miércoles, 16 de marzo de 2011

Asesinan a hombre a pasos de una escuela elemental

16 Marzo 2011

Asesinan a hombre a pasos de una escuela elemental
Niño presintió el asesinato de su tío a pasos de su escuela



El escenario de este asesinato fue a pasos de una escuela elemental, en la que estudian varios sobrinos del occiso. (Archivo / El Nuevo Día )Por Javier Colón Dávila / jcolon@elnuevodia.com

Se escuchan varios disparos, una escuela elemental es sacudida por el susto y un hombre cae en la carretera, abatido a balazos.

Son las 9:00 de la mañana, en la barriada Venezuela, de San Juan. Para el país, un asesinato más, el 243 de lo que promete ser una interminable lista. Pero para un chiquillo a pocos pasos de la escena del crimen ese hombre era su tío, el que iba a sus actividades escolares.

“Había un niño que le comentó a una maestra que estaba preocupado. Le dijo: ‘misi, tengo una preocupación porque pienso que es mi tío’”, contó Luz Canales, directora de la escuela elemental Amalia Marín, en Venezuela.

El niño tenía razón. El cuerpo de la víctima se veía desde una esquina de la escuela y el niño lo reconoció.

“Le dije: ‘Papá Dios te lo prestó y Papá Dios te lo pidió. Tienes que pedirle que cuide a tu tío’” , relató la educadora.

La reacción de los niños ante la balacera refleja el ambiente en que se han criado. Al escuchar los tiros, se lanzaron al piso. “Los niños conocen, son niños de barriada”, dijo Canales.

El tío se llamaba Ricardo Candelario López. Tenía 28 años y, aunque tenía en su expediente criminal un caso por drogas del 2004, era querido en la comunidad.

“Todo el mundo en la escena decía que era un muchacho tranquilo que no se metía con nadie”, dijo el teniente Ferdinand Acosta, del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de la región policial de San Juan.

Candelario López, según la Policía, era amigo de Ángel Umpierre Guadalupe, un sujeto que mataron el sábado en la cercana barriada Buen Consejo. Desde que saliera de prisión, Umpierre Guadalupe residía con Candelario López, quien trabajaba en una panadería de la comunidad.

Según datos que recibió la Policía, el sujeto fue baleado por dos individuos que se acercaron a la víctima a bordo de un auto en plena calle Guaracanal. En la escena se ocuparon casquilllos calibre .40.

Testigos que presenciaron el ataque relataron a este diario que tras ser baleado en la espalda, el herido clamó durante varios minutos por la presencia de una ambulancia, que tardó al menos 15 minutos en llegar.

Los disparos se escucharon en la vecina escuela, donde estudian cuatro sobrinos suyos.

“Los niños se pusieron nerviosos, pero lo trabajamos bien”, dijo la directora, al mencionar que los portones de la escuela estaban cerrados y que todos los estudiantes estaba dentro de la estructura.

Canales dijo que posteriormente se formó un caos ya que a medida que se regaba en la barriada que había ocurrido un asesinato cerca de la escuela, los padres comenzaron a acercarse o a llamar por teléfono.

Para complicar el panorama en la institución educativa, la única guardia escolar del plantel faltó a su trabajo ayer.

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