sábado, 10 de julio de 2010

La recesión transforma la industria de alimentos

Sábado 10 de Julio de 2010 01:42

El más reciente estudio sobre la Industria de Alimentos, realizado por la firma de Estudio Técnicos para la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), reveló que la situación de la industria en cuanto actividad económica, está dominada por una fase recesiva, con una tendencia a la baja en el índice del sentimiento de confianza y a corto plazo no hay signos de mejoría.


También dejó claro que la industria de alimentos (con sus diversos sectores) es vital para la economía de Puerto Rico, por su contribución a la producción, empleo, nómina, gasto de los consumidores, recaudos del IVU, y su vinculo con otros sectores económicos.



La proporción de esta industria de alimentos respecto al Producto Neto Bruto (PNB) representa un 7%, lo que según el economista José J. Villamil evidencia que su importancia es superior a lo que se pensaba. “Esta industria tiene un impacto muy grande en muchos sectores, lo que refuerza su importancia en la economía del país.”



Sin embargo, y en la misma línea del trimestre anterior, los aumentos en costos, el nivel de competencia, los costos en mano de obra y las dificultades en el acceso a crédito bancario, continúan como los factores que más han lesionado adicho sector. Al igual que otras áreas de la economía, la industria de alimentos ha registrado bajas en empleo y consumo, como resultado de la recesión.



Luego de varios años de expansión, a partir de 2006 comenzó la reducción en el empleo del sector, con una pérdida de 3,400 plazas entre el 2005 y mayo de 2010, aunque se observó una leve alza a partir de febrero.



En torno a las ventas de alimentos, éstas han mostrado una desaceleración desde 2009, con una disminución nominal de 0.2%. Una tendencia más pronunciada se ha dado en el segmento de cafeterías y restaurantes, donde las ventas se han visto reducidas en un 6.5%, ya que los consumidores ha optado por comer más en sus hogares. Por consiguiente, esto ha hecho que disminuyan los recaudos por concepto del IVU.



Respecto al gasto de consumo personal, éste ha ido aumentado, como reflejo del aumento en precios. Pero, ajustado por la inflación, los gastos en alimentos desde el 2000, apenas han crecido 0.1%.



Las importaciones han aumentado en los últimos años, pero estos valores reflejan aumentos en precios. Representan en promedio el 8.5% de las importaciones totales. Entre enero 2009 y febrero de 2010 han reflejado un ncrecimiento compuesto bajo, de apenas 0.2%, mostrando una desaceleración desde noviembre pasado. Ante insuficiencias en la producción local de productos agrícolas y de alimentos principales, las importaciones complementan el consumo local. Hay algunos renglones, como el de la leche fresca, que son casi la excepción . En el caso de otros productos agrícolas principales, sin embargo, la proporción del consumo que es importada es significativa.



Según los datos de la Junta de Planificación, la proporción del consumo de alimentos varía según el sector, entre 12% y 83%, siendo los productos de carnes, vegetales y frutas frescas enlatadas, productos de azúcar y confiterías, y la manufactura miscelánea, las que más se importan.



Uno de los altos costos que enfrenta la industria es el transporte, que en un 99.9% llegan por vía marítima. Si el volúmen se reduce esto afecta otros sectores como es precisamente la industria de transportación marítima, entre otros.



Entre otras industrias igualmente impactadas están la publicidad, donde el sector de supermercados genera una facturación anual de más de $33 millones en pautas en los diversos medios, principalmente la prensa escrita que recibe unos $23.7 millones.



Cambios en el consumidor



Durante los últimos años, las prioridades de los consumidores en cuanto a consumo han ido cambiando, más recientemente por la recesión económica. El gasto en comida y servicios de alimentos sigue siendo importante, pero las compras de bienes duraderos han perdido importancia.



El estudio presenta una serie de índices que denota lo que podríamos esperar de la industria. El índice de Actividad Económica, refleja una contracción persistente desde comienzos del año fiscal 2006. La tendencia es hacia la baja, y no hay indicios de mejoría por el momento. En torno al Indice de Ventas y Alimentos, la tendencia igual va a la baja. Sin embargo, entre los comerciantes parecen estar optimistas, lo cual para Villamil es positivo, porque posteriormente eso se traduce en inversión, crecimiento, expansiones y creación de empleos.



Por el contrario, apenas un 14% de los comerciantes estima que la esconomía estará peor en el futuro inmediato. Mientras, la mitad de los consultados espera que permanezca igual y una tercera opina que será mejor.



Un dato interesante fue que entre los socios de MIDA en el área de alimentos prevaleció un mayor nivel de optimismo que a nivel total de la muestra de empresas, que también incluyó a las no socias. No obstante, Mientras que el índice de sentimiento de confianza general descendió a 47.1%, lo que denota pesimismo, para los socios de MIDA la confianza fue 59.7%, lo que refleja optimismo, sobre todo en la espectativa a un mayor aumento en ventas.



Para Carmen Laura Marrero, presidenta de MIDA, este indicador será un aporte innovador al sistema de estadísticas de Puerto Rico, para que las empresas, analistas, economistas y el gobierno puedan entender mejor las condiciones y tendencias, así como orientar estrategias o tácticas para el desarrollo de la industria de alimentos local.



En un sentido muy similar se expresó Manuel Reyes Alfonso, vicepresidente ejecutivo de MIDA, quien indicó que por décadas la industria de alimentos ha sido una de las más fuertes y de las que con mayor rapidez ha respondido a los retos presentados.



Sin embargo, “en pocas ocasiones hemos visto que se le incluya como una de las prioritarias al hablar de desarrollo económico, precisamente por la falta de datos y porque no se incluye toda la cadena. Confiamos que este estudio será una gran aportación ya que contaremos con una herramienta adicional en la toma de decisiones.”



En conjunto, esta industria generó $4.8 billones en contribución al producto bruto en el año fiscal 2009. Figura entre los primeros cinco sectores industriales en importancia. Según el estudio los consumidores en la Isla gastan anualmente más de $8.5 billones en alimentos, lo que representa el 15% de su gasto total. Esta industria emplea a más de 115,000 personas, lo que representa el 17% del empleo total no agrícola privado. Contribuye con no menos del 20% a los recaudos anuales del IVU y representa una nómina anual de más de $1.4 billones.

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