sábado, 29 de mayo de 2010

Regresa el Gasoducto

Regresa el gasoducto
La AEE advierte que “peleará hasta el fin” para realizar la obra
29 de mayo 2010


El nuevo gasoducto, que tendría un costo de $300 millones, cruzará la Isla de Guayanilla a Arecibo, y de ahí recorrerá la costa norte hasta San Juan.por rebecca banuchi / rebecca.banuchi@elnuevodia.com

tras el abortado desarrollo del Gasoducto del Sur, la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) está determinada a revivir un proyecto similar, pero esta vez en una ruta que cruzará la Isla de Guayanilla a Arecibo, y de ahí recorrerá la costa norte hasta San Juan.

“Éste es el plan ambicioso y éste es el plan que vamos a pelearlo hasta el fin, y es traer un gasoducto de Costa Sur (en Guayanilla) hasta Arecibo, y de ahí a las unidades de San Juan cinco y seis a través del derecho de paso que tiene la Autoridad”, señaló ayer Luis García Passalacqua, presidente de la Junta de Gobierno de la AEE, ante miembros de la Asociación de Contratistas Generales (ACG).

Con este proyecto, la AEE no sólo busca abaratar los costos de energía reduciendo la dependencia del petróleo en sus plantas al sustituirlo por gas natural, sino que pretende darle un impulso a la debilitada industria de la construcción, severamente afectada por la actual crisis económica.

El gasoducto se construiría mediante una Alianza Público-Privada (APP) a un costo aproximado de $300 millones. El objetivo es iniciar la fase de planificación y diseño en diciembre de 2011, y que comience a funcionar para el año 2014.

García Passalacqua indicó que su operación representaría un ahorro de cerca de $1,000 millones para la AEE, que se traduciría a su vez en economías para los abonados.

El gasoducto es una de las estrategias para reducir el costo de energía al diversificar las fuentes de combustible. Actualmente, el sistema eléctrico depende del petróleo en un 69% y sólo un 15% del gas natural, más económico y menos contaminante que el crudo.

El objetivo es bajar el precio de la energía de los 22 centavos el kilovatio hora de hoy día, a 15 centavos para el 2012 y a 12 centavos para el 2015.

El ingeniero precisó que el plan del gasoducto, aprobado por la Junta de Gobierno de la AEE, es desarrollarlo en “cinco etapas concurrentes”, y que las firmas locales competirán en igualdad de condiciones con las compañías extranjeras interesadas en el proyecto.

“Es un proyecto sumamente ambicioso... donde los que están aquí, espero en Dios, son los que verdaderamente tomen la batuta y sean los constructores”, dijo a la matrícula de la ACG reunida en un hotel de la capital.

La extensión del tubo no ha sido determinada, pues la AEE aún analiza fotografías aéreas de las zonas y contempla diferentes alternativas para evitar afectar las comunidades cercanas a la ruta por donde discurrirá la estructura.

Al preguntársele cómo se diferenciará esta iniciativa de la frustrada construcción del Gasoducto del Sur, García Passalacqua indicó que esta propuesta cumplirá con todas las leyes ambientales y otros estatutos aplicables, “no invadirá” las comunidades aledañas y recabará el apoyo de la ciudadanía.

La edificación del Gasoducto del Sur fue paralizada permanentemente por el gobernador Luis Fortuño tras meses de protestas y pleitos judiciales de grupos ambientalistas y comunitarios que rechazaban su desarrollo.

Pero al parecer, esta nueva iniciativa tampoco estará exenta de controversia.

El científico ambiental Luis Jorge Rivera Herrera, de Iniciativa para un Desarrollo Sustentable, recordó que durante la administración de Jorge Rodríguez ya se había presentado un plan para extender el gasoducto más allá de las 42 millas contempladas originalmente en cinco municipios del sur.

Rivera Herrera advirtió que la ruta proyectada ahora atravesaría la zona kársica, que se distingue por ser un área “inestable en términos geológicos” y escenario de frecuentes desprendimientos de rocas.

“Es un riesgo inherente y que es significativo. No estamos hablando de algo teórico, se pronosticó previo a que se construyera la (carretera) número 10, y sigue ocurriendo”, abundó.

Rivera Herrera también cuestionó por qué el Gobierno promoverá una inversión de esa magnitud en un proyecto de gas natural si ha asegurado que ese combustible fósil sería utilizado como fase de transición entre el uso de combustibles derivados del petróleo y las fuentes de energía renovables.

“Aparenta ser más bien una medida, no de transición, de mediano y largo plazo, lo que excluiría la implantación o utilización de otras fuentes energéticas que sean realmente renovables”, sostuvo.

Sin embargo, García Passalacqua afirmó que al presente hay 37 proyectos sometidos de energía renovable, y que la AEE ha “firmado” acuerdos con tres de ellos.

La firma, según García Passalacqua, significa que la AEE “está dispuesta a comprarle la generación (de energía) que ellos tienen”.

Explicó que, una vez se concreta el acuerdo, la compañía será responsable de cumplir con todos los requisitos de permisología y las disposiciones de las leyes ambientales.

“Aquí no se le está eximiendo de cumplir los requisitos, es como cualquier otro proyecto”, aseveró.

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