Presentan alternativas los profesores universitarios

25 Febrero 2011

Presentan alternativas los profesores universitarios
En una mesa redonda piden tregua y apertura

Mira la fotogalería Vídeos de la huelga Vídeo: Fugaz salida del Recinto Vídeo: Rechazo estudiantil en la UPRVídeo: Repudia la presencia policiacaPor Gloria Ruiz Kuilan / gruiz@elnuevodia.com

Un grupo de profesores de la Universidad de Puerto Rico (UPR) pidió tregua y apertura para encaminar una solución al conflicto que atraviesa la institución académica que, a su juicio, debe permanecer sin paralización de labores administrativas y docentes.

Estipulado ese escenario, las partes deben sumergirse en un diálogo -cimentado en la cultura de diferir, pero sin confrontación- que atienda el problema urgente que es la cuota anual de $800. Como tema medular, darle prioridad a ese asunto redunda en la estabilidad financiera de la UPR, opinó el grupo de profesores del Recinto de Río Piedras, que fue convocado por El Nuevo Día para que, más que opinar sobre la situación actual de la universidad del Estado, presentaran soluciones.

El otro asunto apremiante, según el grupo de académicos, es la acreditación de la Middle States Commission on Higher Education, ya que el próximo mes visitan la institución. Actualmente diez de los once recintos de la UPR están en probatoria por la agencia federal.

A enderezar las finanzas

Planteados los problemas inmediatos, los profesores apuntaron al Fondo de Becas de $30 millones, que espera por su aprobación en el Senado y a la propuesta del representante Antonio Silva como alternativas a la cuota.

“Lo único que resuelve parcialmente la cuota es que la Legislatura acabe de implantar los $30 millones -como becas o como una transferencia al fondo de la universidad- y que además apruebe un mecanismo de estabilidad financiera de una de dos maneras: incluyendo a la universidad en los nuevos impuestos o creando una base de ingresos mínima de $800 millones”, dijo el profesor de Sociología, Emilio Pantojas García, quien añadió que otra opción es que a la UPR se le asigne dinero de impuestos nuevos.

“La estabilización me parece fundamental. Si se hubiese aprobado (el Fondo con su respectivo reglamento) antes de que acabó el año, no hubiese habido cierre (del recinto de Río Piedras). Aquí se habla, pero no se dialoga. Es la cultura de oponerse. Hay una cultura adversarial cuando debe haber una cultura para diferir”, agregó.

Dijo que la zapata fiscal necesaria para la UPR es la garantía de no menos de $800 millones cada año, independiente de las fluctuaciones en recaudos. La UPR recibe el 9.6% de los recaudos estimados, lo cual ha ido mermando.

Junto a sus homólogos Ana Helvia Quintero, Jorge Giovannetti, Jorge Lizardi, Ángel “Chuco” Quintero y Luis Ortiz opinaron que no visualizan que la cuota sea eliminada como reclama el estudiantado en conflicto de la UPR.

Sugirieron que cada facultad debe hacer un análisis para garantizar que ningún estudiante haya quedado fuera por concepto de la cuota. Reconocieron, sin embargo, que las propuestas legislativas están ajenas al ámbito universitario ya que requieren de la voluntad de ese cuerpo para que sean realidad, así como del aval del gobernador Luis Fortuño.

Llamado al Gobernador

Por ello, el profesor Giovannetti hizo un llamado al Gobernador -extendido a la administración universitaria y a los estudiantes- para que reconozcan sus fallas, depongan ‘las armas’ y se abran al diálogo honesto. “Me parece que la bola está en la cancha de la administración. Tiene que abrir sus puertas a una transparencia que sea honesta y escuchar lo que tiene que decir la base (la comunidad universitaria)”, agregó Giovannetti.

El sociólogo Quintero agregó que se debe rescatar la autonomía de la UPR e impedir la intromisión partidista.

Ofrecen mediar

Los profesores se ofrecieron como la punta de lanza que allane el camino con la administración universitaria para que fluya el verdadero diálogo, dijeron. “Si un grupo como nosotros vamos donde Ana Guadalupe, ella nos recibe. Este es un buen grupo que podemos llegar allí”, dijo Ana Helvia Quintero.

De hecho, Ortiz, profesor de la facultad de Humanidades, reveló que peticionaron tal reunión con Guadalupe y que encontraron disponibilidad para el cónclave esta misma semana.

Ese diálogo sincero debe estar guiado por unos principios básicos en donde haya transparencia, democracia, responsabilidad de todas las partes concernidas y en donde quede fuera la intromisión partidista.

Opinaron que el Consejo de Estudiantes debe ser el representante exclusivo de los estudiantes e indicaron que el gran reto del profesorado -que reiteraron debe asumir un rol protagónico- es integrar a los estudiantes en el trabajo de solucionar la crisis.

“No podemos partir de la premisa de que va a aparecer una sola institución que aglutine. Van a ser distintas y se tiene que reconocer lo que los hace similares, más allá del espacio físico de la universidad”, dijo Jorge Lizardi, profesor de la facultad de Arquitectura.

Sugirieron hacer conferencias y reuniones con la facultad y la administración en las que participe el estudiantado.

En acción el claustro

Como muestra de que entre los profesores ha comenzado un movimiento de autogestión, Ortiz mencionó la propuesta “Sumando ganamos todos” y los grupos denominados ‘Convergencia’ y ‘Profesores por una Universidad Abierta’. Este aseguró que esos profesores no necesariamente son miembros de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios.

“Estos movimientos están buscando otras posiciones que traigan paz a la universidad. Aquí creo que ha habido violencia de parte y parte”, dijo la profesora Quintero, quien argumentó que tras la asamblea de estudiantes de esta semana quedó evidenciado que el estudiantado no desea una paralización de labores en el campus riopedrense, acción que resulta nociva para la UPR.

“Ya se está generando dentro del recinto grupos que no responden a los portavoces que han estado al frente. Esto está generando ya propuestas”, reveló Ortiz indicando que se trata de un quiebre en cómo se ha trabajado con la situación conflictiva de la UPR hasta ahora.

“Pensamos que los profesores deben ser protagonistas en el proceso y no podemos olvidar que buena parte de la administración está conformada por profesores. Tenemos nosotros que asumir unas posiciones más prospectivas y empezar a abrir desde ahí”, añadió a la discusión Lizardi. Pantojas, por su parte, explicó por qué la manecilla del reloj debe apuntar a los profesores como protagonistas en pos de una solución. “Lo que no ha habido hasta ahora es buena fe de ninguna de las dos partes en el conflicto. Ni la derecha neoliberal ni la izquierda socialista”.

“La cuota representa un tranque y los dos extremos en conflicto han mantenido ese tranque porque hay un rédito del conflicto”, continuó.

“Nosotros, los profesores, la facultad académica -que no nos interesan los conflictos extraacadémicos políticos- entendemos que esta situación beneficia agendas externas a la universidad”, precisó Pantojas, para explicar por qué los profesores son medulares.

Respecto a la acreditación de la Middle States, los entrevistados sugirieron que las facultades demuestren sus haberes y no sus quejas. Además, dijeron que en la medida en que se consiga un mecanismo para garantizar ingresos fijos a la UPR y la administración universitaria abra públicamente su gestión se atienden los señalamientos de la agencia acreditadora por no cumplir con los estándares de gobernanza, liderazgo y ofrecimientos educativos.