miss Universo Zuleyka Rivera, quien acompañó a Barea en sus celebraciones previas, ni con políticos. Sólo había espacio para sus padres, Jaime Barea y Marta Mora, y la familia.

Desde la salida del aeropuerto ya estaban los vehículos estacionados, los celulares,cámaras, y gritos encima de Barea. Hasta los policías, bomberos, camioneros, y obreros no pudieron resistir en captar el momento histórico.
Sonrisas que creaba Barea en los niños eran inolvidables.

Las motoras y bicicletas no pudieron faltar, las cuales se unieron al desfile desde la avenida Baldorioty de Castro. El tapón se veía en la carretera en dirección contraria, y los conductores no tuvieron otra opción de estacionarse para disfrutarse el triunfo de Barea.

Barea hizo una parada frente al residencial Luis Llorens Torres, donde firmó autógrafos y tomó a un pequeño en sus brazos.

El base, que será agente libre el 30 de junio, siguió con su repartición de alegrías por la avenida de Diego, y Ponce de León hasta llegar al Comité Olímpico (COPUR). En ningún momento hubo una laguna de fanáticos en su recorrido.
“La gente se ha portado…. la cara de la gente una cosa increíble. Eso lo que me da motivación de hacer las cosas que yo hago. Veo a los nenes gritando, a la familias celebrando comino. Es algo muy especial”, contó Barea en conferencia de prensa, quien comparó el momento cuando desfiló como abanderado de la Selección en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez el verano pasado.

La fiesta siguió en tarima frente a COPUR con artistas del patio como NG2, Nota, Límite 21, Vico C, entre otros.

“Gracias a todos por compartir el día más especial de mi vida. Los espero mañana en Mayagüez”, dijo Barea al abandonar la tarima.

No hay descanso, ya que esta tarda la celebración continúa en el pueblo que lo vio crecer.


Mejor consejo no le pudo dar el ex triple campeón Félix “Tito” Trinidad, el rey de las caravanas, al armador José Juan Barea para enfrentar su recibimiento en Puerto Rico.

“Que se lo disfrute, que siga hacia adelante y que Dios lo bendiga”, dijo el ex boxeador, quien llegó hasta el aeropuerto Luis Muñoz Marín para felicitarlo personalmente, raro no verlo como protagonista de un desfile, conquistador de masas en su época de gloria. Esta vez le pasó la batuta al orgullo de la Sultana del Oeste.

Barea siguió la recomendación de Trinidad, y se la gozó más que en Dallas.

“Cuando yo les cuente en Dallas, que les dije que vinieran, lo que pasó aquí no ven van a creer. Esto es mucho mejor. Aquí saben hacer caravanas de verdad”, expresó el mayaguezano.

Se hizo un miércoles, mitad de semana, día de trabajo, a 10 días de Barea ser factor en el primer campeonato de los Mavericks en la historia de la franquicia. Pero parecía que el triunfo había sido ayer.

Miles de puertorriqueños se desbordaron en las calles de la ciudad metropolitana para recibir un saludo, un adiós, del joven de 26 años que mantuvo a la Isla atenta durante la final de la NBA.

“Increíble, no tengo palabras para expresar cómo me siento. Creo que cuando me vaya a Mayagüez, en mi casa tranquilo, me ponga a pensar de lo que paso hoy (ayer)… es más de lo que yo esperaba”, manifestó Barea luego de presenciar todos los saludos que grabó en su memoria.

Barea llegó a las 1:15 p.m. a Puerto Rico, y se presentó ante la prensa 45 minutos después para el saludo protocolar con el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño (quien le entregó una bandera sellada de la monoestrella y la de Estados Unidos); el alcalde de Mayagüez, José Guillermo Rodríguez; el secretario del DRD Henry Neumann; el presidente del Comité Olímpico David Bernier; y el presidente de la Federación de Baloncesto, Carlos Beltrán.

Vestido como camiseta azul con la imagen de un anillo y las palabras ‘World Champs’ , pantalones cortos y tenis, Barea aguantó sus palabras ante la insistencia de la prensa, mientras cientos de fanáticos esperaban a las afueras del Salón del Gobernador.

Allí estaba Rey Marte, maestro de Yabucoa, junto a su hijo en espera de poder captar la salida de Barea.

“Acuérdate del esfuerzo que realizó ese individuo, con 5′ 11”de estatura se metió entre todos los grandes. Los mató. Barea marea como dicen por ahí”, expresó.

Cerca de las 2:30 p.m. Barea se montó en la caravana y comenzó a repartir sonrisas, palmadas de corazón, cientos de ‘gracias’, y un no sin ganas a varias personas que intentaban conseguir un autógrafo ante el candente sol que sobrepasaba los 95 grados Fahrenheit.

No faltó su acompañate en sus mejores momentos: una gigante bandera de Puerto Rico.

Estuvo solo sin su novia, la ex Miss Universo Zuleyka Rivera, quien acompañó a Barea en sus celebraciones previas, ni con políticos. Sólo había espacio para sus padres, Jaime Barea y Marta Mora, y la familia.

Desde la salida del aeropuerto ya estaban los vehículos estacionados, los celulares,cámaras, y gritos encima de Barea. Hasta los policías, bomberos, camioneros, y obreros no pudieron resistir en captar el momento histórico.
Sonrisas que creaba Barea en los niños eran inolvidables.

Las motoras y bicicletas no pudieron faltar, las cuales se unieron al desfile desde la avenida Baldorioty de Castro. El tapón se veía en la carretera en dirección contraria, y los conductores no tuvieron otra opción de estacionarse para disfrutarse el triunfo de Barea.

Barea hizo una parada frente al residencial Luis Llorens Torres, donde firmó autógrafos y tomó a un pequeño en sus brazos.

El base, que será agente libre el 30 de junio, siguió con su repartición de alegrías por la avenida de Diego, y Ponce de León hasta llegar al Comité Olímpico (COPUR). En ningún momento hubo una laguna de fanáticos en su recorrido.
“La gente se ha portado…. la cara de la gente una cosa increíble. Eso lo que me da motivación de hacer las cosas que yo hago. Veo a los nenes gritando, a la familias celebrando comino. Es algo muy especial”, contó Barea en conferencia de prensa, quien comparó el momento cuando desfiló como abanderado de la Selección en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez el verano pasado.

La fiesta siguió en tarima frente a COPUR con artistas del patio como NG2, Nota, Límite 21, Vico C, entre otros.

“Gracias a todos por compartir el día más especial de mi vida. Los espero mañana en Mayagüez”, dijo Barea al abandonar la tarima.

No hay descanso, ya que esta tarda la celebración continúa en el pueblo que lo vio crecer.
Mejor consejo no le pudo dar el ex triple campeón Félix “Tito” Trinidad, el rey de las caravanas, al armador José Juan Barea para enfrentar su recibimiento en Puerto Rico.

“Que se lo disfrute, que siga hacia adelante y que Dios lo bendiga”, dijo el ex boxeador, quien llegó hasta el aeropuerto Luis Muñoz Marín para felicitarlo personalmente, raro no verlo como protagonista de un desfile, conquistador de masas en su época de gloria. Esta vez le pasó la batuta al orgullo de la Sultana del Oeste.

Barea siguió la recomendación de Trinidad, y se la gozó más que en Dallas.

“Cuando yo les cuente en Dallas, que les dije que vinieran, lo que pasó aquí no ven van a creer. Esto es mucho mejor. Aquí saben hacer caravanas de verdad”, expresó el mayaguezano.

Se hizo un miércoles, mitad de semana, día de trabajo, a 10 días de Barea ser factor en el primer campeonato de los Mavericks en la historia de la franquicia. Pero parecía que el triunfo había sido ayer.

Miles de puertorriqueños se desbordaron en las calles de la ciudad metropolitana para recibir un saludo, un adiós, del joven de 26 años que mantuvo a la Isla atenta durante la final de la NBA.

“Increíble, no tengo palabras para expresar cómo me siento. Creo que cuando me vaya a Mayagüez, en mi casa tranquilo, me ponga a pensar de lo que paso hoy (ayer)… es más de lo que yo esperaba”, manifestó Barea luego de presenciar todos los saludos que grabó en su memoria.

Barea llegó a las 1:15 p.m. a Puerto Rico, y se presentó ante la prensa 45 minutos después para el saludo protocolar con el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño (quien le entregó una bandera sellada de la monoestrella y la de Estados Unidos); el alcalde de Mayagüez, José Guillermo Rodríguez; el secretario del DRD Henry Neumann; el presidente del Comité Olímpico David Bernier; y el presidente de la Federación de Baloncesto, Carlos Beltrán.

Vestido como camiseta azul con la imagen de un anillo y las palabras ‘World Champs’ , pantalones cortos y tenis, Barea aguantó sus palabras ante la insistencia de la prensa, mientras cientos de fanáticos esperaban a las afueras del Salón del Gobernador.

Allí estaba Rey Marte, maestro de Yabucoa, junto a su hijo en espera de poder captar la salida de Barea.

“Acuérdate del esfuerzo que realizó ese individuo, con 5′ 11”de estatura se metió entre todos los grandes. Los mató. Barea marea como dicen por ahí”, expresó.

Cerca de las 2:30 p.m. Barea se montó en la caravana y comenzó a repartir sonrisas, palmadas de corazón, cientos de ‘gracias’, y un no sin ganas a varias personas que intentaban conseguir un autógrafo ante el candente sol que sobrepasaba los 95 grados Fahrenheit.

No faltó su acompañate en sus mejores momentos: una gigante bandera de Puerto Rico.

Estuvo solo sin su novia, la ex Miss Universo Zuleyka Rivera, quien acompañó a Barea en sus celebraciones previas, ni con políticos. Sólo había espacio para sus padres, Jaime Barea y Marta Mora, y la familia.

Desde la salida del aeropuerto ya estaban los vehículos estacionados, los celulares,cámaras, y gritos encima de Barea. Hasta los policías, bomberos, camioneros, y obreros no pudieron resistir en captar el momento histórico.
Sonrisas que creaba Barea en los niños eran inolvidables.

Las motoras y bicicletas no pudieron faltar, las cuales se unieron al desfile desde la avenida Baldorioty de Castro. El tapón se veía en la carretera en dirección contraria, y los conductores no tuvieron otra opción de estacionarse para disfrutarse el triunfo de Barea.

Barea hizo una parada frente al residencial Luis Llorens Torres, donde firmó autógrafos y tomó a un pequeño en sus brazos.

El base, que será agente libre el 30 de junio, siguió con su repartición de alegrías por la avenida de Diego, y Ponce de León hasta llegar al Comité Olímpico (COPUR). En ningún momento hubo una laguna de fanáticos en su recorrido.
“La gente se ha portado…. la cara de la gente una cosa increíble. Eso lo que me da motivación de hacer las cosas que yo hago. Veo a los nenes gritando, a la familias celebrando comino. Es algo muy especial”, contó Barea en conferencia de prensa, quien comparó el momento cuando desfiló como abanderado de la Selección en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez el verano pasado.

La fiesta siguió en tarima frente a COPUR con artistas del patio como NG2, Nota, Límite 21, Vico C, entre otros.

“Gracias a todos por compartir el día más especial de mi vida. Los espero mañana en Mayagüez”, dijo Barea al abandonar la tarima.

No hay descanso, ya que esta tarda la celebración continúa en el pueblo que lo vio crecer.

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