martes, 25 de mayo de 2010

Solicitamos acción urgente

“Solicitamos acción urgente”
Decenas de despidos causan situación precaria en hospitales. Fotogalería
25 de mayo 2010

Fotogalería: Necesarios los hospitales
Ambos hospitales han perdido decenas de empleados a causa de los despidos de la Ley 7.Por Marga Parés Arroyo / Mpares@elnuevodia.com

Dos de los principales hospitales del País, el Universitario y el Pediátrico, se encuentran al borde de una crisis tras el despido de decenas de empleados, lo cual agravó su ya precario funcionamiento, dijeron representantes de las instituciones.

Las dos clínicas que representan el corazón de la salud supraterciaria de la Isla -por recibir a los pacientes más graves o aquellos con poca o ninguna posibilidad de pago- enfrentan la amenaza de ser cerrados tras las cesantías de personal clave, entre estos, la administradora del Pediátrico, Sylvette Llovet, y el ingeniero del Universitario, Juan José Robles.

“La situación es crítica. En teoría, ahora mismo el Joint Comission (agencia que acredita a los hospitales) podría venir y cerrarnos el hospital porque esto es un ‘issue’ de seguridad médica”, dijo el doctor José Rivera, jefe de los residentes de Medicina Interna.

A pesar de que el Universitario está acreditado hasta el 2011, el Joint Comission realiza inspecciones sorpresa.

Como ejemplo de la gravedad, Rivera recalcó cómo en abril hubo una avería eléctrica que puso en jaque la vida de muchos pacientes, especialmente aquellos conectados a máquinas. “El ingeniero despedido (Robles) vino de sus vacaciones a resolvernos”, dijo Rivera.

Según explicó, entre el año pasado y este 75 personas han sido destituidas a raíz de la Ley 7 de emergencia fiscal.

Además de dejar fuera al único ingeniero de la clínica también cesantearon a las dos enfermeras del Programa de Control de Infecciones. También quedó inoperante el Programa de Ayuda al Paciente al quedarse sin empleados y permanecieron con sólo dos personas a cargo de las compras del hospital, una próxima a retirarse.

Avisado el Secretario

Alarmados con la primera ronda de despidos, la presidenta de la Facultad Médica del Universitario, doctora Elsie Cruz, le cursó una carta al secretario de Salud, Lorenzo González, el 1 de septiembre del año pasado.

“Había una gran preocupación de cómo se iban a afectar los servicios a los pacientes”, declaró la doctora.

A nombre de la facultad médica, Cruz esbozó algunas de sus preocupaciones, como la permanencia del taller de entrenamiento para 400 estudiantes de Medicina de 37 especialidades y subespecialidades médicas, 26 de las cuales sólo se ofrecen en el Universitario.

Otra preocupación que le hicieron llegar a González fue la veda en la contratación de enfermeras. A pesar de que el Universitario está autorizado para operar 300 camas, sólo ocupa 225 por falta de enfermeras suficientes.

Además de la cancelación de operaciones y retrasos en las intervenciones quirúrgicas, Cruz denunció cómo diariamente unos 30 a 50 pacientes esperan por una cama en la sala de emergencias de la Administración de Serviciós Médicos (ASEM). Esto ya que no pueden ser ubicados en el Universitario por falta de camas donde ubicarlos.

“Solicitamos acción urgente”, denunció Cruz en la misiva. Ayer, en entrevista con El Nuevo Día, la doctora lamentó que hayan pasado ocho meses y aún no llegue la respuesta.

Crisis para los pacientes

“Si la situación era mala (antes de los despidos), ahora es mucho peor”, denunció el doctor Gory Ballester, jefe de los residentes de Radiología.

Según dijo, toda esta situación de falta de personal ha ocasionado trabas en el manejo de los pacientes, al igual que dificultad en el acceso a los servicios.

Falta de medicamentos y material hospitalario y ausencia de personal clave para mantener el funcionamiento del hospital (como escoltas, enfermeras, farmacéuticos y secretarias) son algunas de las situaciones que agravan los servicios a los pacientes, dijo Ballester.

Según el galeno, esto ha provocado que los empleados que quedan, incluyendo a los residentes, sean obligados a hacer funciones que no les corresponden, desde enfermería, laboratorio, escolta y mensajeros, entre otras.

“Es lógico pensar que, como dicen los rumores, van a ir privatizando (el Universitario) para recobrar pérdidas (económicas), pero en un hospital supraterciario como éste, eso no se puede hacer”, puntualizó Ballester.

Rivera, por su parte, coincidió en cómo el escenario del Universitario es nefasto para los pacientes.

“Se afectan sus resultados, además de que todo esto puede provocar muertes”, dijo al recalcar cómo la mayoría de los pacientes que llegan al Universitario enfrentan ya un cuadro complicado.

Igual el Pediátrico

El escenario del Hospital Pediátrico es similar, según denunció ayer la infectóloga pediátrica Haydee García.

“Entre 3:00 p.m. y 11:00 p.m. a veces mandan personal de otras áreas para abrir récords (a pacientes), pero de 11:00 p.m. a 7:00 a.m. no hay nadie y el expediente se abre a mano, lo que causa una serie de complicaciones, como retrasos en operaciones, incluso emergencias, hasta por la mañana”, dijo.

Ausencia de secretarias y de personal de facturación médica ocasiona, además, falta de empleados encargados de darle citas a los pacientes, además de cobrarles por los servicios prestados, denunció García.

“Este es el único hospital que acepta pacientes sin capacidad de pago y otros complejos que nos llegan de todos lados. ¿Qué va a pasar con ellos?”, cuestionó la infectóloga pediátrica.

Agregó que en el Pediátrico hay unidades de servicio que son únicas a nivel de toda la Isla, como la Unidad Neuroquirúrgica Ortopédica; la de Quemados; el Centro Renal; el Servicio de Hemofilia y el Programa de Enfermedades Hereditarias.

La doctora Nilka de Jesús, jefa de los residentes de Pediatría, comentó que el Comité de Acreditaciones y Educación Médica (ACME) debe acreditar este año tres de las residencias principales: pediatría, cirugía y medicina interna.

situación es “compleja”

El doctor Ricardo Moscoso, director médico del Universitario, opinó que la situación del hospital es “compleja” pero que “no se puede atribuir a las cesantías”. Reconoció que la escasez de enfermeras es “un problema crónico” y que su reclutamiento es difícil por “la burocracia” que los rodea, pero negó que haya una veda para su contratación. Aceptó que esto ocasiona que las camas sean limitadas y que los pacientes que les llegan son “complicados”, con una estadía promedio de unos 21 días.

Aceptó que algunas vacantes, como la del ingeniero cesanteado, serán llenadas con compañías privadas. Por otra parte, dijo que le “sorprendería” que hayan más despidos.

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