martes, 8 de junio de 2010

Justicia a Jorge Steven

Justicia a Jorge Steven
Los padres de Jorge Steven, Myriam Mercado y Jorge López (al centro), sostuvieron que desde el principio perdonaron al asesino de su hijo. Los acompañan el activista Pedro Julio Serrano (izquierda) y la fiscal del caso Yaritza Carrasquillo (derecha). ( Primera Hora / Vanessa Serra Díaz)
jueves, 13 de mayo de 2010
Mariana Cobián / Primera Hora
Perdieron a su hijo, pero Jorge López y Myriam Mercado suspiraron aliviados ayer cuando escucharon a Juan “Casper” Martínez Matos declararse culpable de asesinato en primer grado por la muerte de su hijo Jorge Steven.

Ambos recalcaron que se hizo justicia y que desde el inicio perdonaron al convicto, quien ayer mismo fue sentenciado a cumplir 99 años de prisión.

“Quiero enviar un mensaje a Juan y decirle que en Cristo hay esperanza. Que el Señor tiene un perdón para él, no importa lo que haya pasado. Dios tiene la oportunidad para él si abre su corazón a Cristo, Dios lo perdona también. Nosotros lo perdonamos desde el principio porque el Señor nos manda a perdonar”, expresó López mientras le bajaban las lágrimas por sus mejillas.

Tras abrazar y agradecer a la fiscal del caso, Yaritza Carrasquillo, y al agente Ángel Rodríguez, López agregó con un taco en la garganta que “hay un mensaje claro aquí, y quizá él tuvo que ser... la víctima para que Dios mandara este mensaje a la humanidad”.

El padre del joven homosexual, cuyo cuerpo desmembrado y decapitado fue encontrado el 13 de noviembre pasado a orillas de una carretera en Guavate, añadió que espera que su hijo sea recordado positivamente.


Su esposa opinó que es “un capítulo cerrado”.

“Podemos encontrar un poquito de paz en ese aspecto, aunque no nos va a devolver a Steven. Por lo menos hay justicia en Puerto Rico. Aquí existe la justicia”, dijo Mercado.

El activista de la comunidad gay Pedro Julio Serrano destacó entre lágrimas que “hoy se hace un poco de justicia para un ser amado que no merecía este final, que era aceptado con todo lo que era como ser humano”.

Aunque en un principio luchó para que se catalogara como un crimen de odio, indicó que no era necesario porque se le condenó a la pena máxima. Mas aclaró que “no nos queda duda de que fue un crimen de odio”.

Antes de hacer alegación de culpabilidad ante la jueza Myriam Camila Jusino, del Tribunal de Caguas, Martínez Matos fue evaluado por el psiquiatra del Estado para determinar si estaba capacitado ayer para tomar decisiones y entender las consecuencias de las mismas.

“Está presentando un cuadro con contacto de la realidad adecuado y está capacitado a entrar en cualquier tipo de alegación en relación a su caso. Entendemos que comprende el alcance de las decisiones que tome al día de hoy ”, manifestó Cabrera.

Acto seguido, sus abogados Celimar Gracia y Luis Pérez Bonilla, para la Sociedad de Asistencia Legal (SAL), informaron a la jueza que su representado aceptó una oferta de fiscalía, que proponía que se declarara culpable de asesinato en primer grado y se le desestimarían los tres cargos de violación a la Ley de Armas y el de reincidencia, para una pena fija de 99 años.

“Él entendió que era la mejor manera de disponer de este caso”, dijo Gracia al salir de sala.

El preacuerdo fue autorizado por los familiares de la víctima y por el Departamento de Justicia, y la jueza lo constató al solicitar al padre de Jorge Steven en sala que le informara si estaba de acuerdo, a lo que contestó que sí.

Según la investigación y las admisiones que hizo el acusado, el 12 de noviembre pasado recogió a Jorge Steven -quien vestía ropa de mujer- en la calle Padial de Caguas y le ofreció “sexo por perico”. Lo llevó a su casa en Cayey y luego de compartir íntimamente surgió una discusión tras la cual Casper lo mató a cuchilladas. Lo desmembró, decapitó y quemó parcialmente a orillas de un camino. Luego dijo que odiaba a los homosexuales.

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