El 2010 apunta a ser un año de muchos asesinatos

6 de julio 2010

Por Javier Colón Dávila / jcolon@elnuevodia.com

De mantenerse el ritmo actual, el 2010 se convertiría en el tercer año con mayor cantidad de asesinatos en la historia de Puerto Rico, alcanzando alrededor de 920 muertas violentas.

Así, el 2010 sólo sería superado por los años 1993 y 1994, cuando se registraron 954 y 995 asesinatos, respectivamente.

Al concluir los primeros siete meses del año, la cifra de asesinatos se ubicaba en 460, lo que refleja un aumento de 13 en comparación con los primeros siete meses del año 2009, y de 61 al comparar el mismo periodo con el total del 2008.

El 2009 concluyó con 894 asesinatos, según la cifra oficial.

Al comparar los primeros siete meses del 2009 con los del 2010, también se refleja un aumento de 19.7% en robos y en robos de vehículos (3.9%). No obstante, se reflejan reducciones en otros delitos Tipo 1 como violaciones, agresiones agravadas, escalamientos y apropiaciones ilegales.

Para el profesor en criminología José Raúl Cepeda, el aumento en asesinatos era previsible en la medida en que se deterioran las condiciones sociales de los puertorriqueños. Además, dijo que a corto plazo no hay soluciones mágicas para, por ejemplo, evitar que el total de asesinatos se duplique en el segundo semestre del año.

“Dije en enero que los asesinatos, los incidentes de violencia doméstica y los suicidios aumentarían. Todo está relacionado. Son las mismas condiciones que provocan estas alzas”, dijo el profesor de la Universidad Interamericana en Ponce, respecto al deterioro de las condiciones sociales en las que viven los puertorriqueños.

“Lo que te puedo decir es que no va a funcionar: como (eso de) tener más policías o ocupar más lugares como está haciendo Jorge Santini (alcalde de San Juan) en la barriada San José”, sostuvo Cepeda.

Mecanismos equivocados

En ese mismo bote de lo que llama soluciones equivocadas, Cepeda incluyó el uso de la buprenorfina, un medicamento que el Estado planifica ofrecer a modo de plan piloto para tratar a los adictos. A su juicio, esta alternativa es aún más costosa que la metadona y no rendirá frutos.

Como alternativa, propone que se adopte un tratamiento basado en heroína con el que se experimenta en Canadá.

Más a mediano y largo plazo, Cepeda confía en que se retome el tema de la desigualdad social entre los puertorriqueños, al tiempo que el Gobierno tiene que darse cuenta de que las decisiones que toma (como los despidos en el ámbito gubernamental) “oprimen a la clase trabajadora, reducen los empleos y no permiten que mejoren las condiciones de vida de más del 80% de la población”.

Por otro lado, para la profesora en sociología Luz Vega, no se podrá revertir este ritmo alcista de asesinatos si el Estado primero no atiende lo que ella llama la “raíz” del problema o la “causa de la enfermedad”.

“Tiene que haber una buena provisión de empleos para la gente, que sientan que viven en un ambiente seguro, el tener acceso a una educación integral y de calidad”, dijo.

“En el caso de las drogas, estamos viendo un comportamiento que es el resultado de las medidas que se pudieron tomar. Estamos reaccionando a la crisis, en vez de ir al origen del asunto. El problema de la convivencia no se atiende cuando ya no podemos vivir juntos, tenemos que llegar a un punto anterior, y el Gobierno no está haciendo ese esfuerzo”, indicó.