miércoles, 13 de octubre de 2010

“Tener cáncer no es una sentencia de muerte”

10 Octubre 2010

“Tener cáncer no es una sentencia de muerte”
Katy Franco asegura que con humor, una actitud positiva y amor superó este mal

La actriz Katy Franco asistirá hoy a la Susan G. Komen Race for the Cure.
(El Nuevo Día / Angel M. Rivera)Por Yaritza Rivas / yrivas@elnuevodia.com

Coqueta con los labios de rosa y un traje sensual de la diseñadora Rebeca Tiago, Katy Franco se ríe ante el lente.

“Hace tiempo no me hacían fotos de estudio”, confiesa la actriz y comediante, establecida en Los Ángeles, pero que este mes se encuentra en la Isla promoviendo su libro Chemorella (Quimorella).

También asistirá hoy a la actividad Susan G. Komen Race For the Cure que se celebra en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. Su intención es dar ánimo. “No sé si voy a correr, pero sé que quiero ir a compartir con las sobrevivientes” a quienes dedica su libro, asegura.

“Es un libro de autoayuda para levantar el ánimo”, dice Katy sobre la adaptación que escribió junto a su esposo, Ken Phillips, del clásico cuento Cenicienta.

La intención, según ella, con el libro bilingüe, ilustrado por Scott Sackett, es llevar su mensaje como sobreviviente de cáncer de seno.

Para Katy, la difícil experiencia de combatir el cáncer afloró en ella la creatividad. “Me volví más graciosa”, dice en referencia a sus espectáculos de stand up comedy. Cada noche antes de las seis quimoterapias que recibió hace cinco años hacía chistes sobre las relaciones de hombres y mujeres en el Laugh Factory de Los Ángeles.

Las mujeres necesitamos un hombre 80-2-1, dice. “De 80 años, con dos ataques cardiacos y un billón en el banco, porque ¿qué se hace hoy día con $1 millón?” afirma en broma al aclarar que solía decirlo en su repertorio,

Durante esos días prefirió no hablar del cáncer en sus espectáculos. Sin embargo, ahora no tiene ningún reparo en contar detalles de su experiencia, y cómo hizo para superarla y vivir feliz.

A ella la ayudó pintarse los labios de colores brillantes. “Me ponía bonita para salir con Ken”. Se puso pelucas y salía a comprar sombreros. Entonces, eran novios. Katy dice que el amor saludable, que por primera vez experimentaba con su actual esposo, fue un gran aliciente. Pero no lo único que la mantuvo a flote durante el fuerte tratamiento que incluyó quimoterapias y radioterapias.

El amor de su familia y amistades fue también imprescindible. Obligarse a salir de la cama, arreglarse y hacer su vida lo más normal posible igualmente sirvió de mucho. “Uno tiene que pensar en las razones por las que quiere vivir. El cáncer no es una sentencia de muerte”.

Katy asegura que aunque el cáncer no se puede evitar, si se puede tratar si uno se autoexamina regularmente. Algunas señales de riesgo en torno al cáncer del seno son cuando ocurren cambios como masas, bolitas, hinchazón o enrojecimiento, cambio en el tamaño del seno o secreción repentina del pezón. “No dejes que un doctor te mande a tu casa y te diga que eso no es nada. Puede pasar”, alerta la actriz.

Cinco años después de la crisis, y sobrepasar el tratamiento, Katy asegura que tiene más oportunidad de ver hacia el futuro. Sin embargo, asevera que no puede decir que está curada.

“Sé que no tengo cáncer ahora, pero ¿y si tengo una recurrencia de aquí a unos años?”, explica. “He aprendido a vivir todos los días con la posibilidad de tener cáncer.

Y se pone su abrigo de Chemorella. Posa una última vez. La luz le ilumina el rostro sereno, sus largos mechones rubios, y con su capucha puesta, pasa lo inevitable. Sube sus puños en son de campeona y sonríe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario