lunes, 28 de febrero de 2011

Boicot a las pruebas puertorriquenas

28 Febrero 2011

Boicot a las pruebas puertorriquenas
Piden a padres prohibirla para sus hijos



Las Pruebas Puertorriqueñas se administrarán a partir de la primera semana de abril Por Aurora Rivera Arguinzoni / arivera@elnuevodia.com

Su hijo es un estudiante de excelencia que en sexto grado mantiene un promedio académico de 3.80 (del máximo de 4.0) y resultados proficientes y avanzados en las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA). A pesar de ello dejó de cualificar para las becas que otorga el Departamento de Educación (DE) a niños con alto aprovechamiento.

“La pruebas lo penalizan porque aún sacando proficiente le niegan la beca si no saca dos avanzados (en los resultados por materia)”, lamentó Mercedes Martínez. Su hijo, quien estudia en una escuela pública en Cataño, obtuvo resultados proficientes en dos materias y avanzados en una.

También penalizan a estudiantes de la maestra de inglés Moraima Arbona, y a la propia educadora, pues según ella muchos llegan a escuela superior con lagunas académicas por falta de maestros en años previos.

“Llegan sin coger inglés hasta por tres años, y en once (undécimo grado) se toman las pruebas. Si en séptimo, octavo y noveno no tuvieron maestro de inglés, ¿cuando llegan a mí en once, me van a evaluar por el 'performance' (desempeño) de ellos?”, cuestionó.

Arbona y colegas suyos que pertenecen a la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) describieron ejemplos reales y concretos como estos para justificar su exhortación a maestros, padres y estudiantes a boicotear la administración de las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA) pautada para la primera semana de abril. Recalcaron, al igual que en años pasados, que las pruebas no miden lo que se está enseñando en clase y por tanto constituyen un atropello a educadores y educandos, mucho más cuando no han tenido maestros en las materias que se evalúan, y en el caso de estudiantes de educación especial a quienes no se les proveen las pruebas según su edad mental, ni se les da tiempo adicional para completarlas.

En cuanto al planteamiento hecho por el secretario de Educación, Jesús Rivera Sánchez, de que hay maestros que no han alineado sus clases a los estándares establecidos por la agencia, respondieron unánimemente que no es posible adherirse a ellos obviando el rezago y la realidad de cada alumno.

“Yo trabajé en Río Grande, en la Escuela Rosa Bernard. Esa escuela salió la de mejor aprovechamiento de Río Grande y de esa área. Yo siempre he enseñado siguiendo mis estrategias de enseñanza y ahí los estudiantes salen bien. Cambio ahora -para la Escuela Doctor Arturo Morales en el Barrio Tortugo de San Juan- y estoy en una escuela donde con el mismo sistema de enseñanza los resultados cambian dramáticamente. Hay muchos factores externos que influyen en las pruebas”, ejemplificó el maestro de inglés Jaime Umpierre.

“Hemos sido educados para promover procesos educativos según las necesidades de nuestros estudiantes, no según los prejuicio es unos estándares creados por el Gobierno que reflejan básicamente la cultura blanca de las clases dominantes, cuando eso se traduce a una escuela como la de Tortugo, a veces ni siquiera las expresiones idiomáticas se ajustan a la realidad cultural”, agregó por su parte Rafael Feliciano, líder de la FMPR. Los maestros enfrentan la amenaza de ser removidos de sus puestos si los estudiantes no mejoran en las pruebas, a pesar de ello se mantienen firmes en no seguir con un “ciclo destructivo” cuyo motor, a su juicio, son éstas.

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