martes, 8 de junio de 2010

Una bomba de tiempo la salud mental

Una bomba de tiempo la salud mental martes, 8 de junio de 2010
Rosita Marrero / Primera Hora
Urge atender la situación.

Si el Gobierno no atiende el problema de salud mental que enfrenta el país, no se puede descartar que lo ocurrido en Caguas, cuando un guardia de seguridad con licencia para tiro al blanco y un arsenal de armas en su casa agarró un rifle calibre 22 para disparar indiscriminadamente a todo el que pasara por su lado.

Aunque es un caso aislado, estudiosos del comportamiento humano, abogados y criminólogos consideran que no estamos lejos de que la crisis económica, el deterioro social y la frustración lleven a otros a cometer actos similares.

Hay quienes claman por una revisión de la Ley de Armas para el establecimiento de mayores controles al momento de investigar a los tenedores de licencias.

“Creo que se debe estudiar la posibilidad de enmendar la Ley de Armas a los fines de que en un periodo de tiempo, luego de que se apruebe la portación, el Estado tenga las garantías de que a la persona a la que se le dio siga cumpliendo con esos requisitos y en particular ese asunto de que está capacitado mentalmente para poseerla”, dijo el abogado y analista, Luis García de la Noceda.

El ex presidente del Colegio de Abogados y criminólogo Julio Fontanet expresó que el problema con la autorización de portaciones de armas es que no hay un proceso de supervisión y puede darse que, al dar el permiso, la persona esté mentalmente apta, pero con el pasar del tiempo o por algún suceso particular puede perder su cordura.

“Es necesario que haya una fiscalización más efectiva que la que existe en la actualidad. Aquí es bien restricto. En Estados Unidos, cualquier idiota compra un arma. Por eso es que pasan incidentes como los de Columbia y otras ma sacres. Éste es un caso que esperemos sea aislado”, apuntó.

“Ahora, tengo una preocupación:, es que el Gobierno, particularmente el Gobernador, creo que ha menospreciado el efecto en la salud mental del pueblo y las decisiones que él ha tomado, particularmente los despidos y el desmantelamiento de instituciones”, mantuvo.

Señaló que en las últimas semanas ha habido varios intentos de suicidio, por lo que no le extrañaría que algunas de estas personas tomen otro curso de acción de naturaleza violento.

“Cuando las personas se sienten extremadamente frustradas o acorraladas por el Gobierno, las reacciones pueden ser significativas. El Gobernador tiene que salir de esa torre de marfil donde está encerrado y entender los problemas que sufre el pueblo cotidianamente”, sentenció.

Una evaluación psicológica no es garantía.

El psiquiatra Alfonso Madrid comentó que no es nada extraño que una persona con una depresión severa y una condición de frustración pueda salir a la calle a matar a quien se encuentre de frente.

Lo sucedido en Caguas, según el científico, demuestra la necesidad de que el Gobierno, la sociedad y todos velemos por una buena salud mental y colectiva.

En su práctica, ejemplificó, ha atendido casos de pacientes que le han confesado haberse sentido en ese estado.

“Uno tiene que pensar que puede pasar. He conocido personas con depresión severa que han pensado salir a la calle a matar a cualquiera o a unas cuantas personas como producto de su condición, de su frustración y ellos mismos temen que en un acto de descontrol o impulsividad puedan cometer un delito”, dramatizó.

“Eso se convierte cada día en más riesgo para todos nosotros los ciudadanos cuando estamos en la calle. Pueden llegar a un lugar de trabajo a disparar y no tiene correlación con el patrono ni con nadie”, agregó.

Madrid aseveró que el hecho de que al momento de entregársele un arma a un ser humano éste cumpla con todos los requisitos de ley y tenga competencia mental, esto no significa que la va a tener más adelante.

“En el ser humano, la conducta o el pensamiento no es previsible, ni es anticipable el acto que vas a cometer. Tú cambias el estado de ánimo, que puede ser de minutos a días a meses a años”, ilustró.

“Una evaluación psicológica y psiquiátrica nunca van a ser garantía. El cerebro es un mundo desconocido y aún todavía por conocer”, destacó.

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