miércoles, 4 de mayo de 2011

En baja el consumo de cigarrillos

En baja el consumo de cigarrillos
miércoles, 4 de mayo de 2011
Rosita Marrero / Primera Hora
Fumar es un placer... pero el cáncer no lo es.



No basta con decirle a un fumador que su cuerpo, su cabello, sus dedos, su ropa huelen mal, ni que sus dientes se van poniendo amarillos.

Tampoco es suficiente decirle a un fumador que su adicción es una de las principales causas de muerte en Puerto Rico.

Sin embargo, lo que sí funciona es una buena campaña educativa sobre los efectos negativos del cigarrillo, acompañada por una ley restrictiva que prohíbe fumar no sólo en lugares públicos, sino en casinos, restaurantes, discotecas y pubs, y en vehículos donde haya menores en el carro.

El resultado de esa restricción, según los científicos Elba C. Díaz Toro y Heriberto A. Marín, del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas, es la reducción del consumo de cigarrillos, por individuo, en Puerto Rico.

La doctora Díaz Toro, quien es dentista especializada en cáncer en la boca, fue una de las personas que comenzó el movimiento para que se enmendara la ley para proteger a los trabajadores al designar lugares de trabajo libres de humo.

“Revisamos nuestra ley de agosto de 1993, que restringía los lugares en los que se podía o no fumar, y hasta cierto punto fuimos los primeros en el mundo en tener un reglamento de ese tipo”, relató.

“Para esa época yo era estudiante de odontología y empecé a envolverme con las consecuencias que trae el fumar y el cáncer oral. Me di cuenta que era uno de los cánceres de mayor incidencia en Puerto Rico y uno de los principales factores de riesgo es el fumar”, indicó.

“Una vez comencé a trabajar como dentista canceróloga y especialista en tratamiento de tabaquismo, adiestrada en la Clínica Mayo, montamos por seis años, en la Escuela de Medicina dental, el Centro de Control de Tabaco y Detección de Cáncer Oral”, explicó.

Fue entonces cuando decidieron investigar el área de política pública, formando la Coalición para un Puerto Rico Libre de Tabaco.

Tocaron muchas puertas en la Legislatura para la aprobación de la ley y, finalmente según indicó, ésta cayó en las manos de Gabriel Rodríguez Aguiló.

“Estuvimos en el Capitolio hasta que se firmara. Pudimos montar una ley bien fuerte y robusta, y es de las más estrictas en control de tabaco en Estados Unidos y el mundo”, aseguró la profesional.

Miden particulados y nicotinina
Los científicos decidieron medir, a nivel biológico, la presencia de nicotina, tomar medidas de aire en los casinos, restaurantes, pubs y discotecas, lugares donde entendían que sería más difícil la implementación de la ley.

“Para nuestra sorpresa, la reducción fue increíble, de un 84 a 89 de particulado en el aire”, apuntó.

Se hizo un estudio de nicotinina, que es como se mide la cantidad de nicotina en el cuerpo humano. En este caso, midieron el por ciento de nicotinina en los empleados fumadores y no fumadores de los casinos, antes y después de implementada la ley.

“La reducción fue más grande todavía, hasta de un 92 por ciento. Eso nos daba índice de que la ley fue acogida sin mayores obstáculos”, aseguró.

“Pensamos que los fumadores iban a estar en protesta , pero como fuimos preparando el terreno para la ley, con una campaña de educación, para nuestra sorpresa, los fumadores estaban de acuerdo con la ley, entendían el racional de la ley y podríamos decir que nuestros fumadores son más conscientes y educados en torno al impacto en su salud y la de los seres queridos”, mantuvo.

“Ellos pueden matarse a sí mismo, pero no les gusta fumar al lado de sus hijos ni de sus papás viejitos”, añadió la especialista.

En torno a la parte económica, el estudio reveló el efecto positivo, no sólo en la salud, sino en las ventas de cigarrillo, y corroboró la baja en prevalencia en el consumo del tabaco.

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