domingo, 29 de agosto de 2010

Por un nacimiento saludable y exitoso

29 Agosto 2010

Por un nacimiento saludable y exitoso
A pesar de los avances científicos, muchas embarazadas desconfían de pruebas para detectar irregularidades


Por Marga Parés Arroyo / mpares@elnuevodia.com

Cuando Dalimar Torres Morales se enteró en enero que estaba embarazada de su primer hijo, comenzó a cuidarse para que su gestación transcurriera sin problemas médicos.

Por eso, cuando esta mujer de 29 años acudió hace varias semanas a realizarse un examen de ultrasonido, se preocupó cuando el sonograma tridimensional detectó que el feto que carga en su vientre se encontraba bajo peso y presentaba restricciones en su crecimiento.

Además de ingerir alimentos altos en hierro, a Dalimar se le ordenó guardar reposo en cama y seguir un monitoreo frecuente del bebé por nacer a través de sonogramas y visitas al perinatólogo. ¿La meta? Que cuando su primogénita Anna Isabel nazca presente unas medidas y un peso saludable.

“Buscamos el bienestar fetal para sacar un bebé saludable y con buen peso”, dijo William Ramírez Cacho, médico especialista en perinatología, rama de la medicina que se encarga del estudio y control de los embarazos de alto riesgo.

Detectando anomalías

Se estima que de un 15% a 20% de los embarazos de mujeres puertorriqueñas presentan alguna irregularidad que denota anomalías en los fetos por nacer.

Diabetes, alta presión y enfermedad de la tiroides son algunas causas, usualmente condiciones maternas preexistentes, que conducen a posibles complicaciones en el embarazo.

Preclampsia (alta presión durante el embarazo), parto prematuro, anomalías del feto, condiciones genéticas y complicaciones durante la gestación, como falta de líquido amniótico, son algunas de las situaciones que pueden dificultar el embarazo y suscitar riesgos de salud ya sea para la madre o el feto.

“Una paciente es referida a un especialista en Medicina Materno Fetal cuando se necesita una evaluación más detallada de condiciones maternas preexistentes, otras que surgen durante el embarazo o condiciones fetales”, dijo el doctor Ramírez Cacho.

La edad de la paciente (si es mayor de 35 años) y condiciones adversas en embarazos previos (abortos recurrentes, preclampsia, parto prematuro o muerte fetal) son algunos factores de riesgo a considerar, apuntó el galeno, oriundo de Manatí, que sólo lleva un año ejerciendo la medicina en Puerto Rico.

Según explicó Ramírez Cacho, quien previamente laboró durante tres años en el Memorial Hospital de Colorado Springs, en Colorado, a pesar de que Puerto Rico tiene una de las tasas más altas en partos prematuros, la evaluación genética y el diagnóstico prenatal son pruebas específicas aún altamente desconocidas entre la población.

“La educación y exposición en general es casi nula pero, cuando las parejas vienen y se les explican las pruebas y los procesos, la aceptación es excelente, son bien receptivos”, dijo el director del Maternity, Obstetrics and Maternal-Fetal-Medicine Services.

A modo de ejemplo, Ramírez Cacho comentó cómo, de todos los casos a los cuales se les aconseja realizarles una amniocentesis, aproximadamente un 30% accede a someterse a este procedimiento que, aunque presenta riesgo para el feto, es una alternativa para detectar anomalías específicas.

La amniocentesis es un procedimiento realizado durante el embarazo para examinar los cromosomas del bebé. Por lo general, se realiza entre las 16 y 20 semanas de gestación, aunque en casos especiales se podría realizar durante el tercer trimestre del embarazo. Durante el procedimiento, se extrae líquido amniótico para evaluarlo y detectar la presencia de trastornos fetales específicos. Desde sangrado leve hasta abortos espontáneos son algunos de los riesgos asociados a este procedimiento. Pero, en algunos casos, este procedimiento también se usa para ayudar a corregir desviaciones en el desarrollo del feto.

Por ejemplo, hipoplasia pulmonar (falta de ramificación en los bronquios de los pulmones), acumulación de líquido en la cavidad torácica o falta de líquido amniótico son tres de las condiciones que pueden ser detectadas a tiempo y corregidas a través de estos procedimientos.

Ultrasonidos o sonogramas tridimensionales y cuatridimensionales para ver y medir el feto y la cantidad de líquido amniótico, además de biopsias de las vellosidades coriónicas (una parte del útero) para obtener una muestra y análisis de la placenta, son algunos de los procedimientos que realiza un especialista en Medicina Materno Fetal. Usualmente estas pruebas se hacen al detectar posibles anormalidades del feto, como en la prueba de sangre de la alfafetoproteína.

“Nos llegan los casos más complicados y los atendemos durante el cuidado prenatal”, explicó el galeno, padre de tres niñas, de diez, once y quince años.

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